Luis Barragán fue “un poeta de los espacios que fusionó arquitectura, naturaleza y gran sensibilidad humana”, afirmó el arquitecto Felipe Leal, miembro de El Colegio Nacional, al encabezar la mesa “Casa Barragán: 20 años de Patrimonio Mundial”, con la que se recordó el aniversario del reconocimiento que la Unesco otorgó al inmueble, ubicado en la zona de Tacubaya.
Como introducción al panel, en el que participaron Fernando Ituarte, Francisco López Morales, Guillermo Eguiarte y María Bustamante Harfush, el colegiado rememoró la visita que realizó en 1981, siendo estudiante, a la Casa Luis Barragán, entonces aún habitada por el arquitecto jalisciense.
"Hace 43 años, en 1981, toqué la puerta, me atreví a tocar la puerta de la casa de Luis Barragán, en Francisco Ramírez 12, en Tacubaya. Frente al zaguán había un viejo Cadillac negro, aún semi abandonado, acorde con el aspecto deteriorado, con el aire de indiferencia urbana que tiene la fachada exterior y que, por fortuna, ha conservado", relató.
“Mi expectación era grande al entrar por el umbral bajo y sombrío. Tenía la sensación de que en forma enigmática irían apareciendo ante mí los espacios conocidos gracias a las fotografías de Armando Salas Portugal, que eran las dominantes hasta entonces, y era lo que más se conocía por esas extraordinarias fotos de Salas Portugal".
El colegiado fue conducido a la biblioteca de Barragán, donde debió esperar diez minutos antes de que apareciera el Premio Pritzker 1980. “Esperé durante unos minutos, tiempo suficiente para sentirme arropado por el ambiente del lugar. Y hablo del ambiente, porque creo que en la obra de Barragán tal es el elemento con mayor fuerza y presencia; lo que hay es una atmósfera, algo más subjetivo, incluso, que el espacio mismo“.
Un vaso con jugo de toronja aguardaba al arquitecto en ciernes. También pudo percatarse de una agenda del Museo de Arte Moderno de Nueva York, en la que estaba marcada la cita que había acordado con Barragán. A Leal le dio tiempo de husmear un poco y de sorprenderse con los espacios creados por el jalisciense: “Al crear el umbral paralelo al garage que termina en el vestíbulo y después conduce al salón, él quiso hacer una analogía con el preámbulo discreto que fue creado en la Alhambra de Granada para conducir al visitante hacia el patio de los Arrayanes, en ese pasillo enigmático que alude tanto a la pequeñez como a la grandeza. En el marco de este espacio de toda serenidad, apareció de pronto".
Esa presencia sería el preámbulo de una larga charla que se prolongó toda la tarde, la cual Barragán no permitió grabar, aunque el hechizo se había cumplido: “La tarde cayó irremediablemente. Salí de su monasterio fortaleza, cegado por la luminosidad de los muros blancos y de la inteligencia sensible, me sentí oxigenado, como si me hubiese bañado en una de sus fuentes. En la calle me recibió la penumbra, sobre la cual él ya me había advertido".
Al hablar de las condiciones en las que hace dos décadas la Unesco reconoció la Casa Luis Barragán como Patrimonio de la Humanidad, Francisco López Morales, entonces titular de Patrimonio Mundial en el INAH y encargado de llevar el expediente al pleno del consejo del organismo mundial, recordó que el 3 de junio de 1980, en Dumbarton Oaks, Estados Unidos, Luis Barragán fue condecorado con el premio Pritzker; ahí, al pronunciar su discurso, habló de las razones de su obra: “Barragán expresa de manera elocuente las directrices y líneas que habían trazado su quehacer arquitectónico y urbanístico, y señala como un acto sustantivo la imaginación poética. Él mismo declara que su obra es autobiográfica, y a mí me parece que es totalmente cierto y certero que él defina su casa como una autobiografía, que no tienen, al menos yo lo percibo así, las otras obras de Barragán”.
