Cultura

Esta pequeña muestra “ofrece una visión auténtica del alma de nuestro patrimonio”, con piezas que invitan a embarcarse en un viaje a través de la rica historia del país insular, dice Michalis Ioannou

“Una ventana a Chipre…” es un viaje por la tradición y cultura milenaria de esta nación

mUESTRA
Chipre Una de las piezas que se exhiben. (INBAL)

“El 25 de diciembre tiene muchas connotaciones para muchas culturas y religiones: este día que el sol se aleja, la frialdad, por supuesto la tradición cristiana que apunta al nacimiento de Cristo, etc”, dice el historiador de arte, Reynier Valdés Piñeiro.

En recorrido por la muestra “Una ventana a Chipre de la mano de los Kalikantzaros de Hambis Tsangaris”, que presenta 37 serigrafías del artista Hambis Tsangaris, así como documentos que dan pequeña cuenta de la historia y cultura de Chipre, el curador explica que el hilo conductor es cronológico, se cuenta una historia que inicia el 25 de diciembre y termina el 6 de enero. Se puede visitar en el Museo Nacional de las Culturas del Mundo.

“Hubo un monopolio en la representación de Chipre por parte de los venecianos, es decir, entre sus múltiples dominaciones hay una veneciana muy importante y eso va de la mano con la época del Renacimiento y el auge de la cartografía. Venecia tuvo el monopolio de la representación de Chipre hasta el siglo XIX, cuando los ingleses hicieron una nueva cartografía”, explica el curador.

Desde su perspectiva, esto es importante de aclarar ya que la primera parte de la exposición habla de la geografía de Chipre y su singularidad, mediante mapas.

“Si ustedes se fijan en el mapa de Chipre hay un ser, algo que emerge, es un kalikantzaro, son una suerte de duendes navideños que son del folklore chipriota, griego, y de la región de los Balcanes en sentido general, y que aparece”, continúa.

De acuerdo con el curador, esta exposición va de la mano de los kalikantzaros como homenaje a las lenguas del mediterráneo, “el griego y la variante que se ha configurado en Chipre”

RECORRIDO.

El relato del recorrido empieza en la víspera de la Navidad, cuando en el folclor de chipre aparecen los “Kalikantzaros”.

En un primer momento, las serigrafias dialogan con la cartografía. Después se integran algunas piezas de un grabador de talla internacional que ha recibido numerosos premios, y que él mismo es un desplazado en su propia tierra de Chipre porque nació en el área que hoy en día llamamos la parte ocupada por Turquía, y él tuvo que desplazarse a partir del año 1964 hacia el sur donde se concentra la población.

Asimismo, a lo largo del recorrido hay una colección de mapas importantes que pertenecen al Banco Central de Chipre.

Algunas serigrafías de la serie Los Kalikatnsaros se dan la tarea de presentar el paisaje chipriota.

Lo que hizo Hambis fue ilustrar el mundo de los Balcanes, duendes que aparecen a partir del 25 de diciembre y que solo le hacen maldades a los malos. En el folklore se trata de seres algo malévolos, arbitrarios, que a veces hacen el bien y a veces el mal, que a veces secuestran personas para devolverlas con monedas de oro. Estos seres se encuentran en todo el folklore del mundo, pero en Chipre resuenan con los ‘aluches’ latinoamericanos, la insularidad del mundo de los pastores, de los campesinos el agua.

“Estos duendes hacen maldades, rompen telares, roban alimentos, todo eso ocurre a partir del 25 de diciembre para los que nos gustan la religión”, comenta el curador.

En el tercer bloque de la exposición los visitantes podrán encontrar algunos ídolos en forma de cruz, lo cual es una curiosidad porque datan de fechas anteriores al surgimiento del cristianismo. “La fórmula más fácil para resolver todo lo de la antigüedad es decir es un símbolo de fertilidad y propiciatorio de la maternidad, pero también se ha dicho que pueden ser parejas; que necesariamente es una madre sosteniendo un hijo”, considera Reynier Valdés Piñeiro
También se muestra indumentaria característica de Chipre y la exposición cierra con una cédula que explica la procedencia de las serigrafías y una referencia sobre los Kalikantzaros cantando, ante la epifanía del 6 de enero, cuando estas criaturas finalmente huyen despavoridas.

