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“Una lengua que no se cultiva y no se educa adecuadamente haciendo que la gente aumente su capacidad de vocabulario y su capacidad para escribir buenas oraciones, una gente así abandonada lo que le sucederá es una involución de su capacidad para hablar”, comenta en entrevista el lingüista Luis Fernando Lara (Ciudad de México, 1943), a propósito de su libro “Una exploración de la facultad del lenguaje”.
La obra se presentará este martes 22 de febrero a las 18:00 horas en El Colegio Nacional, y contará con la participación del biólogo Antonio Lazcano Araujo, la sociolingüista Dora Pellicer y el lexicógrafo Francisco Segovia.
Si una persona pierde vocabulario de su lengua materna, ésta tendería a reducirse, añade Lara.
“Las lenguas hoy tienen cientos de miles de palabras, tienen muchas maneras de construir oraciones, de significar con enorme detalle y precisión lo que alguien está pensando, pero si eso no se educa se puede perder y es por lo cual estamos preocupados”, indica.
El experto señala que la lengua materna se aprende en casa, pero la escuela también cumple un papel vital.
“La escuela debiera estar para darle a los niños mayor capacidad de expresión conociendo mejor su lengua y para eso son los diccionarios porque en un diccionario lo que hacemos es tratar de exponerle a su lector la cantidad de sutiles matices con que podemos distinguir unas palabras de las otras”, indica.
Uno de los temas que Lara aborda en su libro es el origen del habla, ¿en qué momento se produjo el habla en el ser humano?
“Es la segunda parte de mi libro y es una parte hipotética. Es decir, ¿cómo habrá evolucionado la facultad del lenguaje a partir de ciertos primates anteriores al Homo sapiens, por ejemplo, el Homo ergaster o el hombre de Neandertal?”, cuestiona.
Lo que la genética explica es que hace miles de años se produjeron al azar mutaciones en el ADN de ciertos primates que condujeron al ser humano la base de la facultad del lenguaje.
“Desarrollo mis argumentos para explicar cómo se fueron construyendo las lenguas. Y también hablo de cómo apareció la música, sostengo que forma parte de la misma facultad y capacidad que nos permite hablar”, afirma Lara.
-¿Hubo una primera lengua o muchas lenguas en el origen del habla?
-Lo que sostengo es que desde el momento en que hubo pequeños grupos humanos de Homo Sapiens y que sabemos que eran cazadores-recolectores, que tenían que caminar grandes estrechos de tierra para buscar comida y dónde refugiarse, entre ellos pudo haberse empezado a crear una lengua y ésta fue evolucionando para servirle a otras necesidades.
“Estos grupos humanos se fragmentaban rápidamente, se dispersaban porque un grupo muy grande no podía sobrevivir con medios alimenticios limitados y debe de haberse producido una gran diversidad de lenguas primitivas”.
El lingüista señala que no puede comprobar su teoría porque los únicos datos a propósito de las lenguas es la aparición de la escritura.
“La escritura es muy joven, tiene apenas 6 mil años, entonces si el Homo sapiens evolucionó hace 150 mil años nos quedarían en la oscuridad 144 mil años, no sabemos cómo habrá sido esta evolución. Creo que no hubo una lengua originaria, sino que debió de haber tantas como grupos humanos fueron evolucionando”.
La primera parte del libro reúne los conocimientos actuales sobre la facultad del habla y Lara parte de la lingüística porque es el dato crucial de las ciencias.
“Un neurólogo que le pone a uno electrodos en la cabeza se da cuenta de que cuando hablamos hay actividad eléctrica en el cerebro pero no sabe a qué se debe. Por lo tanto, la lingüística es la que comienza por explicar qué son las lenguas y en qué consiste esa capacidad”, indica.
Presencial
La presentación del libro coeditado por El Colegio Nacional y El Colegio de México se realizará de manera presencial (en Donceles 104, Centro Histórico de la CDMX) y contará con transmisión en las redes sociales y página de la institución.
Luis Fernando Lara añade que le preocupa la falta de educación suficiente para que las personas elaboren argumentos complicados y analicen adecuadamente las palabras que se escriben en internet y se difunden en noticias. “Eso me ha alarmado con la pandemia porque vemos la cantidad de noticias falsas a propósito del virus y eso no es más que fruto de la ignorancia”.
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