Cultura

La comunidad panibérica global está naciendo de forma casi inconsciente: experto

El Paniberismo, o la comunidad de los países de lengua española y portuguesa en todo el mundo, se está realizando en la práctica a pesar de las discrepancias políticas, añade

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Frigdiano Álvaro Durántez Prados, doctor en ciencias políticas y pionero en la corriente contemporánea del llamado 'Paniberismo o Iberofonía'.

Frigdiano Álvaro Durántez Prados, doctor en ciencias políticas y pionero en la corriente contemporánea del llamado 'Paniberismo o Iberofonía'.

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El Paniberismo, o la comunidad de los países de lengua española y portuguesa en todo el mundo, se está realizando en la práctica a pesar de las discrepancias políticas, "de manera natural, casi inconsciente", debido a la afinidad única que se da entre estas dos lenguas internacionales, según asegura uno de los mayores expertos en la materia.

"Hablamos dos idiomas -el español y el portugués- que en términos de intercomprensión son casi el mismo en la comunidad internacional", afirma Frigdiano Álvaro Durántez Prados, doctor en ciencias políticas y pionero en la corriente contemporánea del llamado 'Paniberismo o Iberofonía'.

El Pan-iberismo (la partícula ‘pan’ en griego significa 'todo') es la tendencia o corriente que propugna la articulación de un espacio multinacional de países de lenguas española y portuguesa, sin excepciones geográficas.

"Es decir, no es solamente el espacio iberoamericano, que incluye a los países de lengua española y portuguesa de América y de la Península Ibérica, sino que estamos hablando de un ámbito más grande que incorpora a otros países de lengua ibérica de África y Asia", explica en una entrevista con EFE.

Durántez Prados está convencido de que estamos "muy cerca" de que se haga realidad, por la vía de la cooperación práctica, esa gran comunidad que asociaría a 30 países de todos los continentes y a 900 millones de personas, lo que conformaría "el bloque geolingüístico más grande del mundo, décima parte de la población mundial, quinta parte de la superficie del planeta".

Hace diez días, en la localidad de Guía de Isora, en la isla canaria de Tenerife, tuvo lugar una reunión de ministros de Justicia que ha marcado otro hito en el proceso de constitución de la comunidad iberófona mundial, según este académico y profesor, director de la cátedra FUNIBER de Estudios Iberoamericanos y de la Iberofonía de la Universidad Europea del Atlántico.

"Es la segunda vez en la historia que se reúnen, al más alto nivel, altos funcionarios y ministros de toda la comunidad panibérica o de todos los países de lengua portuguesa y española del mundo, desde Bolivia a Angola, de Mozambique a España, de Brasil a Portugal, de México o de otros países centroamericanos por ejemplo, a Cabo Verde o a Guinea Bissau".

"La primera edición -recuerda- fue en el año 2021, tuvo esa inmensa significación, y ya vamos por la segunda justamente en estos días, presidida por el rey de España. El rey se refirió a la gran comunidad iberohablante que todos conforman y a, incluso, su compromiso institucional con este gran espacio".

No se trata, advierte, de plantear una integración política o económica entre los países, tan diferentes, miembros de ese espacio.

"La identidad, en este caso lingüística, cultural, histórica, es la que define a esta comunidad, y a partir de ahí se buscan cuáles son los objetivos o propósitos realistas que se pueden conseguir. Es decir, esta es una comunidad de familia, somos familia, tenemos una historia compartida, hablamos dos idiomas que en términos de intercomprensión son casi el mismo en la comunidad internacional, vamos a ver qué podemos hacer juntos".

Y aclara: "Es el sentido de la Comunidad iberoamericana de naciones, es el sentido también de la Comunidad de países de lengua portuguesa".

Aparte de la concertación político-diplomática y de la cooperación sectorial, Durántez Prados ve otro beneficio de la constitución de la comunidad panibérica, un beneficio para todos los demás.

"En el proceso de globalización que vivimos, marcadamente sesgado por parámetros de corte mercantilista anglosajón, y un idioma preponderante como la lengua franca inglesa, solamente el espacio de la Iberofonía puede verdaderamente equilibrar esta homogeneización tan evidente que está sufriendo o experimentando el mundo en este momento".

Es decir, en su opinión, "es la Iberofonía casi un balón de oxígeno para la cultura del planeta".