Cultura

Archivo Lavalle-Kuri, danza, música y gestión cultural en proceso de digitalización

“Estamos en la etapa de referencias y están a disposición 17 colecciones de los fondos de Josefina Lavalle y Mario Kuri, comenta Rocío Hidalgo Salgado, investigadora del Cenidi Danza · Tendrá digitalizados 17 mil documentos, añade

El bailarín
Foto de Joaquín Acosta de la puesta en escena “Juan Calavera”, de Josefina Lavalle. Foto de Joaquín Acosta de la puesta en escena “Juan Calavera”, de Josefina Lavalle. (Cenidi)

Los archivos de la bailarina Josefina Lavalle (1924-2009) y del compositor Mario Kuri (1931-2013), dos artistas que marcaron la gestión cultural del país durante el siglo XX, se resguardan en la Torre de Investigación del Centro Nacional de las Artes (Cenart) y se pueden consultar en la página https://dblavallekuri.inba.gob.mx/xmlui, sitio que, más adelante, tendrá digitalizados 17 mil documentos entre fotografías, videos, partituras, programas de mano e investigaciones.

Algunas joyas del Archivo Lavalle-Kuri son fotografías del célebre ballet “30-30”, de Nellie Campobello, que aludía a la Revolución Mexicana y que se estrenó en 1931; imágenes de Mario Kuri con el compositor francés Oliver Messiaen, partituras de la “Malagueña”, que posiblemente utilizó Amalia Hernández en una coreografía, y “Sueño de un domingo por la tarde en la Alameda”, inspirada en el mural homónimo de Diego Rivera.

Los materiales del Fondo Josefina Lavalle abarcan los años de 1889 a 2005 y se encuentran físicamente en las instalaciones del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de la Danza “José Limón” (Cenidi Danza) del Cenart. Los documentos del Fondo Mario Kuri se ubican en el Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Musical “Carlos Chávez” (Cenidim), y comprenden el período de 1950 a 2013.

“Hace siete años empezamos a trabajar los dos archivos, un poco antes el de Lavalle porque así lo proyectó la maestra en vida, posteriormente, cuando falleció el compositor Kuri, fue cuando decidimos trabajar los dos acervos de manera paralela”, explica en entrevista Rocío Hidalgo Salgado, investigadora del Cenidi Danza.

En 2013, con la muerte de Kuri, los herederos del músico se acercaron al Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) para que la dependencia trabajara a favor de la preservación del acervo, el cual dieron en comodato.

“Lavalle y Kuri fueron pareja durante muchos años, no solamente romántica, sino profesional, estuvieron involucrados en proyectos interdisciplinarios, siendo ella una bailarina, pero además pianista e investigadora. Mario Kuri fue compositor e investigador, eso les dio la posibilidad de crear y cuando trabajamos sus acervos nos dimos cuenta que, como sucede en todas las parejas, sus documentos estaban mezclados”, platica Alejandro González Castillo, investigador del Cenidim.

El primer paso hecho por los expertos fue realizar un diagnóstico de los documentos, posteriormente iniciaron la conservación y restauración para después organizarlos a través de inventarios y catálogos.

“Estamos en la etapa de referencias que es lo que se puede consultar en la página de internet; están a disposición 17 colecciones de ambos fondos. Más adelante realizaremos la curaduría de los documentos que se puedan digitalizar, aunque por derechos de autor hay algunos que no pasarán por ese proceso”, comenta Hidalgo Salgado.

AUGE DE LA DANZA EN MÉXICO.

Josefina Lavalle estudió en la Escuela Nacional de Danza con Nellie Campobello, Luis Felipe Obregón y Linda Costa. En su larga trayectoria destaca que en 1947 fundó la Academia de la Danza Mexicana, proyecto en el que participaron Silvestre Revueltas, José Pablo Moncayo, Antonio López Mancera, Miguel Covarrubias y Carlos Pellicer.

También fue cofundadora, junto con Guillermina Bravo, del Ballet Nacional de México, en donde trabajaron el teatro de masas. En 1958, formó con Guillermo Arriaga el Ballet Popular Mexicano, agrupación que viajó a Pekín, a la extinta URSS, Hungría, Checoslovaquía, Polonia y Yugoslavia.

Lavalle creó más de 40 piezas coreográficas, entre éstas: “La maestra rural” (1953); “Juan Calavera” (1955), “Sueño de un domingo por la tarde en la Alameda” (1986); “Informe a una academia” (1961), “Danza para cinco palabras” (1962) y “Cambio de tiempo” (1994).

Otra labor de la bailarina fue dirigir el Fondo Nacional para el Desarrollo de la Danza Popular Mexicana (Fonadan), entre 1973 a 1985, periodo en el que registró la danza y música de comunidades indígenas.

