El escritor nicaragüense Sergio Ramírez, Premio Cervantes 2017 y coordinador literario de la participación española en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara (México) 2024, que arranca el 30 de noviembre, cree que “nada puede empañar la relación cultural entre España y México”.
“Los desencuentros se dan en las capas superiores de la estructura de poder, pero la relación cultural entre España y México es muy amplia y más que cordial”, dijo Ramírez, autor del programa literario de España como país invitado de honor de la feria.
Ramírez restó importancia a la tensión diplomática entre ambos países, intensificada con la exclusión del rey Felipe VI en la ceremonia de investidura de la presidenta Claudia Sheinbaum el pasado 1 de octubre, como protesta por la ausencia de disculpa pública por parte de España por “la conquista”.
“Es infortunado que esta crisis se haya cruzado por medio”, señala, “pero México es un país grande y complejo y la Feria del Libro de Guadalajara tiene su propio campo de acción, es la feria más importante en lengua española y una enorme ventana donde se hacen importantes transacciones”.
“Esto me parece que compensa cualquier mal sabor político”, recalca el autor de novelas como ‘Margarita, está linda la mar’ (1998), exiliado en España desde hace tres años a causa de la persecución que sufre en su país por parte del Gobierno de Daniel Ortega.
La FIL de Guadalajara recibirá entre el 30 de noviembre y el 8 de diciembre a 857 autores de 43 países que hablan en 19 idiomas distintos, con un programa que incluye 623 presentaciones de libros y 3.000 actividades en distintas áreas del conocimiento.
Como país invitado de honor, España acudirá con una delegación de casi 300 participantes, entre ellos más de 170 autores, como Bernardo Atxaga, Marta Sanz, Luis Mateo Díez o Irene Vallejo, entre otros.
Pero también músicos, como Rodrigo Cuevas o Christina Rosenvinge, y la chef Begoña Rodrigo, con estrella Michelin, que estará al frente del apartado gastronómico.
Un camino de ida y vuelta
Ramírez eligió como lema del programa español ‘Un camino de ida y vuelta’, en alusión a la doble dirección del intercambio cultural.
“Gran parte de los lectores de libros editados en España llegan desde América y, por otro lado, la consagración de los escritores americanos se ha dado siempre en España, es esa amalgama cultural la que queríamos hacer visible”.
Si el ‘boom’ latinoamericano de la década de los 60 y 70 del siglo pasado se dio en torno a Barcelona, ahora, según Ramírez, Madrid es “la capital cultural de América Latina”, con al menos 60 escritores viviendo y trabajando aquí, lo que considera “muy saludable”, así como el papel de las mujeres escritoras jóvenes al frente del “relevo generacional”.
Uno de los temas destacados en el pabellón español será el del exilio republicano tras la Guerra Civil (1936-1939), del que se cumplen 85 años.
“La cultura latinoamericana desde los años 30 a los 60 no se podría explicar sin el exilio español”, dice Ramírez y, en ese sentido, recuerda que muchas instituciones culturales latinoamericanas fueron impulsadas por españoles republicanos exiliados, no solo escritores sino también científicos, profesores o académicos.
“La Fundación del Colegio de México, que es una de las instituciones fundamentales de la cultura mexicana, fue obra del exilio español, así como el Fondo de Cultura Económica o la inyección de recursos humanos que recibió la Universidad de México, y esto se repitió en Argentina y en otras partes de América Latina”, dice.
Según la directora general del Libro de España, María José Gálvez, la amplia presencia española, la mayor en la historia de la FIL, obedece a “la vitalidad del sector editorial y profesional en conjunto” y al propósito de “reforzar el diálogo” entre España y México.