"Su casa sí es autobiográfica, aunque donde subyacen los recuerdos de infancia y adolescencia es en su rancho paterno; debo permitirme aquí una licencia, porque ese rancho paterno yo lo conozco, conozco toda la región, porque mi madre era de ahí y recoge algo que lo que yo viví desde la infancia, de esas casas que respiran la región de la Manzanilla y de Mazamitla. El rancho paterno conjuga las imágenes de recuerdos nostálgicos evocadores, fuentes de inspiración de la herencia de la arquitectura vernácula. Su terruño con muros de cal y canto, plazas con soportales y raíces compartidas con la arquitectura de la península ibérica y del Magreb".
La postulación de la Casa Luis Barragán a la Lista de Patrimonio Mundial, inscrita en la reunión de Suzhou, en China, en 2004, explicó, “fue aprobada por dos criterios de la inscripción: el criterio número uno está definido en los siguientes conceptos: la Casa Luis Barragán representa una obra del genio creativo humano, capaz de expresar los valores universales en una obra de belleza intemporal; el criterio número dos, bajo el cual fue inscrito, se aplicó refiriéndose al manifiesto, y eso es lo que yo creo que es esta casa, es un manifiesto artístico: la Casa Estudio Luis Barragán es un movimiento surgido de la crítica y la renovación del movimiento moderno de la arquitectura, resultado de la síntesis de otras tradiciones culturales y corrientes artísticas, heredadas de México en el medio cultural".
La inclusión de la Casa Luis Barragán a la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO, agregó López Morales, fue un hito para la historia de la Convención de la Unesco. “Esta inscripción, según yo y creo que es así, constituye un parteaguas en la historia de la evolución de la Convención, la Convención de Patrimonio Mundial si bien ya tenía bastantes cientos de bienes inscritos, la Casa Barragán sí es un desafío para que el patrimonio se entienda de una manera más amplia. Es un poco aventurado, pero yo puedo decirlo habiendo asistido durante 40 años, que esta casa sí formó o consistió en un parteaguas, porque muchos diplomáticos que atienden el comité no necesariamente conocen el valor del patrimonio”.
Más visitada por extranjeros
Ubicada exactamente en la calle Gral. Francisco Ramírez 12, de Ampliación Daniel Garza, en la alcaldía Miguel Hidalgo de la Ciudad de México, la Casa Luis Barragán es mayormente visitada por extranjeros: el 80% de las personas que llegan diariamente a recorrer el inmueble proviene de otras naciones, mientras que solo el 20% es de origen mexicano.
“Dentro del 80% de visitantes extranjeros, la gran mayoría vienen de Estados Unidos y, dentro de Estados Unidos, además, podemos hacer la separación todavía: casi todos vienen o de Los Ángeles y de Nueva York, entonces es muy interesante ver cómo se va haciendo más pequeño todo esto y cómo tenemos esta cercanía y esta asimilación", explicó Guillermo Eguiarte, director de la Casa Estudio Luis Barragán.
Eguiarte agregó que, además, entre las cinco nacionalidades que más visitan el espacio “tenemos a nuestros amigos hermanos españoles, tenemos también a los alemanes, a los canadienses y también tenemos a los japoneses, que poco a poco han retomado el lugar que antes de la pandemia era el número tres. Es interesante cómo está tomando la Casa Barragán un auge a nivel internacional, también es interesante ver que estamos recibiendo actualmente a 76 diferentes nacionalidades, lo que representa cuatro más que en 2023″.
“Es interesante ver cómo cada vez tenemos más nacionalidades, cómo va habiendo mucho más interés en el mundo por la arquitectura de Barragán pues, a final de cuentas, la Casa Barragán es el espejo de los valores profundos de México, de América Latina, Europa e, inclusive, de Asia", sostuvo.
