En Ciudad Juárez hay una avidez por la cultura y el teatro se convierte en una gotita en el desierto que genera largas filas de asistencia, pero ¿qué pasa en la Ciudad de México donde existen 9 millones de habitantes y a veces los teatros tienen 15 personas de público?, es un cuestionamiento que hace Perla de la Rosa, actriz, dramaturga y promotora cultural que este lunes recibirá la Medalla Bellas Artes 2024.
Con más de 40 años de trayectoria, De la Rosa es la cara de Telón de Arena, compañía asentada en Ciudad Juárez, Chihuahua, que se ha mantenido con vida durante 22 años, logro que suma muchas manos y, sobre todo, la construcción de un proyecto escénico enfocado a la ciudad fronteriza.
“Recibir la Medalla es una feliz sorpresa y es un compromiso mayor porque te empuja a que hagas mejor las cosas. Siempre diré que este reconocimiento es al esfuerzo colectivo, Telón de Arena no sería posible sin una suma de capacidades de diferentes personas”, señala.
De la Rosa platica que la compañía ha atravesado momentos difíciles en los que nunca han dejado de hacer teatro, el primero sucedió de 2009 a 2010 “dos años terribles” en Ciudad Juárez con la narcoguerra de Felipe Calderón, y el segundo de 2020 a 2021 cuando la pandemia los dejó sin recursos.
“Las convocatorias salieron muy tarde y perdimos un primer espacio que teníamos, pero no hay mal que por bien no venga, eso nos empujó a conseguir un comodato y ahora tenemos un espacio mucho más grande”, menciona.
–¿Cómo afecta la violencia al quehacer artístico?
–En esos años, nos asumimos como trabajadores del arte porque no somos espíritu, luego por eso las instituciones no nos ofrecen servicios médicos, no pagan a tiempo porque quién sabe qué cosa eres, incluso te piden retribución social como si tu trabajo si fuera algo culposo o como si fueras impuro. Todo eso está ahí en la mesa, pasa y se vuelve una práctica.
“En la mañana íbamos a la universidad porque todos los de Telón de Arena tenemos otros trabajos porque no podemos vivir del teatro y en medio de la violencia había clases, salíamos porque el teatro tenía que seguir, sobre todo porque nos asumimos como trabajadores.
FORMADORES DE PÚBLICOS
Perla de la Rosa afirma que Telón de Arena ha generado una comunidad espectadora que mira los montajes como una opción en su tiempo libre.
“En Chihuahua y Ciudad Juárez el mayor cáncer, no sólo para la cultura sino para todo, es la corrupción. Ahora le han dado más dinero a la bolsa de cultura, pero no se ven esos millones ¿en dónde están? Por ejemplo, desapareció prácticamente el Festival Internacional Chihuahua”, comenta.
En contraparte, la galardonada indica que en su ciudad natal el teatro es como una gotita en el desierto.
“Lo que anima la asistencia es la gratuidad, la gente sí tiene dificultad para pagar el teatro al igual que para pagar el cine, nosotros mantenemos un precio económico: 120 pesos y con descuentos 80, además ofrecemos muchas cortesías, pero cuando abrimos lecturas dramatizadas gratis tenemos filas enormes”, narra.
LA OTRA CARA DE LA MONEDA.
Sin embargo, esa imagen la contrasta con Ciudad de México. “¿Que está pasando ahí si tienen 9 millones de habitantes y a veces los teatros están con 15 personas?, ¿cómo es posible que haya temporadas de cinco o diez funciones? les cortan el vuelo muy rápido. En Telón de Arena nuestras producciones han rebasado 50 funciones”, expresa.
De la Rosa critica que la única oportunidad de los actores sea reunirse para hacer una obra en un festival, den dos o tres funciones y, en ocasiones, además del montaje, el grupo se desaparece.
“Luego me enteré que las delegaciones tienen dinero para cultura y se lo gastan en cosas cívicas porque no hay propuestas, entonces también hay un círculo: si te interesa que haya más espectadores o nada más porque te llamaron a la obra pues que el de difusión se encargue de llevar gente, pero el caso es que hay teatros vacíos”, afirma.
La actriz también observa vitales a los espacios independientes, pero están desapareciendo.
“Los espacios independientes hacemos mucho de lo que le toca a las instancias de gobierno y no les costamos nómina ni prestaciones, lo hacemos y estamos ahí, pero llega un punto en donde es insostenible y van desapareciendo”, señala.
Telón de Arena hace teatro para Ciudad Juárez, de temas de Ciudad Juárez y con espectadores de esa ciudad, agrega.
“Nuestro proyecto se llama teatro para una ciudad y se puede hacer porque tenemos un espacio de manera constante, no tenemos que esperar a que te lo presten un lunes. Lo que sí sucede en los estados es una cosa terrible, la subutilización de los espacios, la mayoría de los teatros son teatros sin teatro, hay reuniones sindicales e incluso hasta venden croquetas para perros, pero no hay teatro”, lamenta.
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