El humor, la representación del acto sexual, imágenes de Juchitán y el uso de materiales orgánicos, son algunos de los atrevimientos que realizó Francisco Toledo (1940-2019) en las más de 120 obras que reúne la exposición “Francisco Toledo. Fábulas, Mitos y Magia” en la galería Pablo Goebel Fine Arts.
La muestra ubicada en Taine 212, Polanco, CDMX, que estará abierta al público de manera gratuita con previo registro, se podrá apreciar hasta el mes de febrero de 2025 y evidencia que la mayor parte de la obra de Toledo se encuentra en colecciones privadas y fuera del país.
“Tenemos 190 obras y 129 expuestas, fui seleccionando obra de más de 28 coleccionistas del mundo, es obra que me parecía excepcional”, comentó Pablo Goebel.
El coleccionista mencionó que los museos del país tienen muy poca obra del oaxaqueño, la mayoría está en el extranjero y en colecciones privadas.
“Sí hay una gran deuda, hay un hueco ahí (de obra de Toledo nutriendo las colecciones patrimoniales), quizá no llega al uno por ciento en las instituciones (del país)”, dijo.
-¿Cuál fue el mayor atrevimiento del artista oaxaqueño?
Vemos que recuperó muchos simbolismos de sus raíces. Toledo estudiaba muchísimo, leí que tenía 60 mil títulos (en su biblioteca), además creó instituciones y fundaciones en temas de salud, educación y ahí está el acervo fotográfico del Centro Manuel Álvarez Bravo.
“Toledo es fuera de serie. Sobre los atrevimientos, usó las tierras y las arenas en muchas de sus creaciones”, respondió.
La exposición inicia con los temas de muerte y autorretratos, piezas que el artista realizó en sus últimos años de vida.
“Hay una sinfonía de temas. Por ejemplo, la obra más temprana que mostramos es de 1961 y tenemos hasta 2019. La de los años 60 es un dibujo en tinta y es una caricatura, la hizo cuando tenía 21 años y ya se nota su propio idioma. A la par exhibimos un óleo que produjo en París”, señaló Goebel.
La muestra también reúne las distintas técnicas en las que trabajó Toledo, que fueron más de ocho, por ejemplo, hizo obra en plata, bronce, dibujos a tinta, acuarelas, grabado en cobre, xilografías, óleos, cerámicas y experimentaciones como mica cortada con láser.
“La creatividad de Toledo es inmensa, como muchos de los grandes artistas, se fogueó en las grandes capitales del arte: Nueva York y París. Sin embargo, para él fue importante regresar a su tierra natal ya que de lo aprendido en el mundo, quiso integrar a Juchitán, por ejemplo, las historias que le contaba su tía abuela que era zapatera”, señaló.
Otro ejemplo de lo anterior, son cuadros donde aparecen hamacas propias de Juchitán y fauna de la costa oaxaqueña.
Goebel destacó una serie cerámica de cañones que Toledo realizó y de la cual se exhibe un ejemplar, donde combinó la figura de un grillo y un falo.
“Forma parte de una serie hecha para ProOax, organización que creó para salvaguardar las culturas y tradiciones de los oaxaqueños y con eso financió su trabajo altruista”, dijo Danielle Goebel.
En la exposición hay dos nichos con 13 piezas de bronce, además se exhibe una pareja hecha con caparazones de tortuga, una intervención hecha en una cáscara de cacao y una carpeta con acuarelas.
“Él pintaba donde fuera, podemos ver una carta intervenida, una placa de cobre de donde obtuvo un grabado y en el que se ve la evolución de sus obras, también está un libro forrado con piel de iguana”, destacó el coleccionista.
Goebel indicó que Toledo tuvo un gran sentido del humor. “Por ejemplo, sabemos que a los perros se les puede desmembrar en el coito echándoles una cubeta de agua, y aquí en su cuadro el perro es quien le dice a otro canino que le aviente agua a los humanos”.
-¿Qué lectura se puede hacer del tema sexual en la obra de Toledo?, se le pregunta a Danielle Goebel.
Habla de su poco cuidado de ser político, de decir que es posible representar la vida sexual tanto en animales como humanos.
La hipersexualización de muchos de los animales era parte de su forma de ser, de no importarle lo que la gente pensara de sí debía haber una seriedad en la manera en que hacía su arte, fue su forma de decir que podía hacer lo que quisiera.
¿Dónde visitar la exposición?
En Taine 212, Polanco, CDMX, de lunes a viernes de 10:30 a 6:00 pm y enviar un correo electrónico a info@pgfinearts.net o escribir a las redes sociales de la Galería Pablo Goebel Fine Arts.