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Benjamín Mayer: Hay que reconocer el lugar honroso de la improvisación, que se puede hacer sin culpa

Presenta el coloquio internacional que se realizará en la Fonoteca Nacional del 24 al 29 de junio con conciertos y conferencias>>>

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La entrada al coloquio es gratuita. En la imagen Benjamín Mayer Foulkes. La entrada al coloquio es gratuita. En la imagen Benjamín Mayer Foulkes. (La Crónica de Hoy)

Del 26 al 29 de junio, el Festival de Improvisación del International Institute for Critical Studies in Improvisation, de Canadá, se incorpora al 37° Coloquio Internacional “Máquina productora de silencio. La improvisación en y más allá de la música”, el encuentro más amplio que celebra el 17, Instituto de Estudios Críticos.

A partir del lunes 24 y hasta el sábado 29 de junio, en la Fonoteca Nacional, este encuentro ofrecerá conferencias y una decena de conciertos de entrada libre.

“Improvisar es producir algo o ejecutar algo fuera de un plan establecido”, propone Benjamín Mayer Foulkes, director de 17, Instituto de Estudios Crítico y coordinador del encuentro junto con Ricardo Lomnitz Soto, músico, filósofo e investigador de la misma institución académica.

Con este concepto como punto de partida para reflexionar sobre los campos del pensamiento, la subjetividad, la organización social, la tecnología e incluso la relación con formas de vida no humanas, Benjamín Mayer Foulkes destaca la importancia de reivindicarnos todos como improvisadores.

“Quizá la mayor singularidad del encuentro es que plantea la pregunta por la improvisación más allá de las artes, como una cuestión muy descuidada y poco tomada, así como algo de lo cual incluso solemos sentirnos culpables porque los planes, instructivos y organigramas y no cubren el 100% absoluto de lo que tiene que suceder”.

Desde su perspectiva, esa culpa es inútil e injustificada, porque es imposible elaborar un plan que contemple de antemano absolutamente todos los aspectos de realización.

Se trata de reconocer el lugar honroso que tiene la improvisación, “como algo que se puede hacer mal o bien, que se puede fortalecer, mejorar, hacer con más gracia o menos, y sobre todo se puede hacer sin culpa, saliendo al paso y disfrutando del desafío que siempre presenta”.

-¿Por qué buscar espacios para reivindicar la improvisación en nuestro país?

“Llevamos varios años reflexionando sobre la improvisación e incorporándola en nuestra programación y hay 2 grandes motivos por los cuales importa: el primero es que políticamente, como país postcolonial estamos siempre bajo la sombra de que la verdadera partitura y la verdadera ejecución estuvo en manos de la potencia colonizadora”, responde Benjamín.

Esta sensación no es única en México, sino común en América Latina y en el Sur global, “de que nosotros somos la imitación improvisada de las verdaderas respuestas y las verdaderas fórmulas”, elabora.

En ese sentido, Benjamín Mayer Foulkes observa que los pobladores de América Latina somos conocidos por nuestra enorme capacidad de improvisación, una virtud desarrollada en gran medida a partir de las debilidades de nuestras instituciones.

“La improvisación es algo que practicamos cotidianamente de muchas formas y en todos los niveles. Este coloquio hace un planteamiento sobre la dignidad de esa improvisación, esa capacidad de creación en vivo y creo que nos permite ver bajo otra luz la situación postcolonial”.

Asimismo, el director del 17, Instituto subraya que en realidad los supuestos artífices de partituras -los países centrales y hegemónicos- no son menos improvisadores que los demás, “ni tienen menos desafío de cerrar la brecha entre el plan y la vida. Entonces esa sombra de ser segundos frente a quienes pueden ser primeros es una ilusión, triste y negativa, pero no por ello menos ficticia”.

“La improvisación tiene un enorme potencial emancipador y liberador de nuestra capacidad creativa cotidiana”, agrega.

Un segundo motivo que Benjamín Mayer Foulkes considera fundamental para organizar este Coloquio es que vivimos en la era de los sistemas. “Especie de locura y furor de sistemas digitales que prometen controlarlo todo”.

