La escritora canadiense Margaret Atwood, autora de ‘El cuento de la criada’ (1985), ve imposible predecir qué va ocurrir en Estados Unidos tras el triunfo electoral de Donald Trump y considera necesario volver a debatir sobre las desigualdades entre clases sociales, según dijo este jueves en rueda de prensa.
“¿Tendremos una dictadura hitleriana en toda regla? Lo dudo pero realmente depende de hasta qué punto podemos creer algo de lo que Trump diga, y miente tanto que es imposible saberlo”, ha afirmado en un encuentro telemático con periodistas con motivo del lanzamiento en España y Latinoamérica de ‘Perdidas en el bosque’, su nuevo libro de relatos.
“¿Realmente va a ejecutar al jefe del ejército o es una broma? ¿Va a construir campos de concentración y meter en ellos a inmigrantes ilegales y demócratas como ha dicho? ¿De verdad va a hacer eso, lo va a permitir el pueblo americano? Habrá que verlo”, ha señalado.
Atwood ha relacionado la derrota de Kamala Harris con el escaso tiempo que tuvo para hacer campaña tras la renuncia en julio de Joe Biden a la candidatura demócrata, pero también con el hecho de ser una mujer negra.
“Creo que mucha gente, mujeres incluidas, tuvo miedo de que les hiciera lo que históricamente han hecho a mujeres como ella, es decir, había un temor de pérdida de identidad, estatus y poder con una presidencia como la suya, a pesar de que Harris se cuidó de hacer una campaña que no acentuara esos aspectos”.
Por otro lado, ha considerado que los estadounidenses se han pasado los últimos ocho o diez años debatiendo sobre identidad y apenas nada sobre clases sociales.
“Tenemos que volver a hablar de clases porque en Estados Unidos ha habido un giro en la afiliación, tradicionalmente los demócratas han representado a la clase trabajadora y los republicanos a los ricos, pero independientemente de si ha habido un cambio real, la percepción general es que ahora los republicanos representan a los trabajadores y los demócratas a la élite”.
Atwood, que alcanzó gran fama tras la adaptación televisiva de la distopía feminista ‘El cuento de la criada’, también ha considerado “muy inteligente” por parte de los republicanos haber separado la cuestión del aborto de las elecciones presidenciales al dejarlo a cargo de los estados.
“Como mujer podías votar a favor de los derechos reproductivos y al mismo tiempo votar a Trump y aparentemente eso es lo que ha ocurrido, porque siete estados de diez que celebraron el referéndum dieron luz verde al aborto”, ha recordado.
Quince relatos sobre el amor, la pérdida y George Orwell
‘Perdidas en el bosque’ es un conjunto de quince relatos con los que Atwood regresa a la ficción por primera vez desde 2019, cuando publicó la novela ‘Los testamentos’, continuación de ‘El cuento de la criada’.
En ellos aborda temas como el paso del tiempo, las relaciones familiares y la vida en pareja y defiende el pensamiento mágico y la capacidad de asombro como refugio ante la crudeza de la vida.
Dividido en tres partes, la primera y la tercera, protagonizada por un matrimonio formado por Tig y Nell, son bastante autobiográficas, ha reconocido la autora, que en 2019 perdió a su marido, el también escritor Gaeme Gibson, fallecido a los 85 años.
Hay historias que proceden de material inicialmente destinado a una novela y otras que le encargaron, como una entrevista “post mortem” que le hace al escritor George Orwell a través de una medium y en la que le plantea cuestiones que siempre le intrigaron.
Atwood ha explicado que leyó por primera vez ‘Rebelión en la granja’ siendo una niña y pensando que era una historia infantil y no una alegoría del totalitarismo.
Más tarde, con 13 o 14 años, leyó ’1984′ y le surgió la pregunta de cómo sería Estados Unidos con una dictadura totalitaria, pregunta que inspiró ‘El cuento de la criada’.
“Mi interés respecto a la política y las formas de gobierno empezó con Orwell”, ha asegurado.
Atwood ha reflexionado sobre el sentido de las distopías y las utopías en la actualidad -“las distopías no han perdido sentido porque siempre puede ir a peor"- y habló de la escritura de sus memorias, en las que está inmersa.
“Unas memorias no son una autobiografía, escribes sobre lo que recuerdas y lo que sueles recordar son cosas estúpidas y catástrofes”, ha apuntado. “No habrá mucho sobre mis vacaciones de verano, pero sí sobre esa vez que casi morimos y cosas así”.