“En la comunidad de los artistas que residimos en Cuba tenemos muy claro que, cuanto todo peligra, lo primero que hay que salvar en una nación es su cultura”, asegura el músico, pianista y compositor cubano José María Vitier en una entrevista con EFE en Madrid.
Vitier (La Habana, 1954), que se encuentra en la capital española para ofrecer un concierto de piano y presentar su libro ‘Poemas, prosas y piano acompañante’, añade que en la cultura no solo se encuentra la tradición, sino que está “el germen del futuro del país, esa ilusión, esa utopía”.
El autor de la banda sonora de la popular cinta ‘Fresa y Chocolate (1993)’ reconoce “que hay algunas cosas que probablemente no puedas hacer en Cuba, muchísimas”, y que también existe “mucha gente inconforme que está luchando por eso”, pero dice que él siempre se ha sentido libre en la isla.
“Uno se puede sentir muy libre, pero eso es producto personal. Yo siempre me he sentido libre, he hecho lo que he querido hacer, la música que he querido hacer”, afirma y añade que las libertades son “un asunto social”.
La elección de permanecer en “la isla infinita”
Acerca de la decisión de quedarse a vivir en Cuba, Vitier manifiesta que él y su familia tienen “una relación entrañable con la isla”, a la que llaman “la isla infinita porque es espiritualmente y artísticamente infinita”.
“Yo ejerzo esa libertad, de verdad, de disfrutar de vivir en Cuba, de disfrutar de las cosas que me ha aportado, sobre todo la cultura cubana, que es un manantial”, expresa Vitier, quien en 2021 recibió el Premio Nacional de Música, el galardón más importante que se otorga cada año a personalidades destacadas del arte, vivas y residentes en la isla.
“La elección haber permanecido en Cuba es algo de lo que nunca, estoy seguro, nunca me voy a arrepentir”, sentencia.
Diversidad como punto de encuentro
El pianista, que proviene de una familia ligada al mundo del arte y de las letras, hijo de los poetas Cintio Vitier y Fina García-Marruz, considera que para preservar la cultura hay que conservar “el derecho a la diversidad” en general, que está “muy amenazado” no solamente en Cuba.
Cuenta que ha encontrado en su público “una gran lección” que ve reflejada en sus publicaciones en la red social Facebook: “Podemos repasar el espectro ideológico de las personas que me siguen y me satisface mucho ver que es amplísimo, que hay un porcentaje altísimo que no se comunican con mis mismas ideas pero se comunican con mis mismas emociones. Eso me parece lo más importante que debe buscar un artista”.
Ganador de dos premios al mejor disco del año en Cuba y autor también de la banda sonora de ‘Un paraíso bajo las estrellas (1999)’, Vitier opina que hay que tratar de que “la música siga siendo un factor de comprensión del mundo y no de evasión”, por lo que cree necesario trabajar en ello “desde donde nos tocó”.