Pensar en la fe como un acto de resiliencia y de honrar la vida, es una de las directrices en la serie “Camino al Tepeyac” (2010) de la artista visual Alinka Echeverría. Basada en sus conocimientos antropológicos, Echeverría nos muestra una mirada donde la conexión histórica y cultural entre la imagen y la fe, son los andamios que configuran parte de las obras que estarán expuestas en uno de los apartados de Zona Maco en la Semana del Arte 2025.
En este sentido, Crónica tuvo la oportunidad de pláticas con Alinka sobre los detalles que circundan sus imágenes, pues van mucho más allá de la apreciación visual. Además, se trata de un regreso a México, pues su profesión y sus pasiones la han llevado a establecerse en otros países.
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Peregrinación: un fenómeno cultural inherente de México
Cada año, se estima que alrededor de unos 6 millones de fieles llegan a la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe en la Ciudad de México. Las historias en torno a este suceso son muchas y muy variadas. Desde juramentos, así como pagos a ‘mandas’ o peticiones, al final, las personas siempre arriban al recinto de la GAM con la esperanza de ver aquella silueta femenina envuelta en un manto y enmarcada por un halo de luz.
A partir de esta idiosincrasia, Alinka emprendió un viaje por los resquicios de la fe en el que nos comentó que “Vemos a la virgen por todos lados todos los días, pero el hecho que tú vayas caminando desde tu casa como peregrino hasta allá, cada año, es extraordinario. Y eso es lo que a mí me impactó mucho cuando fui. Cada peregrino tenía una historia diferente y realmente me llenó de preguntas”, comenta.
¿Por qué caminan? ¿Por qué peregrinar? ¿Por qué traer la imagen?
Tal es la devoción, que para muchos, peregrinar es una forma de redimirse, ya sea con la llegada de rodillas y cargando una imagen que, en algunas ocasiones, pueden llegar a pesar 30 kilos, o bien, ofrendando una prenda, un objeto o simplemente un juramento. Tal como lo menciona Echeverría, “hay un aspecto performático” que le interesó mucho para la creación de “Camino al Tepeyac”.
“Y ahí me di cuenta de que realmente el sincretismo, o sea, estamos hablando de que todavía esta fe se basa en algo que ya pasó después de 500 años. Todavía el cerro de Tepeyac es azteca de alguna forma, todavía le pertenece a Tonantzin de alguna forma. Entonces para mí esas capas de significado que tiene la fe mexicana, no solo la fe, la arquitectura, la identidad, nuestro ADN, o sea, todas estas capas de significado a mí me parece fascinante y creo que es algo que puedes estudiar durante 40 años y no te lo acabas”, asevera la artista.
El acto performático de la fé
En “Camino al Tepeyac” los peregrinos son retratados de espaldas, centrando la atención en las imágenes de la Virgen que llevan consigo. Esta elección artística invita a reflexionar sobre la interacción entre la devoción popular y la identidad individual, destacando cómo cada fiel personaliza su fe a través de símbolos y objetos cargados de significado cultural y espiritual, así como su forma de arribar a la Basílica, pues como lo mencionamos anteriormente, algunos fieles traducen esta fe en el sacrificio que puede implicar caminar desde otros estados o caminar con las rodillas hacia aquel receptáculo.
“Otra cosa que me interesó mucho como antropóloga visual, es que la fe, en este caso, tiene una relación directa con nuestro ver, nuestro ver como un acto, no sé si es performático, pero es un acto activo, tú no ves pasivamente, pensamos pasivamente, y quizás las nuevas tecnologías nos están llevando a ver pasivamente, pero en realidad, cuando una imagen entra a tu ojo, es un estímulo para el córtex visual”, agrega Echeverría.
“Todos peregrinos; estamos peregrinando nuestro propio camino”
A través de más de 100 retratos, Echeverría capturó a peregrinos de diversas edades, géneros y orígenes mientras se dirigían a la Basílica de Guadalupe, cada uno portando su propia representación de la Virgen. De ahí que las siluetas de los peregrinos sean las únicas protagonistas en cada pieza.
“No están en un vacío. No es un vacío; es un resplandor. Decidí descontextualizarlos, porque quería quitar el ruido visual, ya que ni el puesto de tacos, ni el otro peregrino, ni algún otro elemento; sólo quise enfocarme en este momento en el que peregrino está realmente caminando y enfocado”.
“Pero cada, cada individuo tiene su espacio individual, su composición y su aura individual (…) Un migrante me impresionó mucho, quien se había ido a otro lado para trabajar, y le había ido muy bien. Entonces siempre con la virgen para darle las gracias. Entonces, había muchas historias muy impresionantes, y algunos con los que no platiqué, que iban en rodillas, llorando, muchas cosas impactantes”.
“Camino al Tepeyac” en Zona Maco
La serie de “Camino al Tepeyac” ganó el prestigioso HSBC Prix pour la Photographie en 2011, otorgado por la Fundación Cultural HSBC en Francia. Y, en el ámbito internacional le ha valido galardones en FOAM TALENT en 2017, MAST Foundation Prize en 2020, las nominaciones al Prix Elysee en Suiza y Paul Huf Award, del FOAM Museum de Ámsterdam (Países Bajos) y Pollok-Krasner Award (Estados Unidos) en 2024, o el galardón a Fotógrafa Internacional del Año en los Premios Lucie 2012, entre otros.
Ahora, este 2025, Zona Maco representa una oportunidad única de apreciar la obra de Alinka Echeverría y profundizar en las lecturas que tiene “Camino al Tepeyac”, de la cual, agrega, como nota final, lo siguiente:
“Espero que podamos, con nuestro mensaje a través de la galería, comunicar un poco más, porque creo que lo que a mí me gustaría que se llevara el público, es que ellos también son peregrinos, porque tú y yo también somos peregrinos, estamos en nuestro camino personal, y a lo mejor no cargamos a una escultura de 30 kilos de la virgen cada año, pero estamos cargando nuestras propias historias, nuestros propios deseos, nuestros propios sueños, y de alguna forma estamos caminando este laberinto que todos caminamos, y este camino de decisiones, de trayectorias, de posibilidades, a nivel individual, pero también somos parte de un colectivo”.
Finalmente, la presentación de “Camino al Tepeyec” estará a cargo de SUMA Galería, en Zona Maco, del 5 al 9 de febrero, durante la Semana del Arte 2025.