“De lector a escritor” (Grijalbo, 2024) se anuncia como EL “manual para contar historias efectivas e inolvidables”. “Me interesa que las buenas historias se cuenten bien”, explica sobre sus intenciones Sofía Segovia, autora de este libro.
En conversación con Crónica, la escritora regiomontana comenta las motivaciones que la llevan a dedicarse a dar talleres de escritura y, ahora, a publicar un manual del tema; además, comparte algunos aspectos de sus estrategias personales de creación.
“Siempre me preguntan ¿qué te gusta leer? A mí me gusta leer muy buenas historias, muy bien contadas. Y éstas pueden ser infantiles, juveniles, de todos los géneros, porque una historia bien contada nos va a conquistar la imaginación y nos va a llevar de viaje”, expresa.
Una inquietud que a Sofía Segovia le parece haber tenido siempre y se nota en sus novelas -empezando con Huracán- es que “México se ha convertido en un estereotipo, no nada más hacia adentro, cómo se mira a sí mismo, sino cómo se cuenta hacia afuera y cómo ha permitido que lo cuenten de fuera”.
“Y entonces pienso que eso nos ha encerrado en unas narrativas muy limitadas. Es decir, ¿cómo me vas a contar un México distinto si México es el de Frida Kahlo, los narcos… inclusive ahora esta última película. Ay, se me olvida su nombre, la película que hizo un francés sobre un narco mexicano que está muy premiada”, ejemplifica sobre la abundancia de historias mal contadas.
“Creo que los mexicanos tenemos muchas historias que contar. Nuestra historia oficial, inclusive, nos encierra en una historia muy estrecha. Tenemos muchos lazos que cortar, poder liberarnos, contar nuestra propia historia y luego contarla bien, porque yo sí pienso que somos poseedores de esta gran habilidad de contar”, continúa en cuanto al interés de publicar este libro.
“Luego podemos irnos por tangentes y esa historia que puede ser grandiosa, contarla mal, equivocarnos en el camino…” señala. Es por ello que la autora reunió la experiencia de 25 años como escritora y una larga trayectoria como tallerista.
“Trece años de encontrarme con las mismas dudas, los mismos problemas con todos los que quieren empezar; de ir a buscar y luego encontrar respuestas que no nada más vienen del instinto, sino que están compartidas en todo el mundo”, indica.
CLAVES
“Lo que funciona en un lugar, funciona en todo el mundo y en todos los tiempos, solo cambian ciertos modos”, asegura Sofía Segovia, “eso es lo que investigué para este libro. No nada más formas, sino los orígenes de los temas: por qué sobreviven las novelas clásicas, por qué todavía tenemos novelas de miles de años que siguen contando una historia que sigue funcionando”.
Si bien hubo investigación, la autora reconoce que para este manual utilizó sobre todo la colección de citas obtenida de leer a otros autores -no nada más sus novelas, sino cartas que le escriben a un amigo, por ejemplo- para discernir las que coinciden con su instinto de escritura personal.
“El instinto que encontré cuando solo era una lectora super ávida y que después me di cuenta me llevó a leer como escritora. Que eso también sucede con los lectores”, detalla.
“Yo ya sé lo que te puede detener: te puede detener el miedo, te puede detener no conocerte bien, entonces vamos a empezar por ti”, continúa.
-¿Cuál sería uno de los consejos fundamentales que das a los interesados en escribir?
“Tienes que descubrirte a ti mismo, debes de conocerte a ti y luego ya empiezas a pensar en otras cosas, porque hay mucho romanticismo en torno al oficio y el acto de escribir. Ahí quizá ya se detienen la mitad de los escritores, porque no encuentran el momento para escribir en el día, porque no pueden escribir de noche como se imaginan, fumando y bebiendo”, continúa.
Por eso su propuesta de manual es práctica, con preguntas muy puntuales para ayudar a empezar con el pie derecho a quien quiera escribir y descubra lo que necesita para crear una historia funcional.
-¿Cómo lees tú?
“Fíjate que no tengo el hábito desde la primerísima infancia de anotar y rayar los libros porque en mi época esto era casi pecado, pero admiro muchísimo, muchísimo a los lectores que llegan con mis novelas todas marcadas con banderillas, con marcas. Quisiera llevármelos todos y averiguar qué les llamó la atención”, comenta.
“Y me parece que es muy bonito ese ejercicio, pero yo no lo hago. Sin embargo, sé que aprendí a leer de manera muy interiorizada, muy sola porque en mi época no descubrí ningún libro club. Me parece que ahorita ese es un gran hallazgo, no que sea nuevo, sino que la gente está descubriendo esta manera de no leer sola”, continúa.
Su experiencia estuvo marcada por la escuela en que se educó, pues promovía la lectura y guiaba a los estudiantes con preguntas. La escritora reconoce que incluso actualmente se adentra en los libros con ciertas preguntas que ha ido encontrando instintivamente. Por ejemplo, sobre el tejido los hilos narrativos o el vaivén de los diálogos.
“Yo leo como escritora, casi siempre, cuando vale la pena”.
-¿Cómo escribes?
“Yo empecé por fallar, quedarme a medianoche y poner comas cada tres palabras. Fallar. La noche no es para mí. Aunque yo me despierto en la noche y me despierto muy seguido porque de repente me da insomnio, yo jamás voy a escribir. No me acerco a mis manuscritos. Leo. Eso sí, leo, pero no me acerco porque ya me conocí. Esto es algo que yo aprendí tropezándome y se lo doy al nuevo al nuevo escritor para que no se tropiece tanto, no vaya a ser que se quede ahí”, relata.
“Yo escribía al principio entre las vueltas al colegio de mis hijos, mientras se ponían los cachones para ir a la siguiente clase. Lo que aprendí de manera muy dura fue a robarle momentos al día para poder escribir. Aprendí todo lo que tienes que sacrificar, porque esa es otra cosa que digo ahí: escribir es sacrificar muchas cosas”, ahonda.
“Para escribir tienes que decirle que no a muchas cosas que te tientan, como un café con amigas y decir ”tengo mucho trabajo”, cuando no has sacado ni una novela y quizás mucha gente te diría, “Ay, pues en ¿qué trabaja?”. La tentación está en la calle todos los días. Así es como yo trabajo y así es como aprendí muy pronto. Tengo que escribir con disciplina porque el talento solo me va a llevar hasta cierto punto”, añade.
Para ella, el talento está muy bien, pero los escritores son quienes se sientan a escribir. Aunque todo esto lo aprendió dando tumbos, Sofía Segovia opina que lo aprendió bien y ahora ofrece esta publicación para ayudar a otros escritores a hacerse dueños de su disciplina propia.
¿Quién es la autora?
La escritora, guionista y tallerista Sofía Segovia nació y vive en Monterrey. Estudió la Licenciatura en Ciencias de la Información y la Comunicación en la Universidad de Monterrey.
Es autora de tres novelas aclamadas por la crítica internacional: El murmullo de las abejas (2015), traducida a 21 idiomas; Huracán (2016); y Peregrinos (2018), cuya edición al inglés, Tears of Amber, se convirtió en un bestseller instantáneo de Amazon y la cual ha sido traducida a 6 idiomas.