Cultura

La exposición se presenta en el IAGO y está conformada por 42 obras que se reúnen por primera vez. Abierta al público hasta marzo de 2025

“Gráfica Toledo 1976-1987” muestra la intimidad y evolución creativa del artista oaxaqueño

Muestra
Exposición. Una de las obras que se exhiben en el IAGO. (Inbal)

El universo estético de Francisco Toledo llega al Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO) con una muestra conformada por 42 piezas que se exhiben juntas por primera vez y muestran algunos procesos de trabajo y experimentaciones del artista durante la década de 1976 a 1987.

Se trata de una serie de litografías, metales y xilografías y que se reúnen en la exposición titulada “Gráfica Toledo 1976-1987”, que se inauguró este 27 de diciembre y permanecerá abierta al público hasta marzo de 2025.

Estas obras, dice Jou Morales, coordinador de exposiciones del IAGO revelan todas esa estética que estaba desarrollando Toledo durante esos año y son una muestra de su gran concepción estética.

“Son piezas que no estaban dentro del acervo, porque, en su momento, los tirajes se acabaron, por ello es una suerte que desde este año se integren a la colección Amigos del IAGO. Los temas que aborda son variados, que van desde animales fantásticos, tradiciones de pueblos originarios, hasta piezas más abstractas y geométricas, incluso, en algunas de ellas se puede apreciar su erotismo, que es muy famoso. Esto hace que la muestra sea muy rica”.

Jou Morales destacó que este conjunto de obra muestra otro aspecto importante sobre quien es considerado uno de los artistas que revolucionó el arte gráfico en México: “son piezas que reflejan una evolución del trabajo del maestro, así como la experimentación e investigación que realizó durante esos años”.

El coordinador de exposiciones del IAGO también detalló que muchas piezas dan cuenta de soluciones que Francisco Toledo descubrió en torno al arte gráfico: “por ejemplo, se exhibe una serie que muestra cómo borraba, intervenía, hacía rayones, manejaba los colores; cada obra de esa serie es única y diferente a la anterior, a pesar de utilizar la misma placa”.

Jou Morales dijo que son obras que permiten ver cómo se autoconstruía todo el tiempo y mezclaba técnicas. En el caso de piezas que hizo con placas metálicas, se puede observar que combinaba técnicas como aguafuerte, aguatinta, azúcar, punta seca, ácido directo. Si el resultado no le gustaba, el maestro borraba y volvía a hacer otra.

“En algunas piezas podemos ver elementos de otra, y no es que se repita la imagen, sino que, usando la misma placa, añadía o quitaba elementos, los cuales podemos ver en la misma serie o, incluso, en piezas de años posteriores”.

Morales advirtió que el recorrido por la exposición no estará dividido por núcleos temáticos, sino por secciones que exhiben esos vínculos estéticos: “en la primera sala se pueden apreciar litografías en formato mediano y a color, en la segunda están los trabajos que hizo con placas de metal y xilografía (grabado en madera) y en la tercera sala se presentan las litografías en blanco y negro. Los temas son variados, pero las piezas de cada sección dialogan y muestra sus vínculos”.

Sobre la inclusión de estas nuevas 42 piezas al acervo, resaltó que ampliarán la difusión y conocimiento del artista oaxaqueño: “parte de nuestro trabajo es contribuir a la difusión de la obra del maestro. Este cuerpo de obra no sólo podrá itinerar para que más público conozca el trabajo de Francisco Toledo, sino que también se facilita su estudio e investigación”.

Al invitar al público, subrayó que con esta muestra se podrá entender mejor el trabajo del maestro: “algunas de estas piezas ya se exhibieron como obra terminada, pero verlas dentro de este conjunto permite entender el desarrollo que tuvo Francisco Toledo en su trabajo, lo cual es otra manera de acercarnos a sus procesos”.

TOLEDO

Francisco Benjamín López Toledo nació el 17 de julio de 1940, en Juchitán, Oaxaca, donde inició su formación artística en la Escuela de Bellas Artes de Oaxaca y como discípulo del también grabador Arturo García Bustos. A los 17 años viajó a la Ciudad de México para formar parte del Taller Libre de Grabado de la Escuela de Diseño y Artesanías del Inbal, etapa en que exhibió su obra no solo en la capital mexicana, sino en Texas, Estados Unidos.

Su obra forma parte de las colecciones del Museo Tamayo, el Museo de Arte Moderno, el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca, el Museo Universitario de Arte Contemporáneo de la UNAM, el MoMA de Nueva York y el Museo de Arte Moderno de Filadelfia.

Toledo estrudió en La Esmeralda en su adolescencia. Realizó muestras de su obra en diferentes técnicas: en el Palacio de Bellas Artes, el Salón de la Plástica Mexicana, el Museo de Arte Moderno, el Museo de Arte Carrillo Gil y el Museo Nacional de la Estampa, entre otros.

En el Colegio de San Ildefonso se presentó la muestra Lu’Biaani: Toledo y la fotografía, en octubre de 2021, y Cada quien con su Toledo, en noviembre de 2022, en el Museo Nacional de la Estampa

Toledo le dio al grabado un gran impulso; por un lado, lo hizo a través de sus exploraciones, porque utilizó de forma innovadora las técnicas clásicas del grabado; por otro, hizo escuela, no directamente con alumnos, sino creando espacios e inaugurando instituciones para que germinaran nuevos talentos.

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