Cultura

El rector inaugura la Fiesta del Libro y la Rosa 2025 que, dice: “no es sólo la suma de actividades culturales y una vasta y rica oferta; es ante todo una expresión viva del espíritu universitario, un entramado de afectos compartidos, pluralidad de ideas y un diálogo permanente”. Crónica participa por primera vez con su estand

La UNAM sigue siendo un espacio seguro para las ideas: Leonardo Lomelí

Libros. Rosa Beltrán y el rector de la UNAM , Leonardo Lomelí. (BENJAMIN_CHAIRES/UNAM)

Para Leonardo Lomelí Vanegas, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Fiesta del Libro y la Rosa 2025 “no es sólo la suma de actividades culturales y el despliegue de una vasta y rica oferta; es ante todo una expresión viva del espíritu universitario, un entramado de afectos compartidos, pluralidad de ideas y un diálogo permanente entre generaciones, lenguas, disciplinas, formas de mirar la realidad”.

Según manifestó durante la inauguración del evento que se realiza este fin de semana (del 25 al 27 abril) en el Centro Cultural de Ciudad Universitaria, el eje temático que convoca a la comunidad lectora y universitaria son los exilios, memorias y reencuentros, tema que “emerge desde la las entrañas del siglo XX, pero interpela de manera directa y urgente una gran cantidad de problemáticas contemporáneas”.

“Nos permite reflexionar sobre el desarraigo, el despojo, la nostalgia que se convierten en acción colectiva y de la palabra como posibilidad de renovación. En este sentido, México ha sido un país solidario y que abraza a quienes lo necesitan”, continuó y agregó que la UNAM sigue siendo un espacio seguro para las ideas.

“La UNAM fiel a su compromiso con la justicia y la libertad ha sido y sigue siendo un puerto seguro para quienes defienden la ciencia, la poesía, la cultura y la verdad. Así ocurrió durante la Guerra Civil española con el exilio republicano, con los perseguidos del Cono Sur en los años 60 y 70 y sigue ocurriendo hoy cuando abrimos nuestras aulas y foros en las ciudades libres, responsables y comprometidos”, aseguró.

En ese sentido, le pareció importante apuntar que esta Fiesta rememora el pasado para iluminar los exilios actuales impuestos por la violencia, la migración forzada, la pobreza, los conflictos armados, crisis climática y socioambiental y la desigualdad estructural.

“El exilio se manifiesta en lo cotidiano: cuando se rompe algún vínculo, cuando se pierde momentáneamente el sentido de nuestras acciones o cuando el lenguaje se agota. En momentos así, el libro se vuelve refugio: un espacio donde pensar lo esencial y lo que nos une”, invitó.“Reivindicamos también los reencuentros con nuestras raíces y nuestra diversidad.

La Universidad Nacional no es ajena a estos procesos, los estudia, los documenta, los enuncia y los resignifica”, añadió.Por todo ello, el rector apuntó que leer es una práctica de resistencia y una forma de vivir la condición humana con sentido, que a la vez nos conecta con otras personas, el pasado y lo que aún no existe.Finalmente, destacó que la Universidad no solo forma profesionistas, “sino lectores, y ciudadanas y ciudadanos sensatos y conscientes de su entorno. Y es en plataformas como esta donde esa formación se nutre y se enriquece, no en los márgenes, sino en el centro humanista del saber”.

Participación. Una imagen de las actividad de La Crónica de Hoy en la Fiesta del Libro y la Rosa. (Tomás Chávez)

INICIA LA FIESTA

A las 10.55 de la mañana se declaró oficialmente inaugurada la Fiesta del Libro y la Rosa 2025, en la que participan 125 expositores y más de 600 sellos editoriales. Asimismo, se han organizado más de 300 actividades en el Centro Cultural Universitario y Sedes Alternas, entre presentaciones editoriales, recitales, obras de teatro, talleres, lecturas públicas. La Crónica de Hoy participa por primera vez con su estand.

