En el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, se rindió homenaje a Patricia Van Rhijn por su invaluable contribución al mundo editorial. Reconocida por ser una de las pioneras de la literatura infantil en México y América Latina, Van Rhijn recibió el Homenaje al Mérito Editorial, consolidando su lugar como figura clave en la promoción de la lectura y la creación de libros para niños.
Marisol Schulz, directora de la FIL, abrió la ceremonia destacando la prolífica trayectoria de Van Rhijn, quien ha dedicado su vida a crear y fortalecer un puente entre los escritores y los lectores jóvenes. Con palabras cargadas de emoción, Schulz recordó los inicios de la homenajeada, su persistencia y su profunda amistad con Elisa Bonilla, la presentadora del evento, quien lleva 31 años compartiendo historias y vivencias con Patricia.
El arte de editar: un oficio noble y fundamental
Elisa Bonilla resaltó el papel fundamental de los editores en el mundo literario. “Para mucha gente, la tarea de editar es bastante oscura, pero realmente, sin los editores y las editoras, no habría libros. Ellos son ese puente entre el escritor y el objeto libro”, enfatizó. Subrayó que la labor editorial no se limita a la comercialización de textos, sino que transforma manuscritos en obras que conectan con lectores de todas las edades.
Un camino marcado por el amor a los libros y a los niños
Van Rhijn compartió anécdotas de su carrera, entre ellas el curioso inicio que tuvo en el mundo editorial: “Empecé en la editorial por despecho”, confesó con humor, provocando risas en la sala. Tras dejar la Secretaría de Educación Pública, fundó el Centro de Información y Desarrollo de la Literatura Infantil (CIDCLI) en 1980, espacio que se convirtió en el corazón de la literatura infantil en México.
“Cuando empecé con los escritores mexicanos, quería fortalecer una literatura infantil escrita en ‘mexicano’. Necesitaba que los niños entendieran en su idioma”, explicó. Este enfoque le permitió crear historias cercanas y significativas para los pequeños lectores, revolucionando el género que, en aquel entonces, era prácticamente inexistente en el país.
El impacto de Van Rhijn trascendió fronteras al integrar autores de toda Iberoamérica en la colección En Cuento, que reflejaba la diversidad del español hablado en la región. Esta apertura marcó un hito en la representación literaria y dio voz a una generación de autores comprometidos con la infancia.
La FIL: una aliada invaluable
Van Rhijn expresó su gratitud hacia la FIL, describiéndola como una “colega” en su misión de encontrar escritores comprometidos con la literatura infantil. “En mis primeras FIL, venía a enseñar mis libros. Ahora, vengo por las relaciones públicas, porque es una de las cosas más ricas que tiene este espacio”.
Un homenaje a una vida dedicada a la literatura
La ceremonia culminó con la entrega del reconocimiento por parte de Marisol Schulz y Trino Padilla. Patricia agradeció a su equipo, a quienes calificó como parte esencial de su éxito, y subrayó la importancia de mantener políticas públicas que fortalezcan la promoción de la lectura. “El verdadero reto no fue empezar, sino mantenernos. La riqueza del sector depende de la variedad de las publicaciones”, señaló.
El legado de Patricia Van Rhijn no solo reside en los libros que ha creado, sino en las generaciones de niños que han aprendido a soñar y a amar la lectura gracias a su incansable labor. Este homenaje es un recordatorio del poder transformador de la literatura infantil y del impacto duradero de quienes dedican su vida a las palabras.