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"Los eclipses de Sol de 2023 y 2024 visibles desde México (II)", un artículo de Luis Felipe Rodríguez

Decíamos en la contribución anterior que los eclipses solares ocurren en Luna nueva y los lunares en Luna llena. Una diferencia fundamental entre los eclipses de Luna y los de Sol es que los primeros, cuando ocurren, pueden observarse desde todo un hemisferio terrestre. 

Si estamos atentos e informados, durante nuestra vida podemos llegar a observar docenas de eclipses lunares. En cambio, el eclipse total de Sol, que produce una sombra lunar que recorre la faz de la Tierra a miles de kilómetros por hora, se puede apreciar en promedio cada 400 años. La franja desde donde se observa el eclipse de Sol como parcial, donde la Luna solo “muerde” parte del Sol es mucho más ancha, de miles de kilómetros. Pero nada se equipara a un eclipse total de Sol

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Hay eclipses de Sol totales y parciales, de acuerdo a las posiciones del Sol, la Luna y la Tierra y de donde observemos el eclipse. Hay una tercera categoría, que es el eclipse anular de Sol. En este caso, la Luna no alcanza a tapar toda la faz del Sol y queda descubierta una delgada orilla rodeando, desde nuestro punto de vista, a la Luna. Esto ocurre así porque las distancias de la Tierra al Sol y a la Luna varían ligeramente, porque las órbitas son elípticas. Se necesita que la Luna esté relativamente cerca y el Sol relativamente lejos para que ocurra el eclipse total. De lo contrario, el eclipse será anular y lo que veremos será un “anillo de fuego” rodeando a la Luna.

Durante los dos años siguientes podremos ver en México dos eclipses solares. El 14 de octubre de 2023 será anular y el del 8 de abril de 2024 total. Decíamos que los eclipses solares, ya sean totales o anulares, son raros; el siguiente eclipse solar total que será visto desde México ocurrirá hasta el 30 de marzo de 2052.

El eclipse anular del sábado 14 de octubre de 2023 entrará a México por Campeche y Yucatán y saldrá por Quintana Roo. Podrá ser visto como parcial desde cualquier punto de la República, pero para observar el máximo cubrimiento del Sol por la Luna será necesario ir a Yucatán. La parte del eclipse donde se verá el anillo de fuego durará unos 5 minutos para los observadores en la Península y será necesaria protección visual, ya que el delgado anillo de fuego tiene suficiente luz para dañar permanentemente la retina. Lo más práctico es comprar en Amazon o en Mercado Libre unos anteojos para eclipse solar.

Luis Felipe Rodríguez es pionero de la radioastronomía en México.

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Pero el espectáculo principal será el eclipse total de Sol de 2024. En este caso, la sombra de la Luna entrará a México por Mazatlán y saldrá por Piedras Negras, pasando por ciudades tan importantes como Durango y Torreón. Como en el eclipse anular de 2023, el de 2024 podrá ser visto como parcial desde cualquier punto de México. La trayectoria de totalidad recorrerá regiones de Estados Unidos y Canadá. Las predicciones meteorológicas auguran que los mejores sitios para ver el eclipse del lunes 8 de abril de 2024 serán los de México.

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Las cosas que ocurren durante un eclipse total de Sol han sido bien estudiadas, como una coreografía practicada muchas veces. Todo inicia cuando la Luna comienza a interponerse entre nosotros y el Sol, mordiéndole una orillita. Esta impresión de que algo se está comiendo al Sol justifica las creencias de la antigüedad de que había un monstruo devorándolo. Desde el punto de vista de los observadores terrestres no ocurre gran cosa, hasta que la sombra se aproxima a la totalidad. Faltando unos minutos para la totalidad, sucede algo que muy pocos perciben, porque ocurre en el suelo y no en el cielo: en la superficie de la Tierra se puede ver un fenómeno de unas bandas de luz y sombra que oscilan rápidamente.

Faltando unos segundos para la totalidad, se ve en la orilla del Sol que falta por cubrir unos puntos de luz que se conocen como las perlas de Baily, en honor del astrónomo británico que las describió en el siglo XIX. Estos puntos son el Sol que alcanzan a atravesar entre los valles de la Luna. En el último instante queda solo un punto brillante y se empieza a ver un anillo de luz alrededor de la Luna. A lo que se ve en este momento se le conoce como el anillo de diamante, por su apariencia.

Finalmente se da la totalidad. Hay una oscuridad considerable, si bien se ve luz en el horizonte lejano, donde no hay totalidad y el Sol ilumina la superficie terrestre. Es en estos minutos cuando vemos al Sol a ojo desnudo. Alrededor de él se ve un halo maravilloso de luz: la corona, que está siempre ahí, pero en condiciones normales no se puede ver, porque la luz del Sol nos deslumbra. También se ven estrellas y planetas que normalmente solo se ven de noche. En el centro de la trayectoria de totalidad del eclipse de 2024, que durará poco más de cuatro minutos. Al concluir este periodo, se repetirán los fenómenos en orden inverso. Unos minutos después del fin de la totalidad, comenzará a restablecerse paulatinamente la normalidad.

Remate de libros de El Colegio Nacional.

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