Como pre-festejo, el pasado 23 de abril se abrió la exposición “Un cielo sin fronteras. Rosario Castellanos: Archivo inédito”, en el Colegio de San Ildefonso, en honor a Rosario Castellanos Figueroa (1925-1974), escritora, académica y diplomática mexicana, en el marco de su centenario de nacimiento.

La astrónoma Julieta Fierro y el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma, ambos Premio Crónica, son algunas de las personalidades que participarán, así como las escritoras y periodistas Lydia Cacho, Marcela Turati, Mónica Lavín y Gabriela Cabezón Cámara; o los autores Naief Yehya, Antonio Ortuño, Shadi Rohana (Palestina) y Guillermo Arriaga.A lo largo del fin de semana habrá dos homenajes luctuosos en la Fiesta para recordar las figuras de Hernán Lara Zavala, escritor, editor, profesor y funcionario de la UNAM, quien falleció en marzo de este año, y de Julio Trujillo, poeta, ensayista y editor, cuyo deceso ocurrió en enero.

También se recordará al recientemente fallecido escritor Premio Nobel, Mario Vargas Llosa, quien recibió un doctorado honoris causa de la UNAM.Por su parte, la coordinadora Rosa Beltrán recordó los orígenes de la Fiesta y los nervios al comenzar a distribuir los espacios.

Consideró que “desde entonces teníamos la intuición de que sería una gran cosa porque no había ninguna Feria del Libro al aire libre y que tuviera salas de cine, teatro, el MUAC, la sala de conciertos, es decir, que el libro dialogara con todas las artes”.

A 17 años de su primera edición, le pareció que el evento es un éxito y aprovechó el acto inaugural para ahondar en el tema conductor de este año.“Como saben, Jordi es nieto de un republicano catalán. Describe la historia -agotada, pero hay que seguir luchando para que la reimpriman muchas veces- sobre los Rojos de ultramar y es la historia de cómo su abuelo huye, estuvo prácticamente en campos de concentración en Francia y después logra llegar a América y de ahí bajar hasta Veracruz, donde se va a asentar con un conglomerado pequeño de exiliados”, presentó al primer ponente de la Fiesta.

Tras el acto inaugural, el escritor Jordi Soler y la escritora Mónica Lavín conversaron sobre “El exilio de ida y vuelta”

CHARLA INAUGURAL

Es difícil distinguir exilio de migración, pero Mónica Lavín identificó la bifurcación en el componente político. En cambio, lo que une a estos dos procesos, al migrante y al exiliado, son “el anhelo y miedo del futuro: migramos porque anhelamos y tememos algo”, expresó en su participación inaugural.

Observó que aunque el número de personas migrantes en el mundo es alto, representa “sólo el 4% de la población”, lo cual nos dice que la mayoría de la gente no es migrante. A su vez, “esto nos dice que es una decisión difícil, ya sea de forma obligada o deseando el movimiento”Si bien la migración “es natural a la especie”, el arraigo, “construcción de experiencias y no de equipaje es algo que nos distingue”,sentar raíces o llevárnoslas.

“Quizás estas 2 fuerzas contrarias crean una energía, dinamismo y dentro de lo terrible que pueden ser muchas situaciones, hay un efecto solidario y efecto de enriquecer un lugar con una cultura ajena”, señaló.Al respecto, el escritor Jordi Soler comentó que su abuelo y madre fueron “exiliados canónicos”, quienes no tuvieron sitio al cual regresar pues el castigo impuesto por el dictador Franco fue quitarles la nacionalidad; contrario a su propio caso.

“Yo en cambio me fui un día de México -porque era diplomático- de agregado cultural a Dublín. No encuentro manera de salir de un país más elegante que como diplomático, no como mi madre...”, compartió, aunque reconoció que en su imaginario siempre estuvo la idea de “volver a Barcelona”, donde actualmente vive.

“He migrado primero a Irlanda por trabajo y luego a Barcelona porque de ahí venia mi familia, era como una ciudad que durante mi infancia era la estrella de nuestro imaginario”, relató, aunque viene a México con frecuencia.

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