
Con homenajes previstos en España, México y su natal Uruguay, escritores, periodistas y artistas recordarán en el décimo aniversario de su muerte a Eduardo Galeano (1940-2015), el “contrahegemónico” cronista que, con un estilo “innovador” y “joven” plasmado en una obra tan leída como vigente, marcó generaciones y trascendió fronteras.
Así lo destaca en un diálogo con EFE el periodista Roberto López, quien el 25 de abril participará en Madrid, junto al escritor uruguayo Hugo Achugar y a la catedrática de literatura hispanoamericana Trinidad Barrera, de un acto de homenaje al autor organizado por la Embajada de Uruguay en España y la editorial Siglo XXI.
Homenajes sin fronteras
Esa actividad, detalla, será “como una continuación” del que ya reunió el 9 de abril en Casa de América al periodista argentino Martín Caparrós y al cantautor español Joan Manuel Serrat en una mesa redonda sobre el legado de Galeano, quien falleció en Montevideo, a causa del cáncer de pulmón que padecía, el 13 de abril de 2015.
Mientras que en Barcelona y en Ciudad de México están previstos para el domingo un concierto conmemorativo y un acto literario-musical de homenaje, en Montevideo, López señala que la Asociación Amigos de Eduardo Galeano, que él integra, hará este sábado un brindis en su honor en el Café Brasilero.
“Va a ser una actividad muy íntima, más que nada para que haya una presencia de Eduardo en el café que era su segundo hogar, y antes de fin de mes vamos a organizar junto con otros amigos un encuentro más abierto al público”, explica sobre la actividad en la que estarán involucradas la Fundación Mario Benedetti y la Fundación Vivian Trías.
Un cronista con poesía
Autor del libro ‘Eduardo Galeano, un ilegal en el paraíso’, López dice que el escritor recordado por muchos fundamentalmente por su ensayo ‘Las venas abiertas de América Latina’ “siempre tuvo un diálogo muy fructífero con las generaciones anteriores” pero también “permanentes puentes con los autores emergentes”.
Jefe de redacción del emblemático semanario de izquierda uruguayo Marcha con 20 años, fue de la mano de la viñeta periodística corta que Galeano desarrolló el “innovador” estilo que hasta hoy los jóvenes de Iberoamérica ven “como un punto de referencia de sus lecturas”.
“No podemos pensar a Galeano como un novelista o un cuentista, tenemos que pensarlo como un cronista que utilizaba las herramientas de la narrativa y de la poesía -era un gran lector de poesía-, para contarnos la realidad”, puntualiza López, quien identifica a ‘Días y noches de amor y de guerra’ como el libro “inaugural” del estilo consolidado en la trilogía ‘Memoria del fuego’.
Influenciado por los poetas griegos Odysséas Elýtis y Constantino Cavafis, dice López, Galeano encontró en “las formas breves” un aliado clave para su narrativa, en la que “tenía una lucha particular con la economía del lenguaje o decir lo más utilizando lo menos” que lo llevó a también venerar la obra del mexicano Juan Rulfo, un “maestro” en ello.
Una vigencia enorme
Devenido con el tiempo en un autor “incómodo”, de impronta “gramsciana” y “contrahegemónica”, en sus comienzos Galeano tuvo en los dirigentes de Marcha Carlos Quijano y Juan Carlos Onetti, y en el político Vivian Trías a sus tres “padres” formadores.
“Onetti fue su padre literario, Quijano su padre periodístico y Trías su padre político. Con esas tres influencias se construyó a sí mismo, no en el sentido del hombre que se hace solo sino de la persona que tamiza por su sensibilidad e inteligencia las influencias de los demás”, acota López, quien lo reconoce como parte de la generación del 60, “hijo” de la del 45 y “hermano mayor” de las posteriores.
“Él tuvo la sensatez de no volverse padre de nadie y eso también explica un poco su vigencia”, argumenta sobre el autor cuya obra, enfatiza, aborda problemas que como la pobreza, “el abuso contra las mujeres” y “la discriminación contra los inmigrantes” o “el ascenso de la ultraderecha”, que lo hacen ser un autor de “una vigencia enorme”.