Cultura

“Es una verdadera obra de artesanía”, explica Vojtech Mátl, responsable del proyecto

Un órgano de 33 toneladas construido en España será la nueva ‘voz’ de la catedral de Praga

Catedral. El músico Juan de la Rubia tocando el monumental órgano en El Papiol. (La Vanguardia.)

Con 13 metros de altura, más de 33 toneladas de peso y unos 5.500 tubos de madera y estaño, el nuevo órgano de la catedral de San Vito en Praga es mucho más que un instrumento: será la pieza final de uno de los templos católicos más importantes de Europa Central.

“Es una verdadera obra de artesanía”, explica a EFE Vojtech Mátl, responsable del proyecto por parte del arzobispado praguense.

“La última piedra” de la catedral

Para Mátl, este órgano representa “la última piedra” en la larga historia de la catedral, un templo cuyas obras se iniciaron en el siglo XIV en estilo gótico y fueron completadas, con ampliaciones en estilo neogótico, en 1929.

Desde entonces, el templo contaba con un órgano provisional que no lograba llenar con su sonido el inmenso espacio del edificio.

“Si la catedral está llena, el sonido se amortigua y no se oye bien. Además, no armoniza con las campanas, sobre todo con la más grande, Segismundo, que pesa 16,5 toneladas”, explica Mátl.

Consciente de esos desafíos, Grenzing y su equipo viajaron por todo el país para estudiar la tradición organística checa y diseñar un instrumento a la altura del templo y de la tradición musical checa.

Todo ello se ha plasmado en un instrumento de la máxima calidad sonora y técnica, señala Mátl.

Este colosal instrumento es fruto del esfuerzo de la empresa española Gerhard Grenzing, situada en El Papiol, cerca de Barcelona.

Su fundador, el organero alemán del mismo nombre, ganó en 2018 un concurso internacional para dotar al templo de una pieza digna de sus dimensiones y acústica.

El diseño del órgano ha sido creado a medida con el fin de lograr la mejor acústica posible. Los tubos, elaborados en madera y estaño, se elevaron más de lo previsto en un principio, para que el sonido no se pierda en la piedra y rebote en las vidrieras del templo.

La instalación del nuevo órgano, que ya ha comenzado tras reforzarse la estructura del coro para soportar el peso e instalar 10 kilómetros de cableado eléctrico para aumentar la potencia, durará unos cuatro meses.

Le seguirá un minucioso proceso de afinado que se prolongará durante 900 horas, realizado en horario nocturno para evitar la interferencia del ruido de los turistas.

El primer concierto podría sonar hacia febrero de 2026, aunque su inauguración oficial se prevé para el día de San Vito, patrón del templo, el 15 de junio de ese año.

Además, como un homenaje visual a la identidad cultural checa, el órgano llevará 180 elementos decorativos de cristal de Bohemia, diseñados por Skoda Auto y elaborados artesanalmente por la famosa cristalería Lasvit en Novy Bor.

El proyecto no habría sido posible sin la generosidad de los católicos checos. De los 4,8 millones de euros del coste total, la mayoría proviene de aportaciones ciudadanas, con cerca de 10.000 donantes.

“La gente ha contribuido con monedas antiguas, ahorros de toda una vida e incluso con dinero obtenido vendiendo su cabello”, destacó Mátl.

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