“Ese fondo fue muy importante por el trabajo de investigación en campo y lo que vemos en el archivo es la labor etnográfica, las anotaciones dancísticas y partituras. Ahí se generaron LP y cuadernillos explicando la parte musical y dancística de los diferentes grupos étnicos, se crearon documentos monográficos sobre las zonas que visitaron porque Josefina fue fundadora y Kuri, coordinador de etnomusicología”, detalla Hidalgo Salgado.

Desafortunadamente parte del acervo del Fonadan “tuvo un siniestro y se perdió gran parte del material”, agrega la experta, pero en los documentos resguardados en el Cenidi Danza aparecen varios de esos registros.

Una coreografía que destaca la investigadora es “La Coronela” (1940), de Waldeen (pionera de la danza moderna mexicana), y en la que colaboraron artistas como Silvestre Revueltas, Gabriel Fernández Ledesma, Efraín Huerta y Blas Galindo.

“De Gabriel Fernández Ledesma hay bocetos de ‘La Coronela’ porque Lavalle hizo una investigación amplia, montó unos cuadros e hizo un video sobre Waldeen porque ella fue una de sus discípulas”, comenta.

–¿Qué otros documentos destacaría?

–Fotografías y videos del Ballet Nacional que fundó con Guillermina Bravo. También tuvo un proyecto de memoria histórica, entonces hay videos de las obras ‘Zapata’ y ‘El Chueco’.

“Vemos la interacción de ambos con creadores, una amistad hecha desde la investigación y la gestión porque fueron gestores culturales, el maestro Kuri fue director de la Orquesta Típica de la Ciudad de México, entonces el archivo es una ventana a la danza y música desde la década de los 40, lo que estaba generándose en el país, por ejemplo, la emblemática gira de 1953 a países de orden comunista”, responde.

CATALOGACIÓN DE PARTITURAS.

Mario Kuri Aldama fue un músico mexicano que se especializó en la composición, la dirección de orquesta, la enseñanza y la investigación de la música. No sólo se abocó a las obras de concierto, también a las de carácter popular. Su catálogo comprende un aproximado de 250 composiciones y cerca de 60 canciones populares.

Algunas de las piezas que destacan son: “Los cuatro Bacabs” (1960), “Máscaras” (1962), “Xilofonías” (1963), “Página blanca” (1970), “Concertino mexicano” (1974), “Noche de verano” (1975), “Cantar de los vencidos” (1975), “Concierto tarahumara” (1981), y “Sinfonía poética” (1991).

Kuri fue director titular de la Orquesta Típica de la Ciudad de México, de la Banda Sinfónica de la Secretaría de Educación Pública y de la Orquesta de Cámara del Centro Libanés, Además, dirigió agrupaciones sinfónicas y bandas de México, Cuba, Sudamérica y Estados Unidos,

“Sus partituras las dividimos en editadas y manuscritas. Las editadas son las que utilizó para sus trabajos o para tocarlas, éstas las registramos de manera individual. Las manuscritas son las que compuso y las catalogamos como expediente para no perdernos en el universo de obras que tienen arreglos diferentes”, expresa González Castillo.

80 CAJAS, 500 DOCUMENTOS.

–En total, ¿cuántas obras son?

–Es complicado, por ejemplo, en el caso de “Sueño de un domingo por la tarde en la Alameda”, estrenada en 1987 por la Compañía Nacional de Danza, abarca tres cajas, ahí están los bocetos, las transcripciones para orquesta y las reducciones para instrumentos más específicos.

“Son cerca de 80 cajas, llevamos cerca de 500 documentos y es una colección que tenemos pendiente terminar, es la colección más grande del corpus documental”.

Al respecto, la investigadora Hidalgo Salgado agrega que en el Fondo Lavalle también hay partituras porque la bailarina estudió piano.

“Ella fue muy alabada en su realización de obra coreográfica porque decían que se veía el conocimiento sobre la música, lograba que se fusionara con la coreografía, entonces generó obra musical para danza. Lavalle estudió en la Academia de Antonio Gomezanda, muy prestigiada durante las primeras décadas del siglo XX”, señala.

Sobre otros materiales del Fondo Mario Kuri, González Castillo destaca los aproximadamente 300 programas de radio que el compositor hizo para Radio UNAM y Radio Educación sobre la música tradicional y danzas tradicionales.

“También tenemos la fortuna de contar con los guiones que realizaba el maestro para transmitir el programa, esto fue en una etapa anterior al Fonadan. Después trabajó en la Dirección General de Culturas Populares y ahí como investigador generó un libro clásico para la música: Cancionero popular mexicano”, indica.

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