En Temascalcingo, Estado de México, donde don Ignacio López Tarso (1925 - 2023) actuó por primera vez a sus 11 años de edad, se hará un museo con más de 300 objetos: fotos, diplomas, trofeos, discos, libros, vestuarios, muebles y muchos otros materiales que fueron donados por la familia del actor.
“Va a haber un museo en Temascalcingo, otro en Moroleón, Guanajuato; a Ixtlahuacán se fue otro cargamento de aproximadamente doscientas piezas – no se vendió nada, todo se lo donamos”, informó su hijo, el también actor Juan Ignacio López Aranda.
Durante el último día de bazar en la Casa del Actor, en el centro de Tlalpan, en medio del ajetreo en torno a fotografías, carteles, discos, libros y ropa que pertenecieron a su padre, Juan Ignacio Aranda se sentó unos momentos a platicar con Crónica sobre los planes que tienen para resguardar el resto de los objetos.
“¿Por qué Moroleón? Ni vivió ahí, ni nació ahí, pero de ahí son todos los López. Hay un árbol genealógico de Moroleón y López Tarso: López López. Mi papá no era López Tarso ese es un apellido que él se inventó. La historia de los López, todos son familiares. En Moroleón todos son familiares de mi papá”, ahondó
El motivo detrás de esta repartición, según explicó, es compartir con la gente de diversos lugares el legado del protagonista de Macario (1960), discípulo de Xavier Villaurrutia, miembro honorario del Seminario de Cultura Mexicana y diputado federal…entre otras muchas cosas que fue e hizo.
“Todos estos paquetes de donación que se mandaron ya son paquetes bien organizados en el cual se indican artículos y fechas catalogados”.
Mientras la gente se arremolinaba para escuchar sus palabras, así como para esperar la dedicatoria de pluma del hijo, con el sello de tinta original del padre sobre las fotografías o libros recién adquiridos, Juan Ignacio Aranda adelantó otro museo o salas de exposición permanente en el Teatro Ignacio López Tarso del Seguro Social en Guadalajara.
“En el Teatro Ignacio López Tarso San Jerónimo -donde hizo sus últimas seis obras de teatro- ya hay una pequeña sala permanente con algunas cosas, como sus sillas, su jarrita de agua, sus lápices lo último que usó mi papá en su vida como actor se lo quedó Daniel Gómez Casanova, quien administra ahora ese teatro y él se va a hacer cargo de inaugurar esas dos salas permanentes”, continuó.
Asimismo relató que su papá fue muy amigo del charro don Eloy Cuéllar, pues la familia vivía en Manizales, a lado del Lienzo Charro de la Villa y por lo tanto ahí también habrá un espacio dedicado a su memoria.
“Mi papá pues los quería mucho y ahí hicimos Macario, hicimos El Quijote, Leonardo y ellos se pusieron en contacto de inmediato para ver si hacíamos también una sala permanente Ignacio López Tarso en el Lienzo Charro de la Villa”.
Por otra parte, indicó que gracias al trabajo de su mamá Clara Aranda López y de Karen Campos, existe un acervo con todas las notas importantes que salieron en los medios hasta la actualidad, el cual está en proceso de digitalización.
“El chiste es que cada museo tenga el archivo digital y la gente pueda meterse”.
De momento, en el recién reinaugurado Salón/museo La Doña, que rinde homenaje a la actriz María Félix se acaba de abrir una sala en la que se rinde tributo a la relación entre Ignacio López Tarso y María Félix, quienes grabaron varias películas importantes juntos.
“A esas salas donamos unos 30 artículos y ellos vinieron y compraron cosas aquí, antes del bazar, vieron todo y se llevaron cosas muy personales, como el vestuario de El cartero y de Un Picasso, que son de las últimas obras que hizo mi papá”, agregó.
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