Cultura

Aprendí a exigir mis derechos gracias a mi padre: Tawakkol Karman

Desde que tenía 12 años me dio una constitución y me dijo: tienen que conocer los derechos que hay plasmados, añade

La mujer musulmana en la sociedad actual
Tawakkol Karman, Premio Nobel de la Paz 2011. Tawakkol Karman, Premio Nobel de la Paz 2011. (La Crónica de Hoy)

“Me creo en el lado correcto de la historia y es la mayor protección que puedo tener. Se piensa que el Nobel es un galardón que te dan por actuar y que te hace una persona sagrada, pero no es así, cuando dijeron mi nombre quien celebró fue el pueblo yemení, es un reconcomiendo de mi lucha, pero también a la de ellos. Soy un símbolo de la libertad y democracia por eso jamás bajaré mi voz”, comentó Tawakkol Karman, Premio Nobel de la Paz 2011.

En el marco del Hay Festival, la activista de derechos humanos y periodista llamada “la madre de la revolución”, narró que aprendió a exigir sus derechos gracias a su padre.

“Desde que tenía 12 años me dio una constitución y me dijo: deben de aprenderla, deben de resguardarla como si se tratara de su propio nombre, tienen que conocer los derechos que hay plasmados, hay muchas carencias en este documento, pero deben conocer sus derechos. Gracias a eso sabía pelear mis derechos”, recordó.

Ahí Karman conoció que como ciudadana yemení tenía el derecho a hablar en libertad, de convocar a personas por la libre asociación, a crear organizaciones y sindicatos.

“Son derechos en la constitución, pero el gobierno no los implementa, sí que empecé mi batalla por la libertad, escribí artículos sobre el dictador y su corrupción, revelé todos los delitos que había cometido en las guerras y sobre el apoyo al terrorismo dentro de Yemen”, señaló.

Entre sus 22 y 25 años hubo una campaña del gobierno en contra de los periodistas, quienes fueron arrestados, los periódicos cerraron y los sitios de internet fueron bloqueados.

“Decidí crear una organización: Mujeres periodistas sin fronteras, donde todas empezaron a hablar de manera sincera acerca de la injusticia. El gobierno empezó a temer, decidieron cerrar mi organización y creé Mujeres periodistas sin cadenas, fue la voz de las mujeres y la herramienta para que exhibieran la injusticia de manera pacífica”, dijo.

Sobre el que la llamen “la madre de la revolución de Yemen” por desempeñar un papel fundamental en el levantamiento juvenil prodemocrático de 2011 en su país que se manifestó en contra del gobierno de Alí Abdalá Salé.

“Entre 2005 y 2011 se anunció la revolución en contra del dictador, fue el más peligroso de mi vida, convencimos al pueblo yemení de utilizar una herramienta aparte de la violencia para luchar por sus derechos, cada semana, todos los martes nos sentábamos enfrente del gabinete en protestas exigiendo los derechos, empezamos con el derecho de la expresión”, narró.

Me dicen “la madre de la revolución” porque fue el periodo en que alenté al pueblo yemení a decir: no a la injusticia, a levantar la voz y utilizar movimientos pacíficos en contra de las injusticias, agregó.

“En ese momento me pregunté ¿por qué le estamos pidiendo algo a este régimen si la solución es que este régimen se vaya, que el dictador salga de su poder. En ese momento alenté a la gente a salir a las calles”, recordó.

Karman fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz 2011, junto con Ellen John Sirleaf y Leymah Gbowee, en reconocimiento a su liderazgo en la lucha no violenta y su defensa contra el autoritarismo, la corrupción y la opresión. Karman es la primera mujer árabe y la segunda musulmana en ganar el Premio Nobel de la Paz y, en su momento, se convirtió en la ganadora más joven del galardón, al recibirlo con 32 años.

“Yemen han sufrido muchas privaciones, guerras, saqueos de Arabia Saudita, de los Emiratos Árabes Unidos, los países que nos han saqueado han creado todo tipo de guerra en mi país y han atacado, matado gente, han robado y de todos modos quieren que hable bajo. Los líderes de estos países son criminales de guerra, la Corte Internacional de Justicia debería de encarcelarlos. Mi lucha continuará hasta que mi país sea libre”, dijo

Karman fue cuestionada sobre el atentado que tuvo Salman Rushdie a causa de una postura religiosa.

“No hubo una causa justificada para este ataque que violentó sus derechos humanos. Sigue habiendo personas que sueñan y se sacrifican por la libertad, la justicia y la equidad. Hay una revancha de Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos e Irán contra los países que buscaban libertad. Ellos no tienen futuro, perderán su batalla de tiranía y corrupción. La única forma de ganar es obtener democracia”, indicó.

La activista también comentó sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa en México.

“He escuchado un poco de lo que pasó y lo que puedo decir es que la sociedad civil no puede dejar de investigar este delito ni cualquier otro. La sociedad civil y también los medios tienen la gran responsabilidad de descubrir la verdad. No se den por vencidos, si no queda claro quién cometió este crimen, no deben esperar. Ustedes deben hacerse de maneras para que este caso y otros permanezcan vivos. No dejen que se olviden, no permitan que la verdad desaparezca. Esa es su obligación como sociedad civil”.

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