Cultura

ARTGENETIC: “Tembló Acá un Delirio”. Hasta diciembre 13, Museo Universitario Arte Contemporáneo, MUAC. www.muac.unam.mx

Lo íntimo y lo institucional

Mónica Mayer, creó El Tendedero, 1978, instalación donde mujeres expresan sus opiniones de género.
ARTGENETIC Arriba: Ana Gallardo y su texto mural más un fotograma del vídeo clandestino que tomó a la trabajadora sexual; abajo de este, Minerva Valenzuela vocera de Casa Xochiquetzal cuestionando la obra de Gallardo y una imagen del Tendedero de Mónica Mayer de 1978 en el MAM. Abajo: activistas de los colectivos, @somosclapmx, @amets_mex, @lleca_org graffiteando la entrada del MUAC mientras declaran consignas; un meme contra Gallardo y una vista de la exposición de Lorena Wolffer en el MAM en 2015 y el performance de clausura donde Wolffer enterró en el Jardín Escultórico del MAM comentarios de los visitantes a esta muestra.

Ana Gallardo (Argentina 1958) es revisada con 20 años de trabajo por Alfredo Aracil, Violeta Janeiro y Alejandra Labastida. A raíz de protestas y graffitis de activistas, el 13 de octubre el MUAC cerró la exposición y el 15 retiraron definitivamente dos obras ofreciendo disculpas.

Extracto para un Fracasado Proyecto, 2011-2024, es un texto mural calado en la pared donde Gallardo externa su enojo al no poder realizar un proyecto sobre Trabajadoras Sexuales retiradas de Casa Xochiquetzal, CDMX; refugio que a cambio pidió a Gallardo 70 horas cuidando a una de ellas, y a quien junto a la directora de la casa Ana insultó en su mural, revelando el nombre de la mujer quién cuidó un sólo día y la videograbó sin su permiso en Sin título, 2011. Las condiciones insalubres descritas en el mural fueron negadas por la vocera de la casa quien acusó a Gallardo de revictimizar, difamar y violentar a esta mujer, al lugar y al Trabajo Sexual.

Mónica Mayer, creó El Tendedero, 1978, instalación donde mujeres expresan sus opiniones de género. Mayer en su carrera ha realizado encuestas, obra de archivo y gráfica, performance, etc.; recursos ampliados por Lorena Wolffer en 13 casos documentados de violencia hacia mujeres (2007-13) y los mostró en, Expuestas: Registros Públicos, 2015, Museo de Arte Moderno, MAM, exposición donde Wolffer al buscar sanar a estas mujeres tuvo un revés cuando una trabajadora del MAM, Tania Puente, sufrió acoso de otro empleado, limitándose Wolffer a incluirla en su obra.

Wolffer mostró los límites del Arte de Participación Social y Gallardo al usar fondos públicos (SACPC), y tener el respaldo del MUAC evidenció los vicios entre arte y acción social, entre sus intereses de obra y carrera y los derechos de Trabajadoras Sexuales, y a su vez, lo personal dejó de ser político y se tornó censura cuando el MUAC retiró estas dos obras. Esta dicotomía irresoluble, demuestra que el arte que pretende incidencia social, sólo puede lograrlo con la Paradoja Socioestética de dejar de ser arte, alejarse del mundo del arte y cualquier reconocimiento de autoría.

Columnista
Eduardo Egea. Eduardo Egea

IG: @egea.eduardo