Cultura

Coro Virreinal Rita Guerrero graba disco con piezas del siglo XVIII

El proyecto cuenta con obras inéditas, además de musicalizaciones de textos de Sor Juana, dice Aquiles Morales, director del ensamble

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Una de las grabaciones.

Una de las grabaciones.

UCSJ

Las 30 voces del Coro Virreinal Rita Guerrero tomaron el Auditorio Divino Narciso de la Universidad del Claustro de Sor Juana durante una semana entera, mientras grababan las piezas corales mexicanas del siglo XVIII que integran su próximo disco.

“Es importante que la música mexicana de este tipo se dé a conocer porque no hay muchos foros, ni grupos que la hagan, al igual que la obra de Sor Juana – se conocen los Hombres necios, pero hay más”, comentó el director del ensamble vocal, Aquiles Morales, en entrevista.

Después de cuarenta y tantas tomas para grabar una canción, en el último día de grabación del disco, Aquiles Morales se tomó la media hora de receso y comida de su día, a las 6 de la tarde, para conversar con Crónica sobre este proyecto que incluye obras inéditas y musicalizaciones de textos de Sor Juana.

“Estamos en el Claustro, donde vivió Sor Juana, entonces tomé como hilo conductor su libro Primero Sueño, que es tal vez el poema más trascendente e importante de lo que ella hizo”, explicó el director, respecto del proyecto que inició con la invitación al Festival de Teatro de Almagro en España, hace 4 años.

PRIMERO SUEÑO.

“Es un poema muy complejo, difícil de leer, que relata un cuestionamiento filosófico sobre el conocimiento, su importancia, las capacidades, qué tanto podemos conocer. Lo hace como si entráramos en un sueño donde están todas esas reflexiones y al final salimos”, detalló Aquiles Morales.

Inspirado en esta obra de Sor Juana, el disco se organiza como un gran sueño - que en este caso es la música novohispana- con transiciones musicalizadas del Primero Sueño y otros textos de Sor Juana. Se integra por:

“Fuego que se abrasa” de Cristóbal Galán (1615-1684); “Venid mortales, venid a la audiencia” de Juan de Araujo (1646-1712) de Francisco López Capillas (1614-1674); “Dios Itlazo Nantzine” de Hernando Franco (1532-1585); “Salve Regina” de Antonio de Salazar (1688-1715); “Madre la de los primores”, atribuida a Sor Juana Inés de la Cruz (1648-1695); “Dios y José apuestan” de Antonio Durán de Mota (1675-1736); “Tarará, qui yo soy Antón” de Antonio de Salazar; “Salvator Mundi” de Palestrina (1525-1594); “¿Quién es amor?”(Anónimo novohispano).

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Así como “Hombres necios” de Juan Andrés Vergara (1990); “Vengan pues hoy a la mesa” de Manuel Mesa (?-1803); “Pues el alba aparece” de Antonio de Salazar y “A este edificio célebre” de Andrés Flores (1680-1712).

“Invitamos a un compositor contemporáneo que se llama Juan Andrés Vergara a que nos compusiera música electrónica para esas transiciones, entonces la música no termina nunca”, ahondó el director.

“Empieza el sueño y en cuanto termina una pieza comienza la electrónica y así nos vamos, todo de corrido” continuó.

Además de las transiciones músico-poéticas, el compositor Juan Andrés Vergara realizó una pieza musical del soneto más famoso de Sor Juana, ‘Hombres necios que acusáis…’

“Es una de las piezas más poderosas. De hecho, el título del disco estamos pensando si cambiarlo. Todavía no lo sé, originalmente es ‘Fuego que me abrasa’ -que es una de las piezas- y estamos pensando llamarlo ‘Hombres Necios’, pero bueno todavía no está decidido”, añadió Aquiles Morales.

Desde su perspectiva, el contraste musical entre las obras que integran el disco y las composiciones de Juan Andrés Vergara realza una luz especial en ambas épocas y recuerda que el origen del coro es la música novohispana. Es decir, el periodo barroco en México, en el que “hay un sincretismo bastante interesante”.

“Es la colonización, el tipo de música que se hace en las iglesias con la polifonía religiosa y los nativos de acá que están educados en la tradición eclesiástica musical empiezan a hacer composiciones siguiendo el estilo que se utilizaba en Europa, pero ya de ahí hay algunos elementos de la zona de aquí, como ritmos o textos en náhuatl”, relató.

Por su parte, Juan Andrés Vergara expresó que al buscar dar un giro para presentar una narrativa y concepto mexicano original, “algo vanguardista y no quedarse nada más en presentar piezas”, se planteó la música electrónica como algo que inmediatamente lleva a la actualidad.

“Y es interesante porque no necesariamente tienes que utilizar material fuera de nuestras fuentes, que era la música antigua, sino que a través de procesos de ese material pudimos sacar algo nuevo, siempre con esta influencia desde el texto de Sor Juana, la idea del sueño, intentando hacer puentes con la música antigua”, agregó.