Cultura

Él maneja un vocabulario de una manera muy metafórica y lo escribe en un contexto donde usa recursos literarios que en lenguas indígenas se interpretan de manera muy diferente, añade la también escritora en lenguas originarias

“Traducir `Grito hacia Roma´ de García Lorca al purépecha fue entrar a un mundo desconocido”: Rubí Tsanda

Traductora. La historiadora, traductora e intérprete purépecha, Rubí Celia Huerta Norberto, también conocida como Rubí Tsanda Huerta. (Eduardo López)

Traducir “Grito hacia Roma” de Federico García Lorca al purépecha, hizo que el texto tuviera un sentido “más identitario” para la historiadora, traductora e intérprete purépecha, Rubí Celia Huerta Norberto, también conocida como Rubí Tsanda Huerta.

“Fue un ejercicio muy confrontativo y enriquecedor”, expresa en conversación con Crónica sobre su participación en el libro publicado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) e Instituto Cervantes el año pasado.

Como una de los más de 20 traductores de lenguas originarias latinoamericanas que participó en este proyecto, Rubí Tsanda Huerta comparte su experiencia y estrategias que empleó.

“El primer reto como traductora fue adentrarme a un mundo desconocido, porque es un vocabulario que García Lorca maneja de una manera muy metafórica. Lo escribe en un contexto donde tiene que usar estos recursos literarios que en lenguas indígenas se interpretan de manera muy diferente, entonces fue todo un desafío”, relata.

Al profundizar en conceptos y confrontarse con palabras intraducibles, la traductora miró al pasado para buscar la manera de traducir las imágenes del poeta.

“Por ejemplo, la palabra elefante, cuando ese animal no existe en nuestro vocabulario pensé usar el préstamo tal cual, pero luego me basé en las historias de cuando llegaron españoles a México y venían en caballos. Los caballos no existían aquí en aquella época y para los nativos de esa época eran como venados, pero más grandes, porque sí existían los venados”, explica.

De acuerdo con esta analogía, la traductora decidió retomar elementos de percepción sobre cosas que no se habían visto antes de la llegada de los españoles y cómo se adoptaron por los pueblos originarios.

“Puedo describir al elefante desde mi cosmovisión, cómo lo interpretaría la gente que hay un elefante”, ahonda sobre lo que considera fue “traducir y retrotraducir”.

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Libro. Grito hacia Roma, de Federico García Lorca. (Archivo)

Para ella, el reto de traducción tomó casi un mes por la rigurosidad con la que lleva el proceso y le parece que la traducción es un trabajo serio que no puede hacer cualquier persona simplemente por ser hablante de una lengua.

Si bien ya conocía el poema, la traductora se puso a leer más sobre el autor y su obra.

“Posteriormente, empezar el trabajo de trasladar las ideas, los conceptos, de buscar la manera de que esa esencia no se perdiera. Mis traducciones de cualquier obra siempre las trabajo con retrotraducción. Hago el texto original, trabajo con paráfrasis, después hago la traducción y después hago la retrotraducción y ahí es donde empieza todo el proceso de análisis: ¿qué tanto se está entendiendo de una lengua hacia otra y qué tanto se está perdiendo o se está ganando? Hay muchas cosas que ya juego en esa parte”, continúa.

Asimismo, la traductora cuenta que su primer encuentro con este texto fue hace mucho tiempo, “más que nada porque la línea de escritura que también yo retomo habla sobre injusticias y usar como la poesía como un medio, un recurso, una voz para denunciar ciertas situaciones que vivimos como pueblos indígenas, en mi caso la cultura purépecha”.

En esa búsqueda de poesía y poetas con los que relacionarse se encontró la obra de García Lorca y le llamó la atención la denuncia de injusticia y discriminación, “que era lo que yo reflejo en mis textos”.

Ahora, tras haber traducido este poema y sentirlo identitariamente más cercano, señala que el ejercicio lingüístico y las relecturas de García Lorca le abrieron un panorama más amplio.

“Me movió mucho en la cuestión emocional, me llenó de una sensibilidad que yo ocupaba quizás para poder traducirla”, expresa.

