Bienestar

Investigaciones recientes han demostrado una alta concentración de esta partículas, un tema aún poco estudiado con fuertes repercusiones en la calidad de las personas

Microplásticos en el cerebro humano

Los micro plásticos han superado las barreras biológicas más críticas de nuestro cuerpo

Los microplásticos han superado las barreras biológicas más críticas de nuestro cuerpo, lo que ha quedado en evidencia con estudios recientes en los que confirman que el cerebro es el órgano con mayor acumulación de este tipo de agentes, superando incluso al hígado y los riñones. Los descubrimientos y las implicaciones para la salud son alarmantes.

Una investigación publicada en Nature Medicine en febrero de 2025 analizó muestras cerebrales post mortem entre 1997 y el 2024 y encontró que la concentración de microplásticos en el cerebro humano aumentó un casi hasta un 50 por ciento entre 2016 y 2024, alcanzando hasta 4,917 microgramos por gramo de tejido. Este incremento refleja el crecimiento exponencial de la producción global de plásticos.

En cerebros de personas diagnosticadas con demencia, se encontraron hasta 5 veces más microplásticos que en cerebros sanos. Los científicos advierten que esta situación podría responder a que la demencia hace que se debilite la barrera hematoencefálica, permitiendo mayor entrada de partículas, aunque esto aún no se puede confirmar.

¿Cómo llegan al cerebro?

Las principales maneras de que lleguen a nuestro cerebro son:

Vía olfativa: Donde las partículas inhaladas, viajan al bulbo olfativo, teniendo una ruta directa al cerebro.

Barrera hematoencefálica comprometida: Hay estudios con microscopía electrónica que muestran que los microplásticos atraviesan este filtro, especialmente en formas afiladas (no esféricas) que dañan los tejidos.

Fuentes comunes: Esto se genera por el uso constante y prolongado con envases y bolsas, principalmente de polietileno que es el plástico más detectado, seguido por el poliestireno y el PET.

Efectos:

En pruebas realizadas en ratones, la exposición a microplásticos indujo cambios cerebrales similares al “Alzheimer temprano”. Mientras que en pacientes humanos con una alta cantidad de microplásticos en arterias, se evidenció una mayor probabilidad de infartos o Accidente Cerebrovasculares (ACV).

Lo cierto es que los efectos son desconocidos a largo plazo y aún no hay evidencia concluyente en humanos.

Siguiente paso:

Si bien en este mundo globalizado no podemos evitar el contacto con los plásticos y por ende los microplásticos, si podemos evitar los plásticos de un solo uso como medida preventiva.

A una mayor escala se pueden utilizar las nuevas tecnologías como filtros avanzados para eliminar microplásticos del agua y aire. Otra medida sería la bioremediación que utiliza hongos y gusanos que degradan los plásticos en el ambiente.

Los microplásticos son una “bomba de tiempo” ambiental. Aunque aún no comprendemos su impacto total, la evidencia actual exige acciones inmediatas para reducir la contaminación plástica. Como afirma Matthew Campen, líder del estudio: “El plástico está en todas partes. No hay grupos de control: todos estamos expuestos”.

(Información de National Geographic y El País).

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