La artista visual Paulina Ávila abordó la migración y la memoria, así como el significado de las raíces, como ejes centrales de su obra, al explorar el sentido del hogar y la identidad a través de la fotografía y el cine.
Recién egresada de la Parsons School of Design, Ávila presentó en Ciudad de México sus primeras exposiciones en el país, reuniendo dos de sus proyectos más personales: ‘La memoria de las paredes’ y ‘Entre dos’, en los que aborda la historia familiar y la construcción de nuevos espacios de pertenencia.
Sus exposiciones cobran aún más relevancia en un contexto geopolítico en el que el proteccionismo de Estados Unidos ha puesto en tensión a migrantes de ambos lados de la frontera entre México y Estados Unidos, donde Ávila se ha desarrollado personal, académica y profesionalmente.
En este sentido, la artista mexicana, quien creció en la Ciudad de México y actualmente está radicada en Nueva York, destacó la importancia de regresar con su trabajo al país donde nacieron sus historias.
Las muestras, caracterizadas por una estética en blanco y negro que evoca la nostalgia, integra fotografía, performance, collage y video, explora también conceptos como el hogar y la memoria.
“Fue muy emotivo poder compartir mi obra en el lugar donde inició y con la gente que forma parte de estas historias”, comentó la artista en entrevista.
Para ella, este proceso ha representado un cierre simbólico de una etapa, aunque asegura que su exploración artística continúa en evolución.
En su obra, Ávila trabaja con archivos familiares, especialmente los de su abuelo, combinándolos con imágenes contemporáneas y entrevistas con migrantes.
Su enfoque multidisciplinario también la ha empujado a experimentar con el uso del yeso en la fotografía, buscando darle una dimensión escultórica a sus piezas.
“Me interesa invitar al espectador a experimentar el lugar del que hablo, no solo a observarlo”, explicó.
Expandiendo fronteras
El trabajo de Ávila se distingue por su fuerte carga conceptual y por la incorporación de distintos medios, como la fotografía, el video y la instalación.
Además, busca el diálogo entre disciplinas, integrando el movimiento y la danza en sus proyectos, como lo hizo en ‘Entre dos’, donde una bailarina interpretó las experiencias de migrantes a través del cuerpo.
Sobre sus planes, la artista adelantó que continuará desarrollando su exploración sobre el archivo fotográfico y su interacción con la tridimensionalidad.
Asimismo, espera seguir exhibiendo su trabajo tanto en México como en Estados Unidos, pues considera fundamental compartir estas historias en contextos diversos.
“Me interesa hablar de la migración no solo desde el desplazamiento físico, sino también desde la transformación emocional que implica dejar un hogar y construir otro”, afirmó Ávila.
Además, mencionó que su obra busca generar reflexiones sobre la identidad, el tiempo y la memoria.
Para Sofía López, directora de Sophart Gallery, espacio donde se exhibió parte de la obra de Ávila, la joven artista tiene un futuro prometedor, en medio de la exposición ‘Raíces del Futuro’.
“Se nota su talento. Es alguien con una visión clara y con una propuesta sólida”, comentó López, quien enfatizó la importancia de crear espacios que impulsen a creadores emergentes.