
La Cultura iberoamericana quedó herida de gravedad durante la pandemia, según un informe elaborado por varios organismos internacionales, entre ellos la UNESCO, que cinco años después aseguran que se está recuperando gradualmente, aunque no ha alcanzado los niveles que tenía antes del COVID.
El último estudio que se tiene de las consecuencias que para el sector cultural iberoamericano tuvo la pandemia se remonta a 2021, en un informe elaborado por la Secretaría General Iberoamericana (Segib) con la colaboración de la Organización de Estados iberoamericanos (OEI) y la UNESCO.
En él se señalaba que la creación de valor económico del sector registró una caída del 13,75% en el segundo semestre de 2020 en comparación al mismo período del año anterior, y las industrias creativas y culturales representaban entre el 2 y 4% del PIB en la economía de la región.
Eso contribuyó a que se estimara que más de 2,6 millones de puestos de trabajo se vieron comprometidos por las medidas tomadas por los países para frenar la crisis sanitaria y la consiguiente crisis económica.
Un estudio completo
El análisis conjunto se llevó a cabo desde junio de 2020 y se ejecutó a partir de tres fases que consistieron, en primer lugar, en un estudio del impacto macroeconómico en el sector a partir de información cuantitativa y cualitativa proporcionada y validada por los países participantes (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Perú, Paraguay y Uruguay).
Paralelamente, una encuesta de percepción del impacto sufrido en trabajadores y empresas, con su correspondiente análisis de los resultados; y, por último, un taller con representantes de los países de la región con el fin de generar indicadores de medición sobre cultura homologables a nivel SICSUR (Sistema de Información Cultural del Sur) del MERCOSUR Cultural.
Ese informe “surgió durante la pandemia como una iniciativa de los ministros de Cultura del Mercosur (el Mercado Común del Sur), en colaboración con la UNESCO y la OEI. Y se logró establecer una metodología común para medir el impacto, algo que antes había sido un desafío debido a las diferencias entre países”, dijo a EFE Enrique Vargas, Coordinador del Espacio Cultural iberoamericano de la Segib.
Vargas, que hace hincapié en el hecho de que todos los países se pusieran de acuerdo para coordinar datos, incide en que si bien el sector cultural iberoamericano ha mostrado signos de recuperación, aún no ha alcanzado los niveles previos a la pandemia: “Los hábitos de consumo han cambiado, y algunos sectores se han transformado más que otros”.
“Algunas áreas se recuperaron con éxito, como la industria audiovisual, que en países como Uruguay ha crecido notablemente, y se han desarrollado nuevas formas de financiación y proyectos culturales, con mayor apoyo a iniciativas comunitarias y pequeñas producciones”, señala.
En general, dice Vargas, “se ha fortalecido la institucionalidad cultural en muchos países mediante programas de apoyo”, como los desarrollados por la Segib, entre ellos Ibermedia (que estimula la coproducción de películas de ficción y documentales realizados en la comunidad iberoamericana) o Ibermuseos ( que contribuye a la articulación de las políticas públicas museológicas en la región).
Desafíos financieros y reinvención del sector
Los ajustes presupuestarios post-pandemia han afectado a la financiación de la Cultura en Iberoamérica, pero a la vez han impulsado modelos alternativos de inversión, incluyendo el apoyo del sector privado.
“La brecha digital sigue siendo un reto, tanto en términos de acceso a infraestructura como de disponibilidad de dispositivos y conexión estable, explica Vargas.
Pero la pandemia también impulsó nuevas iniciativas, como la digitalización y el crecimiento del sector de videojuegos y se ha trabajado en recuperar la confianza del público en espacios culturales físicos como cines, teatros y museos.
“Aunque hay recortes presupuestarios, la cultura ha aprendido a adaptarse y buscar nuevas fuentes de financiamiento, señala el experto en el área de la Segib, para quien la cooperación internacional sigue siendo clave para impulsar el desarrollo cultural en la región.
Y en general, Vargas resume: “la cultura en Iberoamérica ha mostrado resiliencia y adaptación, con una tendencia positiva hacia la recuperación, aunque con desafíos pendientes en términos de financiación y acceso digital.”.