Con el objetivo de poner en valor a los 33 bienes arqueológicos ubicados en el Parque Museo La Venta, de Villahermosa, Tabasco, el director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto Hernández, informó que se plantea la posibilidad de construir el Museo Nacional de la Cultura Olmeca, a fin de dar cuenta de la relevancia y riqueza patrimonial legada por dicha civilización mesoamericana.
El antropólogo sostuvo que el planteamiento surgió a partir de una recomendación de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), para proteger, mediante su reubicación, a las piezas precolombinas de las inclemencias climáticas y los efectos que en ellas produce el intemperismo.
“La idea es construir un museo a la altura de la importancia de la llamada ‘cultura madre’ o ‘cultura primigenia de Mesoamérica’”, anotó al relatar que el Instituto trabajará en colaboración con el gobierno de Tabasco, encabezado por Javier May Rodríguez.
La propuesta formal, aseveró, será presentada próximamente a la Presidenta Sheinbaum Pardo, “para que podamos tener un espacio de alto nivel, resguardar a las piezas originales y contar con este destino para que las y los habitantes de Tabasco, de México y el mundo puedan disfrutar de la maravilla que fue la civilización olmeca”.
Dichos elementos corresponden a altares, estelas y cabezas colosales, fechadas entre los años 1300 y 200 a.C., las cuales, en su mayoría, fueron llevadas a la capital tabasqueña en la década de 1950 desde la ciudad prehispánica de La Venta, localizada en el municipio de Huimanguillo.
El proyecto pretende sustituir las esculturas pétreas por réplicas, para permitir el recorrido por este parque-poema, ideado por el escritor Carlos Pellicer Cámara, mientras los monumentos originales se resguardan en un espacio óptimo para su conservación.
Como parte de su participación en la conferencia matutina y en sintonía con lo planteado por la titular del Ejecutivo, en lo tocante a la defensa del maíz criollo frente a los cultivos transgénicos, el titular del INAH apuntó que la preservación del patrimonio nacional también abarca el cuidado de la milpa como sistema agroalimentario.
“Cuando se habla de impedir que prospere la siembra del maíz transgénico, el llamado no es solo a defender el patrimonio biocultural de México sino el de toda la humanidad. Legislar en esta materia es beneficiar a las culturas de todo el mundo e incluso contribuye a revertir los efectos del cambio climático”.
Finalmente, el antropólogo presentó una cápsula informativa vinculada con la divulgación del humanismo mexicano, dentro de la cual se expuso un reciente hallazgo realizado por el INAH en la Zona Arqueológica Dzibanché – Kinichná, ubicada en Quintana Roo.
Se trata de tres fachadas con relieves estucados que aluden al poderío de los Kaanu’l, una poderosa dinastía que en tiempos antiguos y bajo el símbolo de la serpiente (kaan, en maya) conquistó y gobernó a numerosos señoríos en los territorios que hoy ocupan México, Belice y Guatemala.