Cultura

Hasta el viernes 25 de octubre, el IIE-UNAM será sede del coloquio que estudiará las aportaciones del pensador alemán.

Analizan legado de Winckelmann, padre de la arqueología e historia del arte

Retrato en óleo del arqueólogo alemán Johann Joachim Winckelmann (1717-1768)
Retrato de Johann Joachim Winckelmann (1717-1768) Retrato de Johann Joachim Winckelmann (1717-1768), del artista Anton von Maron (Anton von Maron)

Por primera vez en México, se celebrará el Coloquio Internacional “Tras la estela de Winckelmann. El Neoclasicismo en Iberoamérica, entre la arqueología y el arte” donde 11 ponentes expondrán cómo el pensamiento del arqueólogo alemán Johann Joachim Winckelmann (1717-1768) influyó en el estudio del pasado prehispánico y la historia del arte.

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Esta actividad se celebrará a partir de hoy y hasta el viernes 25 de octubre en el Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE) de la UNAM, de 9 a 18 hrs., algunos de los participantes serán: Eduardo Matos Moctezuma (México), Osvaldo Paneque (Cuba), Pedro Fernándes Galé (Brasil), Nanda Leonardini (Perú), Noelia López Souto (España), Iken Paap (Alemania) y Max Kunze (Alemania).

“Johann Joachim Winckelmann fue el primero que se interesó en estudiar el arte antiguo de una manera sistemática, por eso se le considera tanto el padre de la arqueología como de la historia del arte”, señala Oscar Flores, investigador del IIE y coordinador del coloquio.

Gracias al pensador alemán, los actuales investigadores dividen las temporalidades del pasado en preclásico, clásico y postclásico, además fue el creador del concepto estilo.

“Esa sistematización fue fundamental para los cimientos de la arqueología y la historia del arte. En un principio, Winckelmann aplicó sus estudios en el ámbito germánico, ahí comenzó el análisis de colecciones, pero posteriormente viajó a Roma y entró en el círculo del Cardenal Albani, encargado de las antigüedades de la corte papal”, detalla el investigador.

Winckelmann escribió libros relacionados con las antigüedades, en especial, la pintura, la escultura y, en menor grado, la arquitectura. “Sus ideas sentaron las bases de lo que será el neoclasicismo, no sólo como movimiento artístico sino como movimiento cultural” añade.

Oscar Flores comenta que en los años 50 del siglo pasado tanto en España como en México se publicaron, por primera vez, obras de Winckelmann en español.

“España publicó La historia del arte de la Antigüedad mientras que en México se editaron diversos escritos a partir de una traducción directa del alemán hecha por el profesor Juan Antonio Ortega y Medina. En los años 90, se publicó un epistolario también a cargo de Ortega y Medina”, destaca.

Además, en la segunda mitad del siglo se realizaron varias antologías e incluso se lanzó un cómic sobre la vida de Winckelmann. “Todo ello nos habla de que a pesar de ser un investigador con un perfil especializado, sí ha habido un interés por su figura”.

El especialista del IIE señala que el objetivo del coloquio es estudiar la vida de Winckelmann a través de su legado en América y en el caso de México, lo es a partir de la fundación de la primera academia de bellas artes: la Academia de San Carlos y la posterior fundación de academias y escuelas de arte en el continente, entre éstas, la Academia de Bellas Artes San Alejandro en La Habana donde la corriente fue vincular el neoclasicismo con los estudios de arte.

“No es que el neoclasicismo no se haya estudiado en América, se ha hecho, pero de manera aislada en cada uno de los países, en el coloquio buscamos crear una red y visión iberoamericana”, indica.

¿Existen obras o monumentos neoclásicos en el país?

El siglo XIX ha sido un periodo menos estudiado desde un punto de vista artístico por ser un siglo muy convulso ante la presencia de las independencias, entonces los procesos de fundación de las academias se interrumpieron por temas bélicos.

Algunos de nuestros monumentos más importantes son del estilo neoclásico, por ejemplo, la famosa escultura de Carlos IV, El Caballito de Manuel Tolsá, así como las esculturas más antiguas que se conservan sobre Avenida Paseo de la Reforma, es el caso de la escultura de Cuauhtémoc.

También el Hemiciclo a Juárez y edificios emblemáticos como la Cámara de Diputados y los teatros Degollado y Juárez. La Habana, Cuba, tuvo su capitolio como lo tiene Estados Unidos.

En el coloquio internacional dedicado a Winckelmann participarán once ponentes de diferentes países
Cartel coloquio Winckelmann En el coloquio internacional dedicado a Winckelmann participarán once ponentes de diferentes países (IIE-UNAM)

MÁRQUEZ, EL JESUITA QUE DIFUNDIÓ EL ARTE PREHISPÁNICO

La ponencia que Oscar Flores impartirá en el coloquio se titula “Las antigüedades mexicanas vistas desde Italia. La interpretación clásica de Pedro José Márquez” y como su nombre lo indica, versará sobre la figura del jesuita Márquez.

“Al igual que todos sus correligionarios, tuvo que abandonar la Nueva España cuando Carlos III dio la orden de que todos los jesuitas debían dejar los territorios de la monarquía española. Márquez fue a Italia donde vivió 50 años exiliado. Ahí terminó sus estudios y se interesó en el estudio de la arquitectura clásica, sobre todo de la arquitectura romana”, narra el investigador.

Márquez publicó seis libros sobre temas de arqueología y arquitectura clásica, y tuvo contacto con las antigüedades mexicanas a partir de dos obras que se habían impreso en México y que fueron enviadas a Italia: una edición de Antonio de León y Gama que narra el descubrimiento de la Piedra del Sol y el monolito de la Coatlicue, y un libro de José Antonio Alzate sobre las antigüedades de Xochicalco y la pirámide de El Tajín.

“Cuando Márquez tuvo esos ejemplares, decidió traducirlos al italiano y gracias eso por primera vez en Europa se tuvo un conocimiento directo de las antigüedades mexicanas estudiadas desde un punto de vista artístico, que tuvieron un lugar en los libros publicados en Roma, por tanto, tuvieron una amplia difusión”, indica.

¿Se conservan esas ediciones?

Sí, en bibliotecas europeas, por eso Márquez es más conocido en Europa que en México. En el país, el primero que lo estudió fue el historiador Justino Fernández, en 1972 publicó una selección de sus textos y a partir de ahí hasta el año 2009 que organicé un coloquio en la Academia de San Fernando (España) se realizó un libro colectivo del padre Márquez.

-- Para revisar el programa del Coloquio Internacional sobre Winckelmann, entrar a la siguiente dirección: https://www.esteticas.unam.mx/coloquio-tras-la-estela-de-winckelmann

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