Cultura

La Biblioteca Nacional de México exhibe en su Fondo Reservado la muestra “Ecos de Italia. Libro del Renacimiento italiano”

Exponen libros renacentistas censurados por la Inquisición

Casi todos los ejemplares llegaron en época virreinal y alguno que otro en el siglo XIX. Biblioteca Nacional de México.

Boccaccio escribió un tratado sobre la vida de mujeres, sin embargo, la obra fue censurada por la Santa Inquisición ya que incluía la historia e imagen de la papisa Juana. Hoy, un ejemplar de ese libro se exhibe en la Biblioteca Nacional de México como parte de la exposición Ecos de Italia. Libro del Renacimiento italiano, que estará abierta al público hasta el 13 de enero de 2025.

“En el Fondo Reservado tenemos una cantidad impresionante de libros italianos y ésta es una pequeña muestra de la riqueza de la colección de la Biblioteca Nacional que decidimos exponer aprovechando los 150 años de relaciones diplomáticas con Italia”, señala en entrevista César Manrique, co-curador de la muestra.

Los libros expuestos fueron impresos o tuvieron dueños en Venecia, Génova, Roma, Florencia y Padua, después fueron enviados a España y luego a América desde Sevilla o Cádiz para llegar a México como pertenencias de libreros o para ser vendidos en la entonces Nueva España.

Manrique explica que casi todos los ejemplares llegaron en época virreinal y alguno que otro en el siglo XIX. “Es un milagro que los tengamos aquí después de tantos viajes y peripecias”, indica.

Uno de los libros que abre la muestra es un incunable de Petrarca, impreso en 1492, (Triumphi), autor de quien la Biblioteca Nacional de México conserva docenas de ejemplares, algunos de los que se muestran son sus canciones, sus sonetos, además una traducción hecha por un criollo peruano e impreso en Madrid en 1591.

-¿Quiénes enviaron esos libros a la Nueva España?

Los libros llegaron a México de tres formas. En la primera, los libreros, en sus negocios, sobre todo los libreros sevillanos, mandaban cargas completas para vender en el mercado novohispano ya que las ciudades como México, Guadalajara y Querétaro estaban en crecimiento.

La segunda fue por las órdenes religiosas ya que cada nueva oleada de franciscanos, agustinos, jesuitas y carmelitas traían consigo toneladas de libros. La tercera es que hubo pasajeros que llegaban con sus propios libros.

Manrique señala que la literatura italiana del Renacimiento fue muy admirada. “Todo el mundo quería cartearse con los humanistas y los pintores italianos. Petrarca, Boccaccio y Dante fueron importantes porque en todos lados se les leía, se les imitaba, también a autores como Maquiavelo, Torquato Tasso y Ludovico Ariosto”.

A pesar de ese éxito, en el siglo XVI, la Inquisición empezó a ver mal algunos fragmentos de las obras italianas, por tanto, aplicó la censura de algunas de sus páginas.

“Tenemos aquí expuestos de Boccaccio, su tratado sobre la vida de las mujeres ilustres, impreso en Berna en 1539, aparece Eva, Venus, Juno y la controvertida papisa Juana donde narra que mientras va en procesión, da luz a un bebé. La censura no sólo fue en el texto sino también en el grabado. Otros libros con marcas de censura son los sermones del controvertido Girolamo Savonarola”, destaca.

El también investigador del Instituto de Investigaciones Bibliográficas de la UNAM, comenta que no sólo llegaron al país libros de literatura, también fueron de interés los tratados de matemáticas y de arquitectura, por ejemplo, los hechos por Paladio en donde explica la construcción de las columnas, capiteles, medidas y bóvedas.

Otro género son los libros de emblemas, del que se expone una edición de Iconología, de Cesare Ripa, impreso en Padua en 1625. “Abrimos la edición en América, en cómo se representó, vemos que es una mujer amazona semisalvaje, semidesnuda, bastante feroz y esa es la imagen de América que se va construyendo en la Europa del Renacimiento”.

La exposición dedica una vitrina a América en Italia y ahí se muestra la traducción en italiano en 1524 de las Cartas de relación de Hernán Cortés, la traducción de las crónicas de López de Gómara y un herbario de Castore Durante (Nuevo Herbario, impreso en Venecia, en 1617) que se exhibe en la página donde aparece la descripción e imagen del maguey.

Finalmente, Manrique comenta que el Instituto Italiano de Cultura prestó cinco de sus joyas para ser expuestas, se trata de libros de Maquiavelo, Petrarca y del historiador florentino Guicciardini. “La Rastros de lectores, censura, circulación de libros, géneros, relaciones comerciales y culturales.

¿Dónde ver la exposición?

En el Fondo Reservado de la Biblioteca Nacional de México, ubicado en el Circuito Centro Cultural, Ciudad Universitaria, CDMX. La muestra estará disponible hasta el 13 de enero de 2025. La entrada es libre y gratuita, de lunes a viernes de 9 a 19:30 horas.

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