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El 31 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Copia de Seguridad, una fecha crucial que nos recuerda la necesidad imperativa de salvaguardar los datos empresariales en un mundo cada vez más digitalizado y amenazante.
Con el aumento de los ciberataques, especialmente el ransomware, la protección de los datos se ha convertido en una prioridad absoluta para las organizaciones.
El ransomware, que bloquea los datos con cifrado irrompible, se ha convertido en una de las formas más comunes de malware, con consecuencias devastadoras para las empresas.
En el año 2023, los pagos de ransomware superaron la marca de mil millones de dólares, alcanzando un nivel alarmante en el panorama de la ciberseguridad.
Ante esta creciente amenaza, las regulaciones actuales exigen una mayor resiliencia operativa y tiempos de recuperación más rápidos en caso de desastres, incluyendo ataques de ransomware.
En este contexto, la copia de seguridad de datos emerge como un componente esencial para la protección de la información empresarial.
La capacidad de restaurar los datos rápidamente es fundamental para minimizar el tiempo de inactividad y reducir el impacto financiero y reputacional de un ataque.
Las soluciones de almacenamiento basadas en flash ofrecen un rendimiento de recuperación excepcional, permitiendo a las organizaciones restaurar sistemas en horas en lugar de semanas.
La resiliencia y la agilidad se vuelven fundamentales para el éxito organizacional en un entorno cada vez más digital y amenazante.
Al preparar la infraestructura de TI crítica para el futuro e implementar una estrategia moderna de protección de datos, las empresas pueden evitar pesadillas de ciberseguridad y tiempo de inactividad, garantizando la continuidad del negocio en todo momento.
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