Desde que Palacio Nacional se convirtiera en el hogar de la presidencia y sede de conferencias mañaneras, las medidas de seguridad que implican cierres de último momento y enormes cuerpos policiales han dificultado el acceso a los recintos del Corredor Cultural de la Calle Moneda, en el Centro Histórico de la capital mexicana: el Museo UNAM Hoy reporta una disminución de 20% en sus visitantes; en el Museo Nacional de las Culturas del Mundo la afluencia se redujo un 30%.
Así lo denuncian los directivos del Museo Nacional de las Culturas del Mundo, la Casa de la Primera Imprenta de América, el Palacio de Autonomía de la UNAM, el Museo UNAM Hoy, entre otros que conforman el Corredor Cultural Moneda.
“Nos preocupan las problemáticas que en tiempos recientes se han suscitado tanto en Calle Moneda como en Licenciado Primo de Verdad”, expuso el titular de la Casa de la Primera Imprenta de América, Antonio Zirión Pérez.
En conferencia para anunciar una serie de acciones que comenzarán con una Noche de Museos, a realizarse el miércoles 29 de enero, las instituciones aliadas con el objetivo de recuperar el espacio cultural público que supone esta zona patrimonial, declararon que tanto sus actividades como la integridad de los inmuebles se han visto afectados por una falta de consideración por parte de la seguridad capitalina.
“Estos cierres totales de la calle se llevan a cabo, además, sin previo aviso, sin comunicación oportuna, sin contemplar alternativas que mitiguen la afectación a los recintos culturales a sus públicos y usuarios. Así, la cultura y el patrimonio se han vuelto rehenes de la estrategia de seguridad de Palacio Nacional”, señaló Antonio Zirión.
VAYA VALLA
“Sabemos bien que Palacio Nacional es el epicentro de la política de nuestro país, las funciones y actores que albergan requieren seguridad especial, es sumamente comprensible”, concedió Antonio Zirión Pérez.
Le parece que siempre se ha protegido el recinto con vallas, sobre todo ante marchas que pudieran atentar contra el inmueble, pero a partir de 2018 “se ha experimentado un incremento significativo en la seguridad en la calle Moneda”, observó, lo cual se traduce en la instalación permanente de filtros y controles de acceso, con vallas metálicas y personal de seguridad en ambos lados de la calle.
“Esta restricción al libre tránsito modificó drásticamente la dinámica de la calle, impactó en el funcionamiento y en el acceso a los recintos culturales. Imagínense nada más los procesos de carga, descarga del montaje y desmontaje de exposiciones que se han vuelto una verdadera odisea, pero sobre todo -lo que más nos preocupa- es que se obstruye el disfrute de los derechos culturales de la ciudadanía”, ahondó Zirión Pérez.
De acuerdo con el titular de Casa de la Primera Imprenta de América, esta situación se afianzó durante la pandemia, entre 2020 -2022, cuando a la estrategia de seguridad se sumó el control sanitario y, en años recientes, a raíz de diversos movimientos sociales que han radicalizado sus formas de protesta, se dio pie a la cancelación definitiva de cualquier acceso vehicular en las calles Moneda y Primo de Verdad, así como a la frecuente instalación de murallas metálicas alrededor de Palacio Nacional que clausuran totalmente el paso.
“A lo largo del año pasado tuvimos cancelación de muchos eventos e inauguraciones que tuvieron que ser aplazadas, congresos internacionales a los que no pudieron llegar los ponentes de diferentes partes del mundo porque estando aquí en las vallas no los dejaron pasar”, indicó Antonio Zirión Pérez, sobre afectaciones con las que coincidió la titular del Palacio de Autonomía, Ana Belem Fernández.
Por otra parte, ha habido un incremento significativo del comercio informal a lo largo de la calle, lo cual también obstaculiza la operación de los museos y conlleva un desgaste de los inmuebles
“El portón nuestro tiene graffiti, se le han arrancado laminitas de cobre y es un portón maravilloso, único en el mundo, del siglo 17. No tenemos presupuesto para reparar constantemente”, mencionó la titular del Museo Nacional de Culturas del Mundo (MNCM), Alejandra Gómez Colorado.
