“Primero escribí muchos poemas -me quedan algunos- que Octavio no quería que se publicaran”, dijo Elena Garro (1916-1998) a Gabriela Mora, en una entrevista de 1974, que aparece en el texto introductorio y recibe al lector en la primera página de “A mi sustituta en el tiempo. Poesía de Elena Garro” (Gedisa, 2024).
La edición de esta antología, así como estudio preliminar y notas son de la ensayista e investigadora Patricia Rosas Lopátegui, quien se dio a la tarea de reunir los poemas de esta escritora directamente desde los archivos de Elena Garro.
“En realidad, los lectores no saben quién es Elena Garro, no la buscan”, comenta en conversación sobre la reciente publicación.
En diciembre de 1997, Patricia Rosas Lopátegui firmó contrato como biógrafa y agente literaria de Elena Garro y, al siguiente enero, la escritora le entregó una serie de materiales que la investigadora ha empleado en impulsar el rescate y reconstrucción de su historia oficial.
La contraportada de la reciente publicación lleva una foto de ellas juntas, tomada en julio de 1997 en Cuernavaca.
“El material que he estado publicando me lo entregaron en esa época y por razones han tenido que salir en diferentes periodos. Estoy trabajando con la heredera, lo que facilita todo este rescate y materiales que todavía están por ser reeditados o dados a conocer por primera vez”, apunta la investigadora.
Toda la poesía sobreviviente de Garro fue publicada en “Cristales de tiempo” (Rosas Lopátegui Publishing, 2016). Se ha reeditado un par de veces desde entonces, aunque la estructura es la misma: los poemas, escritos entre 1947 y 1980, están divididos en cinco ejes temáticos: “La infancia en la memoria”, “Horror y angustia en la celda del matrimonio”, “A mi sustituta en el tiempo”, “Bioy, tú me diste una tan buena lección que ya no puedo enamorarme de nadie, ni siquiera de Bioy” y “La poética del exilio”.
Además, en esta ocasión la antología contiene un texto de María Luisa Mendoza (prólogo); Notas biográficas, Inventario de los poemas y apéndice a cargo de Patricia Rosas Lopátegui; un epistolario inédito que conecta la vida de Elena Garro con algunos protagonistas de sus poemas; y un epílogo conformado por tres poemas de Helena Paz a su madre
ELENA LUZ DE POESÍA
Patricia Rosas Lopátegui considera que Elena Garro es una pionera en revelar y registrar la violencia en contra de la mujer.
Si bien en su época no existía el término feminicidio, éste ya aparecía en sus obras. Aunque Elena Garro nunca se sintió, ni autodenominó como feminista - “porque era antidogmática”, según explica Patricia Rosas Lopátegui- sí esbozó posturas e ideas afines a esta lucha por lo que la investigadora la considera un referente importante.
“Su mayor concepción de sí misma era como creadora, si en algún momento ella se hubiera afiliado a movimientos feministas de la época, ellas la hubieran juzgado, eran muy radicales y ella detestaba que le dijeran lo que debía decir y lo que no debía decir. Nunca lo aceptó en la vida política, ni en el entorno cultural”.
-¿Y en la vida privada? ¿Por qué toleró la violencia emocional, psicológica y física por Octavio Paz?
“¿Por qué no se fue? porque no podía, simplemente. Tenemos que ubicar el contexto, por varias razones Octavio Paz era una figura muy poderosa: venía de una familia de gran prestigio y gran alcurnia, a través de su abuelo- y de su padre-, de dinero, altamente reconocido, entonces él tenía un nombre. Estaba bien posicionado”, responde Patricia Rosas Lopátegui.
Por su parte, “Elena Garro era hija de un inmigrante español de clase media y de una madre mexicana procedente de Chihuahua toda su familia había sido villista, en la época posrevolucionaria en que el villismo estaba cancelado”, continúa.
Asimismo, la investigadora comenta que al casarse con ella, se volvió un objeto de posesión de Octavio Paz. Garro le pidió el divorcio muchas veces y él jamás se lo dio, en cambio le quitaba el pasaporte y amenazaba con quitarle a su hija.
“El momento en que se casa con Octavio Paz comienza el asesinato de todos los proyectos artísticos e intelectuales que Elena Garro venía desarrollando antes: ella era estudiante de la UNAM, coreógrafa del Teatro Universitario, era actriz… era una niña prodigio, así la denominaron los contemporáneos”, ahonda quien fuera su biógrafa y agente literaria.
A raíz de ese asesinato, que además estuvo acompañado de campañas de desprestigio contra la obra y figura de Elena Garro, la autora ha quedado en el olvido hasta fechas recientes en que su rescate toma vigor.
“Ahorita todavía tengo más trabajo que hacer en los materiales que están en Princeton, en Elena Garro papers”, adelanta Patricia Rosas Lopátegui.
El año pasado, la investigadora publicó “Elena Garro sin censura” (Gedisa, 2023) y anteriormente ha publicado “El asesinato de Elena Garro” (Porrúa, 2005); Diálogos con Elena Garro: Entrevistas y otros textos (Gedisa, 2020), así como Obras Reunidas 1 y 2 (Fondo de Cultura Económica, 2012), entre otras .