
El disruptivo e irreverente artista británico Grayson Perry celebró este martes su 65 cumpleaños con la inauguración de una polifacética muestra en la Wallace Collection de Londres, con 40 piezas en diversas técnicas que van de la manufactura a la tecnología.
La delicadeza de la pintura francesa de los siglos XVIII y XIX se ve salpicada por una explosión de color a través de piezas de cerámica, tapices, dibujos y diversos objetos creados por el artista que se mezclan con reconocidas obras de la colección de la galería, que cumple 125 años desde que abriera al público.
La exposición ‘Delusions of Grandeur’ (Delirios de grandeza), la mayor de arte contemporáneo que ha acogido este museo, muestra a un artista “un poco loco, pero muy inglés, con un sentido de humor especialmente inglés”, explicó a EFE Xavier Bray, director de la Wallace Collection.
La historia de Shirley Smith
Esta muestra, dividida en tres salas, gira en torno al personaje de Shirley Smith, creado por el artista, una chica del este de Londres con problemas mentales que, cuando visita la galería Wallace, sufre un ataque de nervios y se desmaya. Al despertar, está convencida de que es la hija de Richard Wallace y heredera de toda la colección.
Una de las piezas más relevantes es precisamente una gran alfombra sobre Smith, que se muestra “tomando el control, con su fantasma abajo y los rostros de sus ‘padres’, Richard Wallace y su esposa”, señaló Bray.
Esta colorida alfombra se sitúa en la ‘habitación’ de Perry, en la que también se exhiben un mueble, una cama y dibujos y pinturas en diversas técnicas junto al retrato de Madame de Pompadour, de François Boucher (1703-1770).
Esta obra es fundamental en el desarrollo artístico de Perry, pues fue al admirarla por primera vez, a sus trece años, cuando se enamoró de esa feminidad del arte rococó francés que le llevó a presentarse al mundo con un estilo ‘cross-dresser’, es decir, vestido de mujer.
“Le gusta jugar con el masculino y el femenino a la hora de vestirse. Y este cuadro que tenemos aquí en la Wallace fue una de las primeras inspiraciones para él”, añadió Bray.
Manufactura y tecnología
La variedad técnica y artística de la exposición, abierta al público hasta el próximo 26 de octubre, permite al visitante admirar obras creadas a mano por el propio artista, que también se vale de herramientas tecnológicas como Photoshop para crear tapices que luego se elaboran en una fábrica belga.
“Hemos hecho un casco de guerra pero creado por un herrero que sabe hacer estas cosas. A Perry le gusta colaborar con otros artistas para que después pueda resultar una obra de arte bien hecha”, manifestó Bray.
Además de los reconocidos jarrones de cerámica por los que saltó a la fama, en la exhibición también se pueden observar tres curiosos rifles elaborados por el propio artista en diferentes colores, técnicas y materiales, o esculturas psicodélicas que dotan a la misma de un especial “sentido del humor”.
“De alguna manera esta exposición tiene este sentido humor, pero también cuenta con una libertad artística extraordinaria”, aseguró Bray, que habló de Perry como “un artista que es ahora maduro y al que, como dice él, no le importa nada, hace lo que quiere”.
El artista, en un comunicado, agradeció a la Wallace Collection permitirle “jugar en su joyero” con una muestra que le ha ofrecido “tanto emoción como un reto único”.
“Me cautivó la artesanía que se ve en la colección, pero tuve problemas con la estética opulenta, que a veces me resultaba empalagosa”, añadió, aunque reconoció que logró dar con “una estrategia que ayudó a encontrar una nueva perspectiva”.
Esta primavera, la imagen de Perry engalanará las paredes de la casa de subastas Sotheby’s de Londres con una exhibición de fotografías realizadas por el premiado Richard Ansett, entre ellas la más reciente, un retrato escogido por el artista para celebrar sus 65 años de vida y que se tomó en la propia Wallace Collection.