“Estamos sin duda ante una problemática compleja y multifactorial. Podemos comprender que la seguridad es primordial, pedimos que se cuiden las formas y se amortigüen los daños colaterales”, añadió Antonio Zirión Pérez, para quien esto requiere un plan integral de dignificación, con soluciones arquitectónicas y urbanísticas que extiendan la iniciativa de peatonalización de Madero y el Zócalo hacia Moneda.
Cabe resaltar que todos los edificios que se encuentran en el Corredor Cultural Moneda son monumentos históricos catalogados y la UNESCO los ha declarado como patrimonio cultural de la humanidad.
Entre ellos se encuentran 11 recintos que abordan historia, gastronomía, antropología y arte contemporáneo, entre otros importantes temas de identidad y cultura nacional: Fundación Herdez A.C; Museo UNAM Hoy; Museo Nacional de las Culturas del Mundo; Museo José Luis Cuevas; Museo Ex Teresa Arte Actual; La Casa de la Primera Imprenta de América; La Antigua Academia de San Carlos: El Museo de Arte de la SHCP; El Palacio Nacional, que alberga los Murales de Diego Rivera, el Recinto Homenaje a Don Benito Juárez y el Recinto Parlamentario.
“No sólo es la parte arquitectónica, sino los acervos que cuidamos y la oferta académica”, consideró Alejandra Gómez Colorado.
“El punto más vulnerable es cuando hacemos traslado de colección y las calles están con vallas, ahí hay riesgo de mover el acervo. Hemos recibido obras sobre Correo Mayor, entre el comercio ambulante, y eso sí representa un riesgo fuerte, situaciones muy estresantes para nuestro personal de seguridad, colecciones y los mismos artistas o instituto que hace el traslado”, detalló.
INVITACIÓN AL CENTRO
“Queríamos comenzar acciones coordinadas no tanto con quejas, protestas o demandas, sino con trabajo, mostrando el valor de lo que somos, lo que hacemos y de esta manera esperamos encontrar interlocutores apropiados”, continuó Antonio Zirión Pérez.
“Una de las primeras cosas que necesitamos es que haya por lo menos un buen canal de comunicación directo con todos y cada uno de los recintos, que se nos informe cuándo habrá cierres o acciones de restricción del acceso para que podamos tomar medidas. Estamos convencidos de que lo que pedimos no es tanto, es bastante lógico y fácil de lograr en una primera instancia”, propuso.
A modo de encontrar a “los interlocutores pertinentes y efectivos”, para comunicar las problemáticas y soluciones posibles, así como resaltar el valor histórico y patrimonial, importancia artística cultural y académica de la calle Moneda y para llamar la atención sobre la preocupante crisis que atraviesan los recintos de la zona, se llevará a cabo una Noche de Museos, con visitas guiadas, talleres y acciones artísticas.
El miércoles 19 de enero será la primera de una serie de acciones conjuntas. “Tenemos algo para marzo, en el marco del 8M; y en mayo, por el Día Internacional de los Museos, para potenciar y dar a conocer al público el patrimonio que se resguarda en esta calle”, adelantó la directora del Museo UNAM Hoy, Claudia de la Garza.
Asimismo, los titulares de los recintos del Corredor Cultural Moneda invitan a la población general a usar el #MásCulturaMenosVallas.
POR ESO JOVEN.
Al terminar la conferencia de prensa, mientras los medios terminaban de recabar materiales, los policías comenzaron a interrogar a fotógrafos de algunos medios que hicieron registro de las vallas en la calle y los daños en los inmuebles, por lo que la directora del MNCM tuvo que dar al oficial Hernández un recuento pormenorizado sobre por qué había fotógrafos y reporteros trabajando ahí.
Tras una exhaustiva entrevista por parte de los oficiales, sobre la cantidad de medios que acudieron, el motivo de visita y horarios previstos, los policías compartieron que están al tanto de la situación de la Antigua Academia de San Carlos, que se ha convertido en estacionamiento de motos, reiteraron que las molestias y bloqueos de calle Moneda son por “órdenes de seguridad” y aseguraron que las vallas pesan bastante, pues de pronto les toca cargarlas o moverlas de último momento aunque eso no es realmente parte de su trabajo.