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“La música me ha ayudado a tener más disciplina y paciencia”, observa María José García Hernández (12 años), del estado de Michoacán, una de las jóvenes que integra la Orquesta comunitaria del jesuita, apoyada por la Escuela de Música de Pátzcuaro.
Este sábado 19 de octubre, en el Centro Cultural Antiguo Colegio Jesuita presentó el proyecto independiente que ha creado: una orquesta de 25 integrantes ofreció un concierto para buscar patrocinadores y gente que quiera apoyar la labor iniciada con estos jóvenes hace 5 meses.
“Queremos que los jóvenes tengan diferentes experiencias musicales a partir de ensambles, como solistas y en grupo”, explica el pianista, investigador y docente Oliverio López, quien lleva esta iniciativa.
En entrevista, el músico y docente indica que una característica especial de este proyecto son las actividades sobre dirección de ensambles para jóvenes, así como arreglos y composiciones que la misma orquesta interpreta después.
“Hemos trabajado para presentar un proyecto de educación musical que tenga mayor impacto”, continúa.
Desde su perspectiva, tras 10 años de trabajo en localidades michoacanas, la música es una herramienta para el fortalecimiento de identidad y creación de nuevas opciones. “Que la música pueda ser también una oportunidad para trabajar o tener un oficio”, apunta.
“Puede funcionar para reconocerse a sí mismos, cuestiones de autoestima y autovaloración. El cómo ponerse retos lo consideramos importante, para que a partir de ello puedan niños y jóvenes observarse más allá de las cosas que comúnmente se les etiqueta: que funcione para que no solamente toquen un instrumento, sino que puedan ayudarse a sí mismos, mejorar la visión [de sí mismos] en momentos difíciles”, continúa.
Es por ello que Oliverio se ha enfocado en montar trabajos de investigación formal, que han culminado en la grabación de un disco o publicaciones de artículos.
“Con el repertorio de este momento buscamos que pueda formar parte del reconocimiento de los jóvenes en su propio contexto, comunidad y zona en que vivimos, no necesariamente desde el contexto indígena, sino una visión amplia de todas las personas que conviven de distintos orígenes”, detalla.
Gracias a la música y a estos esfuerzos de enseñanza, María José ha descubierto que puede ser más paciente consigo misma de lo que creía. En un futuro le gustaría tocar de manera profesional y viajar gracias a la música.
“La orquesta me ha enseñado a identificarme con una parte de mí y avanzar más de lo que yo creía que podía llegar en un grupo”, expresa por su parte Itzel, de 14 años, otra de las alumnas que integran este proyecto.
A través de la música, la joven ha aprendido a ver el mundo de una manera más positiva y “vibrar mucho con lo que me rodea”.
“Artísticamente hablando, yo considero que voy a tener un gran avance en el futuro y voy a llegar a tocar en un escenario muy importante”, comparte en cuanto a sus esperanzas y aspiraciones en la música.
Si deseas apoyar esta iniciativa aunque no residas en Michoacán, ya sea con dinero o donación de instrumentos -o alguna otra idea que tengas- puedes ponerte en contacto desde las redes sociales de Escuela de Música de Pátzcuaro.
También puedes escribir al correo escuelapatzcuaro@gmail.com , donde encuentras a Oliverio López, quien dirige este proyecto en coordinación con Anaí González como maestra de canto, Diego Segura como maestro de violín y viola, Néstor García como maestro de chelo y contrabajo y Diego González como maestro de solfeo.
El concierto del sábado en el Centro Cultural Antiguo Colegio Jesuita (Pátzcuaro, Michoacán) inició a las 5pm con un ensamble de maestros, continó con un “Momento de música tradicional purépecha” y terminó con la participación de la Orquesta comunitaria del jesuita.