Cultura

Ocho mujeres y 20 hombres se reunieron desde temprano en la Capilla de Guadalupe para preparar las cadenas y espinas de huizache, así como ofrecer las primeras oraciones

Los engrillados mexicanos: 40 años de cargar hasta 80 kilos de cadenas por Viernes Santo

Viernes Santo. Penitentes conocidos en México como engrillados participan en la procesión de Viernes Santo. (EFE)

Los engrillados mexicanos cumplen este Viernes Santo 40 años de una tradición en la que cargan hasta 80 kilos de cadenas, así como espinas en el cuerpo, para honrar la Pasión de Cristo en el municipio de Atlixco, en Puebla, estado del centro de México.

Ocho mujeres y 20 hombres se reunieron desde temprano en la Capilla de Guadalupe para preparar las cadenas y espinas de huizache, un tipo de cactus, así como ofrecer las primeras oraciones para ofrecer sus mandas a Dios o promesas a Dios, y agradecer lo recibido el último año.Las mujeres se colocan las túnicas cortas para dejar libres brazos y piernas, los hombres utilizan un taparrabos con el torso y extremidades al descubierto, y todos portan color morado o negro como lo marca el luto en la religión católica.

Después se colocan cadenas cruzadas en espalda y pecho, y amarradas en los tobillos, que en conjunto llegan a pesar de 25 a 80 kilos por persona, para después clavarse espinas con las que recorrerán tres kilómetros, en alusión al último camino de Jesucristo.Luis Abraham Moranchel, coordinador de los Engrillados de la Capilla de Guadalupe de Álvaro Obregón, compartió a EFE que la tradición cumple 40 años, por están apoyando a nuevos participantes en su proceso físico, mental y espiritual.

“Para los que son nuevos, se les pide que al mediodía salgan descalzos, para que más o menos se vayan acoplando al clima, al sol, y al piso, porque si vas a llegar como si nada el mero día, se va a resentir el calor del chapopote (tipo de asfalto) y del cemento, se necesita preparación y tener buena condición física”, describió.

Margarita Domínguez expresó que es el primer año que participa en la procesión para agradecer porque, pese a todo lo que ha pasado en su vida, la fe la motivó a salir adelante.“Lo que me mueve es mí fe, el amor a mis hijos, es lo que más me motiva la fe”, compartió la mujer.La feligrés expuso que cambió su estilo de vida para llegar a este día.“

Primero que nada. tuve que acercarme más a Dios, ingresé a un curso bíblico y decidí esto porqué sé qué le estoy ofreciendo Dios por todo lo que he vivido”, contó.Las tradiciones de Semana Santa se conjugan con el folclor en México, donde hay casi 98 millones de católicos, la segunda cifra más alta del mundo, sólo por detrás de Brasil, según el último censo de 2020.

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