Cultura

Ana Emilia Felker: “El mayor duelo de migrantes en EU es el desarraigo familiar”

El español es un idioma que se asocia con los trabajos de mantenimiento, señala la escritora. Presenta su libro “Pantano”, una serie de crónicas sobre su estancia en Houston

entrevista

“Siento que la relación con Estados Unidos pasa por un proceso de humillación muy fuerte”, indica Ana Felker

“Siento que la relación con Estados Unidos pasa por un proceso de humillación muy fuerte”, indica Ana Felker

Reyna Paz Avendaño

El mayor duelo de los migrantes es el desarraigo porque al perder propiedades y su familia, toda la identidad tiene que ser reconstruida con cierta marginación, a lo mejor la persona tenía una posición de reconocimiento social y en Estados Unidos tiene empezar desde abajo, expresa en entrevista Ana Emilia Felker a propósito de su reciente libro “Pantano”, una serie de crónicas sobre su estancia en Houston.

Durante cuatro años la autora vivió en Estados Unidos y se convirtió en una observadora de un país donde se negocia la guerra y la muerte, donde se resalta el nacionalismo y se fomenta la deuda, pero a su vez es el lugar donde reside la mitad de su familia.

“Siento que la relación con Estados Unidos pasa por un proceso de humillación muy fuerte”, indica Felker quien, en el libro editado por Almadía, aborda diversos temas que van desde la migración, la blanquitud, el racismo, la portación de armas y la gentrificación.

La autora señala que el español es un idioma que se asocia con los trabajos de mantenimiento: desde los que limpian los pasillos en la universidad hasta quienes cuidan a los niños y a los adultos mayores, o quienes viajan de ciudad en ciudad reparando los techos volados por los huracanes.

También indica que la mayoría de sus alumnos de español eran cajeros de supermercado, salvavidas en albercas públicas, repartidores de Amazon, baristas con deudas estudiantiles que no terminarán de pagar en décadas.

“En Estados Unidos hay un miedo cultural de la reconquista. Hubo un cambio demográfico en que los blancos ya no son la mayoría y la minoría más grande es de hispanos, por eso el discurso de Trump de la invasión y a partir de ese miedo generar palabras de odio. Me gustó mucho estar en la universidad y ver la relación política con el idioma, aquí la damos por sentado, pero sí hay una batalla política que se está dando”, señala.

Por ejemplo, menciona, los sueldos para los profesores de español siempre son menores al resto, “pero ahora están pidiendo a profesores de otras carreras que sepan español porque es un plus de comunicarte con un mercado más amplio”.

¿Los hablantes de español se siguen dedicando al sector de servicios?

Sí, la mayoría sigue siendo trabajadores de mantenimiento y me tocó conocer a gente que era profesionista aquí en México y que allá no puede ejercer su profesión, entonces tiene que trabajar en la construcción o limpiando casas, cuidando viejitos, y puede que te quedes ahí o que vuelvas a estudiar desde cero. Tienes que reinventar tu identidad por completo y eso es el duelo de los migrantes: el desarraigo.

En el libro, confiesa Felker, pone en cuestionamiento sus propios prejuicios, en especial, cuando convive con su familia.

“La esposa de mi papá es una mujer negra y votante de Trump, para mí eso era muy difícil de asimilar porque mi papá siempre ha sido de izquierda. Parte del dilema del libro es cómo podemos relacionarnos con gente que piensa distinto a nosotros y a lo mejor parte de la solución es aprender a relacionarnos con gente que piensa diferente porque sólo conviviendo es la manera en que esos discursos de odio pueden neutralizarse”, destaca.

Otro tema que aparece en el libro es la mentalidad del dinero y las armas como la solución a todos los problemas.

“Me interesaba cómo el tema de la no regulación de armas en Estados Unidos nos afecta en México. Esas armas que no están reguladas llegan al país, al crimen organizado directamente y está la postura de Ebrard de demandar a las armamentistas gringas por la violencia en México”, comenta.

Aunque la violencia está en ambos países, agrega Felker, le llamó la atención la forma tan cotidiana en que se vive en Estados Unidos.

“En la universidad me intrigó ver los anuncios de armas en todas partes, al igual que te expliquen hasta dónde se puede ver tu arma entre tu ropa o que cuando había cualquier evento político tenso se hicieran filas en las tiendas donde venden armas porque es la primera reacción de la gente”, detalla.

El libro.

El libro.

Finalmente, la autora también aborda un tema que relaciona con la cultura armamentista de Estados Unidos: los highways.

“Le han llamado el sistema nervioso de Estados Unidos y aunque aquí tenemos el segundo piso, no se siente tan monstruoso. Estas grandes autopistas se diseñaron para atravesar barrios sobre todo de comunidades negras, además se necesitaban para transportar tanques y vehículos militares pensando en una posible guerra, que pudieran llegar a su territorio los países que estaban atacando; entonces parecen inofensivas pero tienen un trasfondo bélico y despojo de tierras que provocan un ritmo de vida acelerado”, dijo.