Cultura

El cuerpo es el mensaje” o cuando el ruido es un elemento de disfrute

La coreografía juega con ‘sistemas sonoros y viejas tecnologías’ para recordar la complejidad de los cuerpos humanos: Sendic Vázquez

Bailarín con platos satelitales
Pie: Una escena de “El cuerpo es el mensaje”. Pie: Una escena de “El cuerpo es el mensaje”. (INBAL)

“El cuerpo es el mensaje” es una instalación coreográfica ruidosa, a cargo de la agrupación Sociedad del Paisaje, que se presenta en el marco de la temporada Encuentro Movimientos transversales, en el Teatro de la Danza Guillermina Bravo.

“Se invita a una participación más compleja, diría. Primeramente, en la observación de las relaciones cuerpo-sonido. No es solo pasar un rato, sino dedicarse a entender que puede existir un disfrute en esa visceralidad del sonido, que es el ruido. Trabajamos mucho con ruido” introduce el creador y director escénico, Sendic Vázquez.

Desde el jueves y hasta el domingo, esta propuesta juega con ‘sistemas sonoros y viejas tecnologías’ para recordar a los espectadores la complejidad de los cuerpos humanos y las posibilidades de lenguaje que tiene.

En ese sentido, la participación del espectador es preciada, “nos interesa que generen ruido con nosotros”, indica el director de la propuesta. Al terminar la puesta en escena, “abrimos el diálogo para platicar, no solo del momento escénico, sino de conceptos y cosas de abstracción”, agrega.

-¿Los ‘sistemas sonoros’ que emplean como parte de la propuesta son bocinas en escena o a qué te refieres?

“Sí, también y bueno, tal vez nos gusta ser un poquito más complejos al nombrarlo, pero nos gusta construir -a lo largo de todas nuestras obras- elementos, digamos un poco tomados de una característica, que puedan ser vistos como una bocina, que propiamente no lo son, pero que digamos tienen esos recursos. En esta obra el sistema consiste en una especie de retroalimentación a partir de micrófonos, bocinas y sensores de movimiento”, detalla Sendic.

En términos de advertir al público sobre la visceralidad del ruido que proponen, Sendic confiesa que, al principio, sí lo comunicaban: es una obra con decibeles molestos, pero han cambiado la forma de nombrarlo porque “hemos visto que si nosotros metemos un prejuicio, hay una especie de rechazo previo”.

“Si se permiten jugar con eso, creo que puede ser para todas las personas, desde niños, hasta adultos mayores. Nos ha tocado gente que no es para ellos y se sale -no hay ningún problema- pero gente que está mucho más este como gustosa de estar en medio de algo que puede ser como ruidoso, ¿no?”.

La compañía lleva aproximadamente desde 2022 presentando este montaje y el director considera que la recepción no es la misma en todas partes y “que nunca está dicho nada”.

-¿Por qué persistir en esta aproximación al ruido?

“Pues nos gusta decir que es un proyecto experimental, un proyecto de investigación corporal y sonora. Creo que desde ahí ya viene una especie de relajación de decir: no está encasillado en ser un producto preestablecido o preconcebido, sino más bien, está en búsqueda de un entendimiento o de un sentido. Desde ahí que lo hemos nombrado, nos ha funcionado y obviamente creemos en eso, más que obras -digamos de circuito cerrado que se puedan nombrar danza o teatro- pues nos gusta más decir que son proyectos híbridos, en busca de compartir algo que creemos necesario”

En este caso, el director de la propuesta apunta a una necesidad personal de observar la relación entre cuerpo y ruido.

-¿Hacen alguna medición de datos?

“No, realmente nos gustan los conocimientos empíricos, es más bien una especie de sensación de observación. Nos basamos en entender que todo el tiempo es diferente y que los contextos -no es lo mismo presentarlo en una ocasión o en el marco de una temporada- de alguien que soporta estas investigaciones. Hay un sentido extra de sentirse acogido”.

-¿Tienen conclusiones o qué observaciones hacen?

“Pues, primeramente es entender que todos los cuerpos contienen una riqueza, no solo conceptual, sino una riqueza de viveza; que todos los cuerpos pueden llegar a ser sensiblemente amplios es nuestra ideología mayor y es reconocer que estos cuerpos existen”.

Las últimas funciones de “El cuerpo es el mensaje” son este sábado 11, a las 19:00 y domingo 12 de mayo, a las 18:00 horas, en el Teatro de la Danza Guillermina Bravo.

Copyright © 2024 La Crónica de Hoy .

Lo más relevante en México