“Mi conocimiento de México fue a través de las palabras de vendedores ambulantes y la gente que me llamaba la atención porque nunca los vi en París, ni en ningún otro lado”, comentó la periodista, escritora y activista Elena Poniatowska, durante el homenaje que la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) organizó con motivo de su cumpleaños 90.
En conversación con la cineasta y profesora de la Escuela Nacional de Artes Cinematográficas, María del Carmen de Lara, Elena Poniatowska contó que desde niña fue muy preguntona, por lo que considera toda su producción una inmensa respuesta a esas preguntas.
“Yo aprendí español en la calle y durante muchos años hasta muy tarde decía yo naiden y vide, un montón de palabras que oía al vendedor de naranjas o las personas que trabajaban en mi casa. Para mí, este país era como llegar el centro del Sol: muy caliente y yo venía de la nieve, la lluvia y bosques muy oscuros. Llegar a esta inmensa naranja que es México fue un deslumbramiento”.
Expresó que, a pesar de pertenecer a un mundo de privilegio se interesó en todo lo que podía aprender “sobre todo en la calle y de los demás”.
Al abordar sus experiencias como periodista habló de las mujeres que quiere y de su relación con la lucha feminista, que le abrió un mundo importante. “Yo no puedo decir que era locamente feminista, simplemente era una periodista que se enteraba… me tocó entrevistar a David Alfaro Siqueiros en el Palacio Negro de Lecumberri (la cárcel); a Diego Rivera, que en mi casa lo detestaban por haber pintado a mi tía Pita Amor encuerada. Además, estaba bien fea porque parecía un pescadito rosa. Yo era súper chava y fueron mis experiencias hasta llegar a los 90 años”.
Añadió que siempre se sintió cercana a la causa de las mujeres porque observó desde temprano que “nadie les hacía ningún caso, sobre todo en el periodismo. No les hacían caso”.
El hijo de la escritora, Emmanuel Haro Poniatowski, y su amigo caricaturista Rafael Barajas, “El fisgón” también compartieron algunas anécdotas sobre Elena que destacan su perspicacia, inocencia, audacia, dulzura y valentía.
“Deberíamos tener claro que el periodismo fue uno antes de Elena y otro después de ella”, subrayó Barajas.
HOMENAJE.
Por su parte, el rector general de la UAM apuntó que Elena Poniatowska es parte de la comunidad universitaria desde hace casi 22 años, cuando le fue otorgado el doctorado Honoris causa. Además, dijo que “la sienten cercana a la misión y tareas” de esta casa de estudios.
Añadió que realizar este “necesario homenaje a quien ha realizado contribuciones fundamentales a la labor de pensar y transformar México” es una forma de reiterarle aprecio y reconocer su importancia.
El evento se organizó en dos partes. La primera se integró de conversaciones entre Elena Poniatowska; Emmanuel Haro Poniatowski, hijo de la escritora; la cineasta y profesora María del Carmen de Lara; y Rafael Barajas, “El fisgón”, caricaturista de La Jornada, Revista Proceso y El Chamuco.
También se hicieron lecturas dramatizadas de cuentos y extractos de la obra de Poniatowska, a cargo de la compañía de teatro de la UAM Unidad Cuajimalpa.
En la segunda parte del homenaje se le entregó a la escritora un presente y se ofreció un recital, tras lo cual un grupo de mariachis le cantó las mañanitas. Elena Poniatowksa partió un pastel con forma de libro abierto.
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