
El escritor y periodista Juan Villoro aseguró este martes en Pamplona (España) que el ser humano es “totalmente sustituible” en gran parte de las funciones que desempeña.
Autor del libro ‘No soy un robot’, protagonizó una comparecencia titulada ‘Tecnología y cultura’, en la que abordó las transformaciones de la tecnología en la vida de las personas y el papel del ser humano y la cultura en este nuevo contexto.
Esta sesión formaba parte del Programa Innova, impulsado por las fundaciones Caja Navarra y la Caixa. Durante una entrevista previa, el autor reivindicó el error como una fuente de superación, pues espera “cometer los suficientes para parecer todavía humano, porque tal vez los robots perfeccionen la retórica”, ante la pregunta de si algún día un robot pueda dar este tipo de charlas.
“El error sigue siendo uno de los componentes más importantes del ser humano. No solamente porque nos identifica como una especie que es falible, sino porque algunas de nuestras mayores virtudes provienen precisamente de la superación de errores”, consideró.
El prolífico autor también planteó cómo cada vez el ser humano se está volviendo más sustituible por las máquinas, ya que “se calcula que probablemente el 70 % de los trabajos que hoy tenemos podrán ser hechos por máquina en un breve plazo”.En este sentido, abrió el debate sobre hasta dónde podrán llegar los límites de las nuevas tecnologías y la capacidad del ser humano de controlarlas, expresando que “probablemente seremos la segunda especie cognitiva del planeta y eso es algo nuevo”.
“En la teoría de la evolución, se puede ver que numerosas especies han tenido como sentido final de su existencia dar lugar a otra especie, lo que sucedió, por ejemplo, con los eslabones que llegan al Homo Sapiens. Ignoramos nuestro futuro, pero creo que estamos contribuyendo a construir algo que no podemos controlar”, reflexionó.
‘No soy un robot’Ante este nuevo paradigma, Villoro escogió precisamente el formato en papel para plantear todas estas cuestiones en ‘No soy un robot’, donde trata de “pensar cuál es el lugar de este viejo aparato que es el libro y cómo se intercepta con las tentaciones, los peligros, los desafíos y estímulos del mundo digital”, así como una defensa de la verdad, ante la proliferación de su concepto antagonista, la posverdad.
Asimismo, reivindicó la lectura y los libros como “un reto de militancia, acto de disidencia”, y que aquellos que entran en contacto con los libros tienen “una experiencia liberadora”.
“Por muchas razones, la primera de ellas es que el libro te interpela, no tiene un discurso unívoco, tenemos diferentes reacciones ante el mismo libro. Mientras que los algoritmos de los que depende toda la oferta de información en red operan por semejanza, la cultura te pone en contacto con cosas que tú no sabías que te podrían interesar. De eso trata una biblioteca”, sostuvo.
Además, abordó los retos de los medios de comunicación, que “están en peligro desde el punto de vista económico porque internet surgió como un servicio que se percibe como algo gratuito, de tal manera que la mayoría de usuarios no quieren pagar por los servicios en línea” y también ante “la proliferación de las fake news”.
Durante su ponencia, Villoro aclaró que no quiere “asumir la postura de un Nostradamus anti tecnología, esa no creo que sea la respuesta, sino utilizar las herramientas como medios, no como fines en sí mismos”.