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Acompañada por la Orquesta y el Coro del Teatro de Bellas Artes se presentó Elina Garanča, mezzosoprano letona, súper estrella internacional de la ópera, el pasado 2 de marzo de 2023. La cantante está en su mejor momento y el público conocedor lo sabe, por lo que agotó desde semanas antes, los boletos para el evento.
El hermoso Palacio de las Bellas Artes lucía abarrotado y qué bueno que eventos de calidad como este, tengan una respuesta del público.
La orquesta fue dirigida por el maestro Constantine Orbelian, (Nacido en San Francisco, California, de padres migrantes de origen ruso y armenio) quien es también un virtuoso del piano.
El formato del concierto fue el de una Gala, donde se presentan fragmentos de distintas óperas, zarzuelas y hasta canciones. La costumbre es que inicie la orquesta, a manera de obertura con una pieza sinfónica, para ir calentando motores, que el público se serene y vaya enfocándose, concentrándose en el “plato fuerte”. Interpretaron – junto con el coro- de La ópera Nabucco de Verdi: “Gli arredi festivi”
y el coro demostró, por si alguno se lo preguntaba, porqué se le considera la mejor agrupación coral del país. Pese a no tener un director musical fijo; pese a conflictos internos; burocracia y demás… a la hora de cantar y sacar la casta, lo hacen como el mejor.
Después de la pieza de apertura, entra la diva y el aplauso del público fue memorable, un recibimiento caluroso y afectuosísimo, como sólo en México se le da a manera de saludo a una estrella de la ópera a quien el público respeta y admira. (Ojalá que algún día la inviten a una ópera completa, comentaban algunos del público) Comenzó la diva con “Voi lo sapete o Mamma” de la ópera Cavalleria rusticana, de Pietro Mascagni, y fue un verdadero regalo para el espíritu; musicalidad, voz, interpretación… el coro y la orquesta con absoluta actitud y disposición, entregando lo mejor de sí mismos, el resultado: memorable. Aquello prometía ser una gran gala.
En seguida interpretaron de la ópera Adriana Lecouvreur de Francesco Cilea, “lo son l'umile ancella…” aria para soprano, sí, pero la voz de Elina Garanča puede acceder con toda soltura a algunas piezas de esa tesitura. Lo importante no es si es para su voz o no, lo importante es que la cantó de manera sublime, fue un gran regalo para el espíritu y el público lo agradeció con una afectuosa ovación.
Continuó la Gala con la ópera de Camille Saint-Saëns “Sansón y Dalila”: la Bacanal para orquesta sola y el aria “Mon coeur s'ouvre à ta voix” una de las más hermosas piezas que se han escrito para la voz de mezzosoprano.
Terminó la primera parte con el Intermezzo orquestal y el “Regina Coeli” nuevamente de Cavalleria rusticana.
En la segunda parte se interpretaron fragmentos de “Carmen” de Bizet, “La Vida Breve” de Falla y de las zarzuelas “El Barberillo de lavapiés” de Francisco Asenjo Barbieri, y “El Barquillero” de Chapí, además de tres encores o piezas de regalo, entre los que destacaro: “Granada”, de Agustín Lara y “O mio babinno caro” de Puccini, y “Las Carcelarias”, de la zarzuela Las hijas de Zebedeo del compositor Ruperto Chapí.
Hay que destacar el magnífico manejo del idioma castellano que tiene la Garanča, y es que ella vive en Andalucía, España, por lo que lo maneja con bastante fluidez, y de ahí su amor por el repertorio español.
Enhorabuena a la Ópera de Bellas Artes por este inolvidable concierto.
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