Cultura

Nuestra especie se originó en África hace unos 300 mil años, pero los contextos ecológicos y ambientales de nuestra evolución aún son poco comprendidos

Los humanos ya vivían en selvas africanas hace 150 mil años

Estudio.
Estudio. Nuevas evidencias muestran que los humanos vivieron en selvas tropicales hace al menos 150 mil años en África, el hogar de nuestra especie, mucho antes de lo que se pensaba. (JIMBOB BLINKHORN, MPG)

Nuevas evidencias muestran que los humanos vivieron en selvas tropicales hace al menos 150.000 años en África, el hogar de nuestra especie, mucho antes de lo que se pensaba.

Nuestra especie se originó en África hace unos 300.000 años, pero los contextos ecológicos y ambientales de nuestra evolución aún son poco comprendidos. En la búsqueda de respuestas, las selvas tropicales a menudo se han pasado por alto, generalmente pensadas como barreras naturales para la habitación humana.

Ahora, en un nuevo estudio publicado en Nature, un equipo internacional de investigadores desafía esta visión con el descubrimiento de que los humanos vivían en selvas tropicales dentro de la actual Costa de Marfil mucho antes de lo que se creía anteriormente.

El artículo revela que los grupos humanos vivían en selvas tropicales hace al menos 150.000 años y sostiene que la evolución humana ocurrió en una variedad de regiones y hábitats.

La historia de este descubrimiento comienza en los años 80, cuando el coautor, el profesor Yodé Guédé de la Universidad Félix Houphouët-Boigny, en una misión conjunta marfileño-soviética, investigó el yacimiento. Los resultados de este estudio inicial revelaron un yacimiento profundamente estratificado que contenía herramientas de piedra en una zona que hoy es una selva tropical. Pero no se pudo determinar la edad de las herramientas ni la ecología del yacimiento cuando se depositaron allí, según un comunicado de la Universidad de Liverpool, que participó en el estudio.

“Varios modelos climáticos recientes sugirieron que la zona también podría haber sido un refugio de la selva tropical en el pasado, incluso durante los períodos secos de fragmentación forestal“, explica la profesora Eleanor Scerri, líder del grupo de investigación Human Paleosystems en el Instituto Max Planck de Geoantropología y autora principal del estudio.

“Sabíamos que el yacimiento presentaba la mejor oportunidad posible para averiguar hasta qué punto en el pasado se extendía la habitación en la selva tropical”.

Por lo tanto, el equipo Human Paleosystems organizó una misión para volver a investigar el yacimiento.

“Con la ayuda del profesor Guédé, hemos podido trasladar la fosa original y volver a investigarla con métodos de última generación que no estaban disponibles hace treinta o cuarenta años”, explica el Dr. James Blinkhorn, investigador de la Universidad de Liverpool y del Instituto Max Planck de Geoantropología. El nuevo estudio se llevó a cabo justo a tiempo, ya que el lugar ha sido destruido desde entonces por la actividad minera.

EL DOBLE DE TIEMPO DEL ESTABLECIDO ANTES

“Antes de nuestro estudio, la evidencia segura más antigua de habitación en las selvas tropicales africanas databa de hace unos 18.000 años y la evidencia más antigua de habitación en las selvas tropicales en cualquier lugar procedía del sudeste asiático, de hace unos 70.000 años“, explica el Dr. Eslem Ben Arous, investigador del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), el Instituto Max Planck de Geoantropología y autor principal del estudio.

“Esto retrasa la evidencia más antigua conocida de humanos en las selvas tropicales en más del doble de la estimación conocida anteriormente”.

Los investigadores utilizaron varias técnicas de datación, entre ellas la luminiscencia estimulada ópticamente y la resonancia de espín electrónico, para llegar a una fecha de hace aproximadamente 150.000 años.

Al mismo tiempo, se investigaron por separado muestras de sedimentos en busca de polen, restos vegetales silicificados llamados fitolitos e isótopos de cera de hojas. Los análisis indicaron que la región estaba densamente arbolada, con polen y ceras de hojas típicas de las selvas húmedas del oeste de África. Los bajos niveles de polen de gramíneas mostraron que el sitio no estaba en una estrecha franja de bosque, sino en un denso bosque.

“Este emocionante descubrimiento es el primero de una larga lista, ya que hay otros sitios de Costa de Marfil que esperan ser investigados para estudiar la presencia humana asociada con la selva tropical“, dice el profesor Guédé.

“La evidencia convergente muestra más allá de toda duda que la diversidad ecológica se encuentra en el corazón de nuestra especie”, dice el profesor Scerri.

“Esto refleja una historia compleja de subdivisión de la población, en la que diferentes poblaciones vivían en diferentes regiones y tipos de hábitat. Ahora debemos preguntarnos cómo estas primeras expansiones de nichos humanos afectaron a las plantas y animales que compartían el mismo nicho-espacio con los humanos. En otras palabras, ¿cuánto tiempo atrás se remonta la alteración humana de hábitats naturales prístinos?"

Lo más relevante en México