Sobre los retos de conservación que enfrenta la Casa Luis Barragán, al igual que todo el patrimonio edificado, la arquitecta María Bustamante Harfush dijo que, “evidentemente la conservación física es importantísima, y ha dependido de la Fundación de Arquitectura Tapatía Luis Barragán y la dirección al frente. Ese mantenimiento constante, esa restauración constante, que yo creo que muchos no han sido testigos de ello, pero hace no mucho hubo una restauración en donde todas las paredes se fueron abajo y estaban casi como en obra negra y no había aplanados, fue un rescate muy profundo y nosotros lo vemos impecable".
Un segundo desafío, apuntó, “es el uso de la tecnología, que me parece también muy importante. Ya en el siglo XXI muchísimos museos a nivel mundial están utilizando la tecnología de manera muy positiva e interactiva y con contenidos muy buenos para hacerlo más atractivo. Entre esa siguiente y siguiente visita, notas que no son lugares que parar ver una sola vez en la vida, y últimamente hay muchos programas educativos, inmersiones visuales y audiovisuales que enriquecen mucho la visita o el conocimiento de Luis Barragán, de sus otras obras, de la propia casa en mayor detalle y creo que todo esto, las visitas virtuales, son también importantísimas“.
Otro tema que debe atenderse, estimó Bustamante, es el entorno. “No es un objeto aislado en medio de Tacubaya y ya, su entorno ha estado siendo amenazado con constancia en los últimos 20 años, les pongo casos: el segundo piso y la alta densidad en las avenidas periféricas, hablamos de ocho o diez niveles permitidos que afectan lo visual. Hay lugares donde es notable el edificio que se permitió construir y el cablebús reciente. Por favor, pásenlo más bajo, que no se vea en el jardín, que no se vea pasar, que no estemos viendo las góndolas cada segundo. Todo eso también, otra vez, es un logro de la Fundación de Arquitectura Tapatía Luis Barragán".
Educar e inspirar fue mencionado por la arquitecta como otro desafío. “Creo que la casa debe ser motivo de educación e inspiración, seguir promoviendo el aprendizaje, inspirando a distintas disciplinas a integrarse a la arquitectura desde muchos distintos aspectos, preocuparnos por la sostenibilidad en todos los aspectos, en lo natural, lo económico...“.
Fernando Ituarte, presidente de la Fundación de Arquitectura Tapatía Luis Barragán, se refirió al trabajo que se realiza por la preservación del patrimonio. “Nosotros resguardamos activamente el patrimonio, precisamente para todos, para que haya ruinas vivas, activas; la casa mantiene vivo el espíritu de Luis Barragán a través de su luz y su penumbra, la magia de su jardín y el misterio construido en Tacubaya. Podemos afirmar que seguimos aprendiendo con la obra del más ilustre y sensible arquitecto mexicano. Si la obra de Barragán, como él mismo afirmaba, es autobiográfica, en la casa tenemos su presencia edificada y tras 20 años de haber sido inscrita en la lista de Patrimonio Mundial, quienes la visitamos, podemos sentirnos tocados por su carisma e, incluso, imaginar que la casa hoy está mejor que nunca".
En el afán de difundir la obra de Luis Barragán, Ituarte recordó que en la pasada Feria Internacional del Libro de Guadalajara se presentó una nueva publicación en colaboración con Artes de México, el número 138 de la revista, en la que “continuamos mirando la casa, sus libros, sus patios, los personajes que la habitaron, la casa como manifiesto”.
Adicionalmente, adelantó, ya se trabaja “en una nueva colección, accesible a todos los públicos, que aborda a Luis Barragán en su horizontalidad con el mundo artístico que lo rodeaba y del que tanto se alimentó. Es decir, ya no es solo Luis Barragán visto por arquitectos y para arquitectos, sino Luis Barragán escrito por Xavier Guzmán y su cercanía. La manera en que se alimentó de historiadores, poetas, pintores, es algo que, a él, como a pocos arquitectos, le ha revelado su cercanía con esta horizontalidad, como nos gusta llamarla".
La mesa “Casa Barragán: 20 años de Patrimonio Mundial”, se encuentra disponible en el Canal de YouTube de la institución: elcolegionacionalmx.