Cultura

El libro documenta modos y contextos de más 60 artistas de diferentes generaciones. Son textos en pinturas o letras en esculturas o instalaciones, performances y a través de la voz, su origen viene de la poesía experimental, explica

“Prácticas textuales en México” es un mapa de arte creado con la palabra oral o escrita: Eloísa Hernández

Libro
Escritora. Eloísa Hernández Viramontes. (El País)

La investigadora, gestora y curadora de arte, Eloísa Hernández Viramontes clasifica como “prácticas textuales” toda aquella producción artística que se realiza basándose en la palabra oral o escrita.

“Pueden ser textos en pinturas o letras en esculturas o instalaciones, performances y a través de la voz, su origen viene de la poesía experimental”, explica.

En conversación con Crónica por la reciente publicación del libro “La palabra como lenguaje artístico. Prácticas textuales en México”, que documenta los modos y contextos de más 60 artistas de diferentes generaciones que han trabajado la estrategia textual en México, la especialista apunta que se trata de una herramienta muy socorrida en el arte contemporáneo.

“La idea es que el libro sea un mapa, está trabajado de manera cronológica. Dentro de cada capítulo busque estrategias o temas en común para facilitar el acercamiento” comenta sobre el proyecto.

Se trata de una edición bilingüe, que pretende ser un primer acercamiento al tema en nuestro país.

El libro aborda pintura, escultura e incluso spoken word a través de artistas como Betsabeé Romero, Tania Candiani, Mathias Goeritz, Ulises Carrión, Helen Escobedo, Julio Galán, Stefan Brüggemann,Aldo Chaparro, Emilio Chapela, Minerva Cuevas, Jorge Méndez Blake, B, Chantal Peñalosa, Laos Salazar, Carmen Serratos, entre otros; además de revisitar clásicos como Guadalupe Posada y Julio Ruelas, Diego Rivera, Frida Kahlo.

Arte
Libro. El volumen. (FABIAN CADENA MONTES/Archivo)

ORIGEN POÉTICO

No es poesía, aunque de acuerdo con la investigadora la exploración la plasticidad y materialidad de la palabra se origina en la poesía experimental a principios del siglo XX.

“Hay artistas que sí pueden usar poesía o que trabajan a partir de la poesía para hacer alguna reinterpretación o algún ejercicio plástico, pero creo que ya es un campo que está más en las artes plásticas”, apunta Eloísa Hernández Viramontes.

Desde su perspectiva, la poesía y las prácticas textuales tienen caminos distintos y “acá lo importante es el vínculo o la manera en que se resuelve formalmente”.

En ese sentido, sobresale en el libro la presencia de piezas de “spokenword”, que son pocas, pero incitan muchas preguntas.

A la autora le parece que al entrar en el campo de las artes hay “técnicas y soportes que los poetas no utilizan”.

“Digo, entiendo que también puede haber la llamada poesía expandida, que de alguna manera sí se puede relacionar… pero aunque surge mucho a partir de la poesía y muchos artistas siguen trabajando como detonador para sus piezas, pues ya está en el campo de las artes visuales”, opina.

-Bajo todos estos criterios, ¿Raúl Zurita o Nicanor Parra son artistas plásticos?

“Eh, pues creo que en algún momento podrían serlo, pero surge a partir de su disciplina poética, literaria”.

“De hecho, creo que a veces las prácticas textuales pueden ser polémicas porque más allá de las disciplinas artísticas se relacionan mucho con otro tipo de producciones creativas que vemos en el día a día, desde el diseño gráfico, la caligrafía, el graffiti… puede ser más cercano al público, pero habrá debate y quienes cuestionen su naturaleza”, continúa.

La selección de artistas y obras fue compleja porque una vez encaminada en la investigación, Eloísa Hernández Viramontes se dio cuenta de que muchos más artistas de los que creía utilizan la palabra como soporte en su obra.

“Me enfoqué más que nada en los artistas cuyo cuerpo de trabajo se caracteriza más por el empleo de la palabra escrita o, por ejemplo, en el caso de Betsabeé Romero que aunque no tenga muchas series con texto, tiene técnicas que otros listas que sí recurren habitualmente no han trabajado de esa manera”, ahonda.

Si bien hay varias líneas temáticas, los puntos en común entre los artistas que hacen “prácticas textuales” son las preocupaciones ante el contexto actual -desde la crítica y cuestionamiento del poder- el cual ha sido un hilo conductor a lo largo del tiempo desde el muralismo hasta nuestros días.

También permanece el vínculo con la literatura y poesía, “es algo que sigue vigente y seguirá”, opina la autora.

Esencialmente, esta publicación es el fruto de una investigación que comenzó alrededor de 2008 y pretende ser una excusa para acercar a la gente al tema.

“Tristemente, no pude incluir a muchos artistas o prácticas como el graffiti, la intención del libro es que sea un punto de partida para seguir con esta investigación y que abra el diálogo también para otras personas interesadas”, invita.

Las presentaciones próximas de “La palabra como lenguaje artístico. Prácticas textuales en México” serán el 19 de febrero en el Museo Universitario del Chopo y el 26 de abril en la Casa del Lago.

¿QUIÉN ES LA AUTORA?

Eloísa Hernández Viramontes (CDMX, 1978) es maestra en arte moderno y contemporáneo por el Centro de Cultura Casa Lamm; gestora de colecciones artísticas y documentales, así como coordinadora de proyectos culturales y expositivos.

Anteriormente ha trabajado en instituciones como Curare, A.C., Espacio Crítico para las Artes; el Museo Universitario Arte Contemporáneo, MUAC, UNAM, en el Centro de Documentación Arkheia; fue directora de proyectos de arte y de la colección de Fundación Amparo y Manuel (AMMA); y responsable de relaciones institucionales y con expositores en ZONAMACO, además de coordinar el Programa de conversaciones de la feria.

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