Además, Rubí Tsanda Huerta observa que los retos y opiniones surgidas en torno al ejercicio de traducción fueron más o menos similares para todos los participantes de “Grito hacia Roma”.

“Platicábamos -con otros escritores que hicieron este mismo trabajo de traducir la obra de García Lorca- de cuáles eran las dificultades o cómo fue esa experiencia en otras lenguas y al final de cuentas sí coincidimos en casi en todo. Con el zapoteco, con el Tu’un Savi y otras lenguas en las que se tradujo esta obra y casi era como si estuviéramos hablando de lo mismo”, detalla.

La traductora concuerda con la expresión de una colega durante una mesa de debate en la FIL de la UNAM: “definitivamente es otra obra”.

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Libro. El espacio escultórico. (Archivo)

“No es que se haya perdido la esencia o que haya sido una traducción que no vaya acorde”, subraya, sino que en el momento de “trasladar” la obra de un idioma a otro también cambia la sonoridad y se une con la esencia identitaria de otras lenguas.

“O sea, estás usando palabras en tu lengua y esas palabras tienen mucho más profundidad que en el español”, agrega.

-¿Una recomendación de literatura Purépecha?

Rubí Tsanda Huerta recomienda acercarse al trabajo del novelista Ismael García Marcelino.

“Es profesor de la UNAM, imparte la materia de Literatura intercultural y es alguien que ha trabajado mucho desde nuestra lengua el género de la novela. Es uno de los mejores maestros que tenemos”, indica.

Próximamente, la traductora Rubí Tsanda Huerta participará en la 46° Feria Internacional del Libro en el Palacio de Minería, en un Conversatorio por el Día Internacional de la Lengua Materna. Lenguas Originarias y Poesía, junto al historiador Juan Mario Pérez Martínez, quien desde 2004 coordina el festival de poesía Las Lenguas de América.

Este encuentro se realizará el viernes 21 de febrero, de 6 a 6:45 pm, en el Salón Filomeno Mata del Palacio de Minería (Centro Histórico, CDMX).

GRITO EN 27 LENGUAS

De acuerdo con uno de los textos introductorios en el mismo libro, escrito por Luis García Montero, director del Instituto Cervantes, Federico García Lorca es el poeta español más traducido a las diversas lenguas del mundo.

Por su parte, el Presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez Pérez-Castejón también dedica unas páginas a explicar el origen de esta publicación, que se ideó por primera vez en 2023, cuando España presidió por quinta vez en su historia el Consejo de la Unión Europea.

“El Instituto Cervantes propuso la traducción del poema «Grito hacia Roma» de García Lorca a los idiomas oficiales de la Unión más el catalán, el gallego y el euskera. La cultura ocupa un lugar imprescindible en este sentido de pertenencia democrático; por ello, con motivo de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, que cuenta con España como invitada de honor en 2024, se traduce ahora el poema a una selección representativa de las lenguas maternas que conviven con el español en América Latina”, detalla.

Además de la traducción de Rubí Celia Huerta Norberto al Purépecha, esta edición incluye el poema traducido al: Aimara [Bolivia]; Desano [Colombia]; Guaraní [Paraguay]; Ikü [Colombia]; Kogui [Colombia]; Mapuzugun [Chile]; Maya Kaqchikel [Guatemala]; Maya peninsular [México]; Mazahua [México]; Mazateco [México]; Mixe [México]; Mixteco [México]; Náhuatl [México]; Namtrik [Colombia]; Nasa yuwe [Colombia]; Otomí [México]; Pemón [Venezuela]; Quechua [Perú]; Sikuani [Colombia]; Totonaco [México]; Tsotsil [México]; Tuyuca [Colombia]; Warao [Venezuela]; Wayú [Venezuela]; Zapoteco [México] y Zoque [México]

Finalmente, antes de marchar a Granada para siempre, Federico García Lorca le dejó el manuscrito original de “Poeta en Nueva York”, donde se incluye el poema “Grito hacia Roma” a José Bergamín, para su publicación. Al final de este libro se incluye dicha nota [Madrid, finales de junio/principios de julio de 1936], actualmente resguardada en el Archivo Fundación Federico García Lorca.

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