Cultura

El ciclo de óperas del compositor alemán Richard Wagner regresa después de 20 años

‘El anillo del nibelungo’ regresa al Bolshói renovado gracias a las altas tecnologías

Arte
Ópera El Teatro Bolshói de Moscú. (Archivo)

El ciclo de óperas ‘El anillo del nibelungo’ del célebre compositor alemán Richard Wagner regresa después de 20 años al Teatro Bolshói de Moscú en una versión renovada gracias a las altas tecnologías que realzan el carácter universal y épico de la obra.

“Finalmente hemos podido aprovechar las tecnologías más novedosas y ya la cosa no va tanto del vestuario, la escenografía, las luces, sino de una combinación de recursos novedosos que no existían hace apenas cinco años”, dijo el afamado director de orquesta Valeri Guerguiev durante la presentación del proyecto.

Una puesta en escena futurista

Y es que la actual versión de la tetralogía, que incluye las óperas ‘El oro del Rin’, ‘La valquiria’, ‘Sigfrido’ y ‘El ocaso de los dioses’, echa mano a nuevas soluciones lumínicas y proyecciones de vídeo que dan al ciclo la riqueza visual “con la que habría soñado” el compositor, añadió.

Esta nueva superproducción, realizada conjuntamente por el teatro Mariinski de San Petersburgo y el Bolshói -ambos dirigidos por Guerguiev desde diciembre de 2023-, incorpora luces a los vestuarios y la escenografía y aprovecha proyecciones de vídeo para desplazarse entre mundos, todo en un entorno tan majestuoso e impresionante como la música de Wagner.

Cuando el nibelungo Alberich, desdeñado por las sirenas y furioso, roba el oro del Rin, los espectadores ascienden desde las profundidades del río a la superficie y luego se elevan al cielo, a la morada de Wotan, gracias a la magia de la proyección y el diseño escenográfico, en un viaje que literalmente deja sin aliento.

Todo apoya la creación de este ambiente mágico: el traslúcido velo sobre el que se proyecta el juego de las aguas, las piedras que irradian luces de diferentes colores depende de dónde se encuentren, las luminosas cabelleras de las criaturas subacuáticas, las gigantescas piedras suspendidas en las alturas del castillo de Wotan.

No es la primera vez que la tetralogía se presenta en el Bolshói, ya que en 2005 también cautivó al público ruso.

Un Wagner atemporal y universal

Sin embargo, Guerguiev no considera que se trate de un simple retorno tras 20 años, sino el resultado de más de un siglo de maduración tras la visita de Wagner a Rusia en 1863, donde fue acogido con especial calidez por el público de Moscú y San Petersburgo.

“Desde hace más de 20 años buscaba lograr un ‘Anillo del nibelungo’ intemporal”, aseguró, al indicar que rechazó de plano los “uniformes nazis, botas, o gorras, y también todo aquello que remitiese a fines del siglo XIX”, una idea utilizada en otras puestas contemporáneas de las óperas.

Porque para el director, “Wagner se refería a la historia de la humanidad”, que se adentra en la profundidad de los siglos.

“Los gigantes de piedra que saldrán a escena ahora nos harán comprender que se trata de una historia mucho más profunda que diez mil años”, manifestó, al afirmar que este ciclo trasciende espacios geográficos y temporales.

“Wagner nunca dijo ni una palabra de que esta historia fuera alemana; en todo el ciclo, más de quince horas, no hay ni una referencia al país. Le interesaba todo el mundo. Y la historia va del control universal, de dominar el mundo y sus riquezas”, recordó.

Las cuatro óperas de la tetralogía se presentarán dos veces: el primer ciclo concluirá el próximo 9 de marzo y el segundo estará en escena del 13 al 16 de marzo.

Lo más relevante en México