Abraham Ángel (1905-1924) fue un artista de vanguardia que, a pesar de morir a los 19 años, tuvo una producción de calidad e innovadora, sus obras fueron promovidas por su pareja, el pintor Manuel Rodríguez Lozano, y desde hace más de 35 años éstas no se presentaban en una exposición. Ahora, el Museo de Arte Moderno abre la muestra “Abraham Ángel: entre el asombro y la seducción”, donde se exhiben 19 cuadros de los 24 que produjo en vida.
En conferencia de prensa, Agustín Arteaga, director del Museo de Arte de Dallas, explicó que fue en 2019 y 2020 cuando empezaron a reunir la obra del artista mexicano en una sola exposición ya que la misión de dicho recinto estadunidense es presentar a todos a los creadores que se han quedado en los márgenes de la historia del arte. Fue así que el año pasado generaron la curaduría de la muestra que hoy llega al país.
“Abraham Ángel no ha tenido la atención y no se había expuesto desde 1924 cuando Rodríguez Lozano hizo una exposición en Buenos Aires, Argentina. Se le marginó por su homosexualidad y porque su trayectoria fue breve”, indicó Arteaga.
La exposición inicia con un retrato del joven artista oriundo de El Oro, Estado de México, y en palabras del director del Museo de Artes de Dallas se observa el rostro de un hombre niño y se aprecian dos elementos que Abraham plasmará en casi todas sus obras: un paisaje rural y retratos donde el protagonista tiene una mirada profunda y el rostro posando a tres cuartos.
“A pesar de las intenciones de su familia hacia Abraham de que se dedicara a una actividad más productiva y no a la pintura es que surge una ruptura con su hermano mayor. Era una familia de cinco hijos abandonada por el padre, entonces el hermano mayor tuvo que hacerse responsable trabajando en la compañía de luz y quiso que el artista tuviera una formación académica fuera de las artes”, narró Arteaga.
En ese momento es cuando el artista mexicano reusó utilizar los apellidos familiares y decidió llamarse únicamente Abraham Ángel y empezó a compartir estudio y habitación con el pintor Manuel Rodríguez Lozano.
“Llegó a la Ciudad de México cuando Vasconcelos estaba tomando la Secretaría de Educación Pública y encargó a Adolfo Best Maugard crear un sistema de educación de artes visuales para implementarse en toda la educación primaria. La primera obra de arte de Abraham es de 1921, Concepción, donde está demostrando más que un ejercicio plástico, hay un artista que entiende composición, manejo del espacio y dinamismo”, señaló.
Además de convivir con Rodríguez Lozano, Abraham Ángel a sus 16 años se acercó a los intelectuales de la época, en especial, al grupo de Los Contemporáneos
“Todos estos artistas le reconocían la propuesta visual y plástica que estaba elaborando. Él absorbía lo que estaba viendo, estaba en las discusiones de la época, pero decide no hacer pintura mural, no pinta al estilo de obra de caballete, al contrario, decide una estructura del plano, la casi ausencia de volumen, usa tres cuartos del rostro, pinta muchas mujeres, es decir, generó una identidad visual. Es un artista de vanguardia, lo fue en su momento y lo sigue siendo”, destacó Brenda Caro, curadora en jefe del MAM.
Sobre esa identidad, Arteaga añadió que Abraham a pesar de tener medios austeros para realizar su obra, trabajó en una escala monumental, ejemplo de ello son las obras “La india”, “Los novios”, “Retrato de Cristina Crespo”. “No sólo los personajes tienen este carácter casi escultórico, también trabajó sobre cartón en dimensiones sorprendentes y eso evidencia de lo que era capaz de hacer”.
ÚLTIMAS OBRAS
La muerte de Abraham Ángel sigue en el enigma. “El certificado médico indica que murió por un paro cardiaco a causa de algunas sustancias, pero la tradición oral ha hablado de un suicidio al momento de su ruptura con Rodríguez Lozano”, narró Arteaga.
La exposición muestra un retrato de la muerte de Abraham Ángel (Retrato de Abraham Ángel) y otro de Manuel Rodríguez Lozano llorando y de luto (Autorretrato), ambos realizados por Rodríguez Lozano. En el primero, el joven artista aparece rodeado de un follaje y con la cabeza posando a tres cuartos con cierta melancolía. En el segundo, Rodríguez Lozano aparece con los ojos irritados y vestido de negro.
También se exhiben las dos últimas piezas que realizó Abraham Ángel, una donde aparece el propio artista tirándose un tiro en la cabeza (Me mato por una mujer traidora) y otra donde su autorretrato es iluminado en la noche por una estrella con la leyenda: sigue adelante (Autorretrato).
Finalmente, el director del Museo de Dallas comentó que existen cuatro obras desaparecidas de Abraham Ángel, que se mencionan en el catálogo hecho por Rodríguez Lozano en 1924, por ejemplo, uno es un paisaje de Cuernavaca y otro es una mujer desnuda posando sobre lo que podía ser una piscina o un volcán.
¿Dónde ver la exposición?
“Abraham Ángel: entre el asombro y la seducción” estará abierta al público hasta el 14 de julio en el Museo de Arte Moderno, ubicado en Avenida Paseo de la Reforma s/n esquina con Gandhi, primera sección del Bosque de Chapultepec, CDMX.
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