La música de Ola Onabulé siempre ofrece una señal de esperanza, de amor, es un canto a la libertad y defensa de los derechos humanos y, al mismo tiempo, es alegre que te hace bailar o derramar la lágrima con sus baladas, dice Ernesto Ramos, director de la Big Band Jazz de México.
El próximo 15 de marzo, la Big Band y el cantante afro-inglés realizarán su segundo concierto en El Cantoral. El primero fue en agosto del año pasado con gran éxito. “Va a ser diferente al anterior, con música nueva”, añade Ernesto Ramos.
De esta segunda actuación, el director de la Big band dice que es
muy especial porque es un reto montar su música al ser compleja.
“Se necesita un alto grado de virtuosismo para interpretarla y, al mismo tiempo, es bastante interesante su música, porque el fin que tenemos es que cuando la escuche el público, le sea ligera. Para este concierto, estamos montando un repertorio africano con todo este pincelazo jazzístico londinense, lo que promete ser un concierto espectacular”.
¿Cuánto tiempo va a durar el concierto y cuántas piezas van a tocar? Dos horas y será un concierto con repertorio diferente al primero que fue hace un tiempo.
¿La música de Ola es un canto que viene de su esencia ancestral africana, del blues y del jazz para hablar de libertad, derechos humanos…?
Sí, su música es una forma bella y sutil de expresar este tipo de temas complejos con la música. Siempre he dicho que la música es una de las mayores expresiones que llegan a los corazones y mostrar estos temas que están a flor de piel como la libertad de expresión, la condena al racismo… es algo que Onabulé los expresa de una manera increíble con sus letras y con la música.
¿Y ahora que trabaja por segunda ocasión con Onabulé, cómo describiría al músico y al ser humano?
Al estar cerca de él y convivir, te das cuenta que los grandes genios, los grandes músicos, son extraordinarias personas y sencillas. Lo invito a comer a la casa y le preparo comida mexicana y la come con gusto, especialmente los tacos. Le gusta toda la gastronomía mexicana y obviamente agradece.
Y cuando estamos en el ensayo hicimos match con la Big Band Jazz de México, pero como todo genio musical, exige mucho y musicalmente es súper perfeccionista, le gusta que suene como él quiere, aunque confía mucho en el trabajo de la Big Band y en mi trabajo de dirección. Eso muestra su sencillez, aun cuando sea muy exigente.
Porque no hay que olvidar que Ola Onabulé canta con las mejores Big Band de Europa y está catalogado como una de las mejores voces de jazz en el viejo continente.
Por eso, él está acostumbrado a escuchar Big Band de alto nivel y afortunadamente hemos hecho un buen papel cuando viene aquí a México.
¿Cómo describe la música de Ola Onabulé?
Es rítmica, frenética, alegre al igual que él y va hacer bailar al público asistente, porque trae esa influencia africana de mucho baile, muchas percusiones, y además lo va a hacer cantar porque trae baladas hermosas con las que te saca la lágrima.
¿Y cuando plática con Ola, sobre qué hablan?
Hablamos de cosas más espirituales, de los sentimientos que uno tiene y regularmente casi no hablamos de política, pero en verdad él muestra un gran amor hacia la música, un gran amor hacia la humanidad, sus letras son expresiones sobre la complejidad en la humanidad, de las cosas que de repente nos dan tristeza.
Pero lo más importante, Ola siempre ofrece una señal de esperanza, de amor, aunque tenga letras fuertes, él expresa mucho amor. Es lo que trasmite cuando hablas con él y en el escenario lo transmite al público. Son cantos de esperanza, de amor y sales del concierto con otra sensación de la vida.
¿Un concierto inusual?
Sí e invito a todos a estos conciertos que se dan poco en México por muchas cuestiones, por lo que vale la pena ir y vean y escuchen un alto nivel de virtuosismo, tanto vocal y de la Big Band. Se van a divertir con ritmos que a lo mejor no son tan escuchados en México, con influencias londinenses y africanas.
¿Es una apuesta de alto nivel que muestra la calidad de la Big Band?
Una calidad que nos permite llegar a los 25 años de hacer música y agradezco a todo ese público que durante tantos años apoya a la Big Band, a ese público que también apoya este tipo de proyectos independientes donde no hay un patrocinador, no hay un gobierno, no hay nadie que apoye, simplemente es el amor por la música, por el arte y gracias al público que va a cada concierto de la Big Band, porque es el que nos mantiene vigentes.
Cuando hacíamos temporada en el Lunario, que fueron 13 años consecutivos, impusimos el récord de más presentaciones en el lugar. La primera Big Band que hace temporadas de tantos años gracias al público. El mes de agosto era para nosotros en el Lunario. Sus administradores confiaron y logramos hacer una etapa dorada. Esto quiere decir que hay público para este tipo de proyectos, para este tipo de música.
¿Ganarían más públicos si transmitieran sus piezas en la radio?
Sería bueno, pero lo importante es que estamos en lucha, porque hay otro tipo de propuestas, nos sólo la Big Band, de grandes artistas, músicos y las nuevas generaciones que vienen empujando fuerte.
¿Lo triste es que a lo poco los pasan en la radio y le doy un ejemplo: Eugenio Toussaint?
Tuve el gusto de hacer un disco de la Big Band con Eugenio y Armando Manzanero. Cuando grabamos dos discos con Manzanero, el arreglista de uno de esos era Eugenio Toussaint. Estuvimos en los estudios grabando la música de Manzanero y con arreglos de Eugenio. Ahí lo conocí y la verdad era una gran persona, gran artista, extraordinario músico.
Y ahora con esto te cuento que vamos a presentar en este año el nuevo disco de la Big Band Jazz de México.
¿De qué trata el disco?
Es de boleros dedicado a los grandes compositores como Álvaro Carrillo, Consuelo Velásquez, Armando Manzanero…, que desde hace mucho tiempo quería hacerlo, para recordar esa memoria musical que forjaron canciones como “Qué tristeza”, “Amarga verdad”, “Lamento borincano”, “La última noche” que vienen en el disco y que evoca esa época dorada de boleros.
Antes habíamos hecho dos discos con Mario García y la Big Band, con temas jazzísticos de mucha complejidad musical y dije bueno quiero hacer ahora un disco de boleros. Ya está el sencillo en plataformas digitales y es “La última noche”.
Además, en el disco se tuvo el honor de tener tres pinturas que me regaló Jazzamoart para la portada del disco.
Esperamos sacarlo en este marzo y viene la gira para promocionarlos: estaremos en Nayarit el 5 de abril, en Cuernavaca, en Querétaro, en Pachuca y por otros estados de República.
¿Quién canta las canciones?
Son los cantantes de la Big Band, Kareli Esparza y Alfonso Alquicira. Esa era otra cosa que queríamos: un disco con los cantantes de la Big Band. Porque la buena música, como diría el maestro Manzanero, se puede disfrutar en cualquier estilo, porque está muy bien hecha. Y en lo que toca la Big Band, son composiciones que se quedaron para la eternidad.
Si escuchan la versión de “La última noche” de la Big Band Jazz de México con sus cantantes, estoy seguro que la van a disfrutar mucho.