Cultura

Dañan petrograbados del sitio arqueológico Altepemilpan; datan del posclásico tardío

De los 98 petrograbados distribuidos en casi 400 hectáreas, tres fueron vandalizados con pintura de cal, diceRoberto Palacio Sardinetas

Petroglifo de la Piedra del Coyote
Uno de los petrograbados dañado. El sitio se encuentra a la intemperie, es decir, no cuenta con alguna señalética o protección. Uno de los petrograbados dañado. El sitio se encuentra a la intemperie, es decir, no cuenta con alguna señalética o protección. (La Crónica de Hoy)

Una serie de petrograbados del sitio arqueológico Altepemilpan, ubicado en el límite de Xochimilco y Milpa Alta, Ciudad de México, fueron dañados el pasado fin de semana ya que los diseños representados en las rocas fueron remarcados con pintura blanca, así lo denuncia el arqueólogo Roberto Palacio Sardinetas.

“Lo que hicieron estas personas fue marcar los grabados como si los dibujaran con pintura. Esto es un problema porque luego lo hacen con buenas intenciones de que se vean, pero realmente así no debe ser, no hay que intervenirlos. Al parecer es cal lo que pusieron”, expresa en entrevista el experto.

Palacio Sardinetas, quien trabajó el sitio para su tesis de licenciatura, explica que Altepemilpan es un asentamiento prehispánico cuyo último momento sucedió en el posclásico tardío, antes de que llegaran los españoles.

“Se compone de un asentamiento con unidades habitacionales y, aproximadamente hasta el momento, 98 petrograbados que están distribuidos en casi 400 hectáreas. De ésos, tres rocas fueron dañadas porque fueron remarcadas con pintura de cal y sus significados son pequeños altares que están haciendo una representación de los montes a pequeña escala, son como pequeños altares en piedra”, explica.

Estas representaciones son atribuidas a la cultura xochimilca que vivió en la zona cerril. Actualmente el sitio se encuentra a la intemperie, es decir, no cuenta con alguna señalética o protección.

Palacio Sardinetas narra que se trabaja en dar aviso al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y en la presentación de una denuncia ante las alcaldías. Posteriormente, se espera que la Coordinación de Arqueología del INAH evalúe los daños y establezca la forma de restaurar los petrograbados.

“El punto nodal es saber quién lo hizo porque al parecer está marcando todos los petrograbados y justamente es explicarle que eso no se hace, realmente no está ayudando sino que los está afectando”, enfatiza el arqueólogo.

- ¿Desde cuándo se ha estudiado este sitio?

- Las primeras referencias que tenemos es gracias a dos petrograbados que representan a dos deidades que se encuentran en su extremo norte del cerro y esos petrograbados eran muy conocidos desde los años 40.

“Hubo algunas intervenciones en los años 80 que hicieron arqueólogos para el registro de los petrograbados, pero lo que desconocíamos era a qué estaban asociados. En el INAH se reportado evidencias en la zona desde los años 80 del siglo pasado aunque no fue investigado, sólo fue registrado”, responde.

-¿Qué tanto arraigo o respeto tiene la comunidad por este sitio?

-Para la población era desconocido, incluso habíamos tenido un percance porque querían construir un camino que iba a pasar por el cerro, platicamos con la comunidad a finales de 2020 y les explicamos que se trata de un asentamiento prehispánico y que muchas de las bardas que ven son terrazas prehispánicas. Actualmente hay gente de San Gregorio que se está dedicando a hacer más divulgación del sitio.

En enero de 2019, el INAH emitió un boletín donde da a conocer los trabajos realizados por Palacio Sardinetas bajo la dirección de la arqueóloga Blanca Paredes Gudiño, los cuales consistieron en labores de prospección en 12 pueblos que integran la alcaldía Milpa Alta.

“Con ello, lograron el rescate de una unidad habitacional prehispánica en el sitio de Altepemilpa y recuperaron evidencias arqueológicas en otros espacios que reflejan una continuidad ocupacional en Milpa Alta, que va de los periodos Formativo (900 a.C.-150 d.C.), Clásico (150-650 d.C.) y Epiclásico (650-900 d.C.), hasta su apogeo poblacional hacia el Posclásico (900-1521 d.C.)”, indicó el INAH.

Los objetos recuperados fueron materiales cerámicos y líticos y restos de arquitectura doméstica y ceremonial que demuestran una organización del sistema agrícola, basado en la construcción de terrazas, canales, áreas de captación de agua, escalinatas, muros con nichos y tecórbitos o texacales.

Estudio. 

El proyecto de investigación que desarrollaron Blanca Paredes Gudiño, Roberto Palacio Sardinetas y otros estudiantes de la ENAH, se tituló “Paisaje Cultural en Milpa Alta” y derivó en el registro oficial de 15 sitios arqueológicos: Altepemilpan, que comparten Milpa Alta y Xochimilco; Teoca, Xicomulco, Atocpan, Oztotepec, Cuauhtzin, Teutli-Mexcalco y Tlacotenco-Mamut, Tlacotenco-Cueva, Malacaxtepec, Atezcatlán, Noxcalco, Tecpayo y Tecoxpa.

Otro resultado de esa investigación fue la tesis de Palacio Sardinetas: “El sitio Altepemilpan: evidencias de un asentamiento posclásico situado en la zona cerril de Xochimilco y Milpa Alta”.

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