La directora del MNCM, Alejandra Gómez Colorado, celebró el esfuerzo de diversas instituciones y la unión de saberes para esta muestra. Asimismo, recordó el par de donaciones de objetos de gran valor histórico, arqueológico y etnográfico que el gobierno chipriota hizo al MNCM, en 2009 y 2010, los cuales dan muestra de la historia de la isla durante más de 10,000 años, y del intercambio cultural en este punto de encuentro de tres continentes: Asia occidental, norte de África y Europa oriental.

Resaltó que el curador de la muestra e investigador del museo, Reynier Valdés Piñeiro, dedicó varios meses de trabajo para indagar sobre las piezas, entre ellas ídolos antropomorfos de la Edad de Cobre (3900-2500 a.C.); íconos del cristianismo ortodoxo, los cuales se remontan al periodo bizantino (330-1191); cartografía de la época de dominación de Venecia en Chipre (1489-1571), y textiles tradicionales, para generar un diálogo con 37 serigrafías, realizadas por el reconocido grabador chipriota Hambis Tsangaris.

En representación del embajador de Chipre, Michalis Ioannou, la jefa de Misión Adjunta de esta oficina diplomática en España, concurrente en México, Christina Makridou, declaró que esta exposición, más que una colección de objetos, es un testimonio vivo de los perdurables intercambios artísticos que han florecido entre ambas naciones. Agregó que la muestra, aunque pequeña, “ofrece una visión auténtica del alma de nuestro patrimonio”, con piezas que invitan a embarcarse en un viaje a través de la rica historia del país insular, sus triunfos, sus retos y su inquebrantable búsqueda de un futuro mejor.

“Estas conexiones culturales han salvado enormes distancias, uniendo a nuestros pueblos y nuestras tradiciones, y enriqueciendo nuestros paisajes culturales de manera que trascienden las fronteras”, expresó.

SEIS MÓDULOS

La exposición se divide en seis módulos: el primero muestra la singularidad de la geografía de Chipre a partir de la cartografía; el segundo, realiza un homenaje a la figura de Tsangaris, desplazado a causa de la ocupación de Turquía en la parte septentrional de la isla, quien ilustra el mundo de los kalikantzaros, a la vez que muestra la geografía de su país.

La tercera sección se enfoca en las religiones chipriotas, donde convergen ídolos cruciformes asociados con la fertilidad e ilustraciones de los kalikantzaros, personajes que se cree también están vinculados a los sátiros griegos y el dios Baco, como un homenaje al helenismo, por parte del autor. El siguiente módulo aborda el periodo bizantino de Chipre, con tres íconos que dan muestra del cristianismo ortodoxo – religión mayoritaria– y la veneración de estos.

El quinto módulo lleva a una etapa más moderna, con la indumentaria tradicional de la isla, la cual resalta por sus colores sobrios, mientras que las serigrafías de Tsangaris dan cuenta del mundo fantástico-religioso de los kalikantzaros, criaturas nocturnas que desaparecen al cantar el gallo.

En el último apartado se exhibe una serie de imágenes alusivas a las travesuras de los kalikantzaros, seres que rompen telares y zapatos, roban golosinas y asustan a los campesinos, aunque no destacan por ser muy inteligentes y no saben contar más de tres.

La exposición permanecerá abierta al público hasta marzo de 2025, en el Museo Nacional de las Culturas del Mundo (Moneda 13, Centro Histórico de la Ciudad de México, a una cuadra del Metro Zócalo/Tenochtitlan). Horario: martes a domingo, de 10:00 a 18:00 horas. Entrada libre.

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