Imágenes de la vida cotidiana procedentes de archivos familiares componen la muestra ‘Para contar mi historia’, una exposición fotográfica inaugurada en Madrid que busca retratar al pueblo palestino “más allá de la violencia y el horror”.
Así se lo detalló a EFE el director de cine y comisario de la exposición, Pablo Llorca, quien explicó que esta muestra nace del deseo de mostrar que en Palestina hay una vida similar a la que puede haber en muchos otros lugares.
Las 125 fotografías, que estarán expuestas hasta el próxima 1 de febrero en la sala ‘Nadie, Nunca, Nada, No’, proceden de las miles que componen la colección del Palestinian Museum Digital Archive (PMDA).
El PMDA es un proyecto enfocado a preservar la memoria e identidad palestinas en un repositorio digital de libre acceso que se nutre de donaciones hechas por familias palestinas, en su mayoría, impulsado por el Palestinian Museum, una institución palestina con sede en Ramala (Cisjordania).
La memoria del día a día
A través de las imágenes, que van desde 1948 -el año de la ‘Nakba’ (catástrofe), nombre con el que se conoce en árabe a la expulsión de 800.000 palestinos de su tierra- hasta la actualidad, la muestra pretende reflejar la historia y evolución de la sociedad palestina.
“Son sujetos dolientes pero, más allá del horror de la guerra reciente, es una sociedad con su vida, sus bailes, universidades, escuelas, familias, espectáculos, teatros”, apuntó el comisario de la exposición.
Entre las imágenes de la muestra, Llorca destacó una tomada en los años cincuenta de una banda de música tocando en un hotel o restaurante que cree que podría tener vínculos con España porque en el tambor de la batería pone ‘Miguel’: “Ya se investigará”.
“Genocidio cultural”
Aun así, algunas fotografías muestran cómo la vida cotidiana de los palestinos se ve interrumpida por la violencia: un hombre sentado entre las ruinas de su casa en un campo de refugiados, palestinos huyendo durante un bloqueo de carreteras en Gaza o un joven apuntando a tropas israelíes con su tirachinas.
El contraste entre el día a día y el conflicto con Israel queda patente en imágenes de mujeres maquillándose y estudiantes de la escuela palestina de circo que se intercalan con niños que miran a través de alambradas que los separan del resto de la sociedad de Jerusalén.
Llorca, que califica de “genocidio” las prácticas del Gobierno israelí contra los palestinos, aseguró que otra de las ideas tras la muestra es poner en evidencia que la política de Israel no es sólo contra sus vidas, sino también contra su cultura, porque pretende borrar los rastros de una sociedad palestina anterior al Estado de Israel.
“Cuando el Ejército israelí invade Líbano en 1982, una columna de tanques va al Museo Palestino que estaba en Beirut y expolia mapas, fotografías, documentos y todo tipo de contratos, que desaparecen sin que nunca más se vuelva a saber de ello”, puso como ejemplo.
Más allá de la muestra
Para que las fotografías no desaparezcan con la exposición, Llorca coordinó la publicación de un libro “más allá” de la muestra.
El libro ‘Para contar mi historia’ recoge las imágenes expuestas junto con testimonios de escritores, artistas e historiadores interesados en Palestina desde puntos de vista diversos.
Los colaboradores son el dibujante español ‘el Roto’, el escritor español Juan José Millás, la historiadora marroquí Dunia el Habib, la catedrática española de Estudios Árabes e Islámicos Luz Gómez, el poeta palestino Naser Rabah, el poeta español Jorge Gimeno, el escritor español Manuel Olveira, la fotógrafa francesa Joss Dray y el artista español Javier Codesal.