Búsqueda
María es una niña que habla con todos y a todas horas: con extraños en la calle, con los platos y hasta dormida, eso desespera a su hermano quien por segundos desea que María se quede en silencio hasta que ese anhelo se hace realidad y descubre que extraña la voz de su hermana.
Esa es la trama de El día que María perdió la voz, ópera para niños que con humor narra todos los embrollos que María y su familia viven para que ella recupere las palabras: ir un doctor que busca el sonido en sus oídos, con un psicoanalista que duerme a su madre y hasta con un brujo que la zangolotea sin éxito.
La obra montada por la compañía Ópera Portátil, bajo la dirección artística de Catalina Pereda, con música de Marcela Rodríguez y libreto de Javier Peñalosa, se presentará los sábados y domingos del 19 al 27 de octubre a las 13:00 hrs., en el Teatro El Galeón Abraham Oceransky, del Centro Cultural del Bosque.
Una participación especial de las funciones es el Coro de niñas y niños de los Talleres de Corina quienes interpretan fragmentos a manera de coro griego.
“Son como un coro griego que va contando lo que está pasando. En principio no estaba planeado el coro, pero terminé la ópera y cuando se presentó en el Festival del Centro Histórico, hace 6 años, me propusieron añadir el Coro de Niños del Centro Histórico y realmente fue una gran idea porque le dio una redondez a la obra”, destaca Marcela Rodríguez.
En opinión de la compositora, incluir a niñas y niños ayuda a acercar a las familias a este género musical. “Generalmente los niños no acuden a la ópera, pero el montaje ha sido una experiencia preciosa, recuerdo que cuando la estrenamos tuvimos temporada en las mañanas con niños de las escuelas”.
Rodríguez añade que la obra contiene mucho humor. “La idea de que la mamá fuera un hombre se le ocurrió a Catalina para ponernos al día de que hay diferentes estilos de familias, que puede haber dos mamás o dos papás, que los niños no lo vean como algo extraño sino como algo natural”.
-¿Cuál fue el reto musical?
Fue muy divertido jugar con los instrumentos. Cuando María está con el brujo que la vuelve un poco loca, hay un juego interesante de improvisación, en esta ocasión lo escucharán con grabación porque no hubo dinero, pero cuando lo hacemos con músicos en vivo el violinista entra en escena con María y hacen una armonía muy linda.
La artista señala que volver a escuchar la ópera le causó sorpresa. “La verdad que ya se me habían olvidados partes, he escrito mucha música de seis años para acá, pero escucharla otra vez me gustó”.
Al respecto, Catalina Pereda, quien interpreta a María, menciona que las niñas y los niños son un público generoso, sin prejuicios y sin nociones preconcebidas de lo que es la ópera.
“Aunque empezó como un género popular, con el tiempo se ha vuelto un objeto de museo que se asocia con lo caro. A través de esta obra buscamos desempolvar el género y acercar a los pequen os a muchos tipos de arte”, detalla.
El elenco se conforma por: Catalina Pereda, Jesús Cortés, Raúl Román, Aldo Estrada, Alejandro Márquez y Ana María Benítez. La dirección musical es de Analí Sánchez Neri, la dirección de coro está a cargo de Renata Rueda, el diseño de iluminación es de Braulio Amadís, el diseño de vestuario es de Marcela Rodríguez y la producción, de Ana María Benítez
Finalmente, la compositora Marcela Rodríguez adelanta que en noviembre, en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes se estrenará Torbellino, obra para flauta dulce y orquesta de cámara, dedicada a Horacio Franco y a sus nietos “que son un torbellino”.