“Cuando uno tiene contacto con la improvisación se da cuenta que de hecho la partitura absoluta como el programa o sistema absoluto son imposibles. En el clima de imaginarios del control y cálculo absolutos, es importante entender la improvisación como un lugar permanente, que podamos afirmarlo y responder a ese imaginario absoluto del control que no es más que ilusión e ideología”, añade.

IMPROV FEST EN MÉXICO

El Coloquio “Máquina productora de silencio. La improvisación en y más allá de la música” acogerá al Improv Fest, a celebrarse por vez primera fuera de Canadá.

“Daremos un alcance a la improvisación mucho más hondo y largo que cuando se le reduce a una mera técnica artística”, invita Benjamín Mayer Foulkes.

Para explicar la relación que existe entre estos dos eventos, el coorganizador del evento aclara que este es el trigésimo séptimo Coloquio semestral que el 17, Instituto de Estudios Críticos organiza de forma gratuita y en distintas sedes, según los temas. En esta ocasión, el Improv Fest se une con 3 días de actividades.

“Tiene una historia propia, lo generaron nuestros queridos socios canadienses que fundaron un fantástico Instituto Internacional de Estudios Críticos de la Improvisación. Ellos han trabajado tanto como nosotros, pero específicamente en el campo de la improvisación, llevan 25 años o más en estos temas y han logrado posicionar el tema de la improvisación en inglés, desde Canadá, de un modo que nosotros queremos reinventar para el español y el mundo de habla hispana”, ahonda.

La programación de este encuentro congregará al fundador del Instituto Internacional de Estudios Críticos de la Improvisación, Ajay Heble (Canadá), así como a los músicos e investigadores Wade Matthews y Ángel Faraldo (España), Ricardo Arias y Juanita Delgado (Colombia), Rebecca Barnstaple, Rebecca Caines, Kimber Sider y Ellen Waterman (Canadá), Gonzalo Biffarella (Argentina), David Rothenberg y George Lipsitz (Estados Unidos) y Cees Hamelink (Países Bajos), como algunos de los más de 60 especialistas y creadores internacionales que explorarán la improvisación como una capacidad fundamental, necesaria en todos los ámbitos de la vida humana ya sea cultura, sociedad, política, ciencia, técnica o medio ambiente.

Entre los mexicanos que participan en este encuentro se encuentra Ana Ruiz, pionera del free jazz en el país; Francisco Téllez, fundador de la Licenciatura en Jazz de la Escuela Superior de Música; Alain Derbez, saxofonista, escritor e historiador del Jazz en México; además de figuras de la escena nacional como: Germán Bringas, Mauricio Sotelo, Remi Álvarez, Juanjosé Rivas, Doris Steinbichler, Fernando Vigueras, Darío Bernal, Gibrán Andrade, Maricarmen Graue, Adriana Camacho, Gudinni Cortina, Marcos Miranda, Emiliano Cruz, Vania Fortuna, María Goded, Carlos Grecco, Andrés Guadarrama, Rossana Lara, Eli Piña, Roberto Tercero y Ollin Vázquez.

“Nosotros partimos de una matriz musical para hablar de las demás improvisaciones, pero no tiene que ser así”, indica el director de 17, Instituto de Estudios Críticos.

ASISTE

Benjamín Mayer Foulkes indica que la Fonoteca es el mejor espacio para el encuentro, pero los espacios tienen cupo limitado. “Pedimos al público entienda que estamos sujetos a cupos entre 80-100 personas. El grueso de los públicos que no estén en CDMX podrán conocer el encuentro y participar planteando preguntas a través de transmisión en vivo y material en nuestro sitio editorial en diecisiete.org”

La entrada al coloquio es con previo registro, a través de https://17instituto.org/maquinaproductoradesilencio/, donde también puede consultarse el

programa completo. Asimismo, el coloquio también se transmitirá en vivo en las redes sociales de 17, Instituto de Estudios Críticos.

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