Cultura

“Anteproyectos…” es una mirada a la intimidad estética y obsesiones de Orozco

La muestra ofrece 186 bocetos que realizó para 13 murales en CDMX, Jalisco, Veracruz, Michoacán y Estados Unidos

exposición en bellas artes

La pieza Catarsis.

La pieza Catarsis.

INBAL

La imagen de Cristo destruyendo su cruz, el trazo detallado de la anatomía humana y la necesidad de mostrar rostros de América, son algunas de las muchas obsesiones que acompañaron a José Clemente Orozco y que se pueden observar en los 186 bocetos que reúne la exposición “Apoderarse de todos los muros. Anteproyectos de José Clemente Orozco”, en el Museo del Palacio de Bellas Artes.

La muestra que se presentó anteriormente en el Museo Cabañas exhibe bocetos que el muralista realizó para 13 murales en Ciudad de México, Jalisco, Veracruz, Michoacán y Estados Unidos, los cuales representan el 90 por ciento de su producción mural.

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Algunos de estas obras son “Omnisciencia”, ubicado al interior de la Casa de los Azulejos; “Revolución social”, en el Palacio Municipal de Orizaba; “La épica de la civilización americana”, en la Biblioteca Baker del Dartmouth College de Estados Unidos, “Khatarsis”, en el Palacio de Bellas Artes; y los murales al interior del Hospicio Cabañas de Guadalajara.

“El acervo no sólo es importante por el número de bocetos, sino también por la riqueza técnica que Orozco plasmó en ellos. No sólo hay dibujos a lápiz, sino también temples, tintas, carboncillos, etcétera, todos realizados en una diversidad de formatos. El rango cronológico que abarca la exposición es de 1923, con la Escuela Nacional Preparatoria, hasta la Escuela Nacional de Maestros en 1947”, dijo el curador Víctor Palacios.

El título de la muestra proviene de una frase que el propio Orozco comentó cuando terminó el mural del Paraninfo de la Universidad de Guadalajara, añadió.

“Cuando le preguntaron qué restaba hacer después de haber hecho ese portento de mural, él dijo que restaba apoderarse de todos los muros; y el término de anteproyectos es un término que él utilizó mucho más que el de bocetos para relacionarlos más indirectamente con aspectos arquitectónicos”, expresó.

En palabras del curador, los bocetos son una especie de documento o material híbrido entre el documento histórico y la obra de arte.

La pieza denominada El hombre de fuego.

La pieza denominada El hombre de fuego.

“Para los muralistas, los dibujos que vemos aquí tenían un carácter utilitario para poder llevarlos al muro, conforme van pasando los años se ha ido revalorando la figura del boceto como obra de arte. Muchos bocetos tienen manchas, anotaciones o elementos que no hacen ninguna lógica con el resto del boceto porque los artistas, en particular Orozco, lo veían como una suerte de apuntes gráficos”, dijo.

IMPRESIONES

Un momento que no olvidó Orozco fue el viaje que hizo a Orizaba junto con el artista Gerardo Murillo, Dr. Atl, en 1915.

“Acompañaron al Ejército Constitucionalista y a un comité masivo de la Casa del Obrero Mundial que tomaron Orizaba como su base y ahí fue la única vez que Orozco presenció los estragos bélicos y sociales de la Revolución, realmente vio fusilamientos, gente hambrienta y una decadencia social tremenda”, comentó el curador Palacios.

Diez años después, cuando el muralista regresó a Orizaba optó por realizar una obra con tono optimista: “Revolución social” (1925).

Otro momento importante para Orozco fue su estancia en Dartmouth College, Hanover, Estados Unidos.

“Ahí decidió plasmar toda una declaración de carácter americano del muralismo porque, para Orozco, el muralismo era netamente americano tanto en espíritu como en técnica o propuesta estética, estaba bastante peleado con la importancia que se le daba a la escuela de París y él quiso contraponer la importancia enfatizando que el muralismo moderno era ante todo americano”, explicó el curador.

Es por eso que su mural “La épica de la civilización americana” evidencia personajes del mundo prehispánico, la conquista, la Revolución y rostros panamericanos de ese momento.

La exposición también reúne bocetos del inicio del muralismo, cuando Orozco criticó la religión y a la burguesía en las paredes de la Escuela Nacional Preparatoria, lo que provocó que sus obras fueran vandalizadas en 1923, que José Vasconcelos renunciara y que los muralistas replantearan su trabajo en 1926

“Originalmente pensó una escena que representaba a Cristo destruyendo su cruz y decidió borrarla, pero a su regreso (en 1926) pintó el mural ‘La huelga’ con un carácter social y obrero, ya sin la reminiscencia económica, pero en el boceto vemos la cara de Cristo que fue borrada”, dijo el curador.

OBRAS EN CONSERVACIÓN

Esta exposición no integra 35 bocetos de la muestra original en el Museo Cabañas ya que no pudieron viajar por cuestiones de conservación. “Hay algunos que están muy delicados, sobre todo los que están en papel albanene, tuvimos que descartar 35 de los 221 que se exhibieron en el Cabañas”, señaló el curador Víctor Palacios. De manera complementaria, se sumaron tres obras de Orozco que pertenecen a la colección del Museo de Arte Carrillo Gil.

¿Donde?

 “Apoderarse de todos los muros. Anteproyectos de José Clemente Orozco” estará abierta al público del 4 de mayo al 30 de julio de 2023